LECTURA DE LA PRENSA. GAZA.
2025/05/29
DE FACEBOOK. DE 24 AL 27 DE MAYO.
2025/05/28
EL DESVÁN DE LAS MUSAS DORMIDAS, de Fulgencio Argüelles
Uno no exagera si afirma que Fulgencio Argüelles está entre
los mejores prosistas de la península. Lo podrá comprobar el lector que abra la
novela por cualquier página.
La propia contraportada apunta de qué va la obra: ”…esta envolvente
novela, a medio camino entre las memorias y la elegía…”. Así es, una novela
original, en parte una autobiografía parcial del autor hasta bien avanzada la
adolescencia, y una elegía por el protagonismo que dedica a su padre, que le
precedió una generación en su paso por el seminario, el internado de la ciudad,
como lo llama a lo largo de la narración.
Como en sus últimas novelas, una prosa muy trabajada, sin
palabra alguna de relleno. Alguno de sus recursos narrativos, tan personales,
son perfectamente reconocibles: “Le pregunté a mi padre, estás bien, eso le
pregunté, era la primera vez que le preguntaba a mi padre si estaba bien, me di
cuenta de que nunca antes se lo había preguntado, y sentí que con aquella
pregunta me despedía definitivamente de la infancia”.
La narración bien pudiera pasar por novela etnográfica, ya
que describe y evoca con maestría, en un brillante ejercicio de nostalgia y de
memoria, cómo era la vida en una aldea cualquiera de los valles mineros en los
años cincuenta, sesenta y setenta del pasado siglo. “Humeaban las chimeneas,
porque las cocinas de carbón siempre estaban encendidas, aunque fuera verano”. “Los
ruidos del verano eran los de la hierba que agonizaba, los de las ramas que
crujían, los del musgo suspirando y los del agua que se agotaba en los
manantiales”.
Uno pudo averiguar que los personajes, todos sin nombre, que
desfilan a lo largo de la novela, existieron y están retratados con fidelidad
poética. “En la incertidumbre y la duda nacen estas descripciones”. “No quiero
escribir los nombres de aquellos compañeros de la infancia. No debo escribir el
nombre de nadie. Recordar sin nombres es atender a los rostros, a la piel
desnuda, como una mayor consideración de aquella intemperie en medio de la cual
crecíamos”.
Tampoco se citan con su nombre las localidades que aparecen,
pero se identifican perfectamente gracias a originales perífrasis: la ciudad de
las casas colgadas; el santuario de los mártires beatos; los del pueblo alto,
parroquia por derecho; la tierra de los mosquitos…
No faltan originales descripciones políticas, así como sus
conocidas inclinaciones: “El oficinista decía que los rojos creían en los
cuentos de hadas y que los anarquistas creían directamente en las hadas”. “No
me preguntó mi nombre ni yo supe el suyo, porque a los ricos los nombres de los
pobres les da lo mismo”.
Como es de esperar, son numerosas las alusiones a Dios, a la
fe y a su pérdida. “Años después, Dios se desvanecería, pero aquellas plegarias
íntimas, aquellos diálogos con mi crucifijo interior continuaron cada noche de
mi mida”. “Guardé silencio mucho rato y al fin dije, confieso que no sé si creo
o no creo en Dios”.
Reiteradamente menciona a su padre como el hombre que sacó
treinta y dos matrículas de honor, pero que no le evitó ganarse la vida lavando
carbón ni acabar sus días entre ataques epilépticos agravados por el consumo de
alcohol. Una confesión desgarradora, sin duda. “Mientras un hombre ponía el pie
en la luna, otro hombre, que había sido luminaria de mi vida, mordía el polvo
amargo de la tierra”. “Aquellas musas, amigas íntimas de mi padre, se habían
quedado dormidas para siempre en el desván”.
¿Por qué el título? El desván en el que el padre daba clases
particulares, explicando lo humano y lo divino, por ejemplo, la historia de las
nueve musas de la mitología griega.
DE FACEBOOL. DEL 14 AL 23 DE MAYO
LECTURA DE LA PRENSA. LOS GUASAPS DEL PRESIDENTE.
serán nulos si son simulados o tienen causa.
2025/05/20
DE FACEBOOK. DEL 8 AL 13 DE MAYO.
LECTURA DE LA PRENSA. HABEMUS PAPAM.
2025/05/10
DE FACEBOOK. DEL 27 DE ABRIL AL 7 DE MAYO.
2025/05/03
DE FACEBOOK. DEL 24 AL 26 DE ABRIL
LECTURA DE LA PRENSA. SUSTO