LECTURA DE LA PRENSA. LA CONDONACIÓN.
¿Algún parecido entre la condonación de la deuda a las o a algunas Comunidades Autónomas y la historia siguiente? Verídica, previo difuminado de alguna cosilla.
Hace unos días en un bar lenenses departió uno amigablemente con un(e) funcionarie jubilade que trabajó muchos años en la escuela de Minas. Hablando de batallitas de los jubilados, contaba cómo a algún catedrohueso se le ablandó el corazón en una ocasión por motivo muy justificado. Era el caso que un sobrino de un
compañero de cátedra era alumno de este catedrohueso, pero al final del curso solamente llegó a un cuatro.
- Hombre,...
¿Qué hizo este buen hombre?
- Bueno, en esta ocasión he decidido que todos los que hayan sacado entre un cuatro y un cinco, que presenten un trabajo para septiembre y les subo la nota.
Los alumnos, sorprendidos por el reblandecimiento del corazón, se preguntaban si es que se jubilaba.
La razón era otra.
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LECTURA DE LA PRENSA. CONDENA.
Dos operarios de Adif aceptan una condena por una negligencia que acabó con la vida de un joven trabajador de treinta y cuatro años hace más de un lustro.
Uno piensa únicamente en la madre y espera que esto suponga algo intermedio entre un imposible alivio y un punto y seguido, porque no encuentra palabras para una pérdida irreparable y para un dolor tan persistente.
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Es del todo ventajista hablar de la prensa del día anterior (o incluso de hace varios días) sabiendo lo que acaba de ocurrir, que no dio tiempo a pasar a letra impresa, léase lo de Trump y Zelenski, pero uno no se resiste. Así, habría pasado por alto un artículo de Ignacio del Valle en el que se destaca la maestría en el manejo del arte escénico de Trump, y eso que (esto lo añade uno) el de la experiencia teatral era Zelenski. O cómo en La Vanguardia se indica que Trump afirma que el acuerdo sobre los minerales es la garantía para Ucrania. Pero, sobre todo esto habrá que decir algo mañana.
¿Qué decir de Mazón? Las viñetas de La Nueva España (extraordinaria) y la de El País resumen la situación. Además, tenemos el pantallazo de la llegada de Mazón al Centro de Coordinación a las 20:28 del día de la emergencia. El juez le podría pedir la geolocalización a través del móvil. Claro que el presidente de la comunidad puede hacer un ortiz, es decir, borrar los datos dos veces al estilo del fiscal general del Estado. El País no se atrevería a reprochárselo, dado que justifica a Ortiz.
Asunto quita. Ya apuntó uno por dónde va su idea, pero metáforas aparte, está en contra de que se condonen las deudas a las administraciones. Cada palo que aguante su vela. ¿Qué culpa tienen los administrados del comportamiento de sus administradores? El viejo derecho romano tiene dos justificaciones: 1/ “Cuius commoda eius incommoda”, es decir, el que corre con los beneficios, que corra con los perjuicios. Si un pueblo se beneficia de la buena gestión de sus dirigentes, que resulte perjudicado de las malas decisiones. 2/ Otra faceta del mismo fenómeno sería la “culpa in eligendo”, es decir, la culpa en la elección. En realidad llegamos a lo mismo. Ocurre que al final los dirigentes que tiran p’alante acaban teniendo la compasión de papá Estado o de otras administraciones superiores, y piensa uno mucho en el ayuntamiento de Quirós. Todo eso sin entrar en el mercadeo político subyacente, que, en realidad, está en el origen de la quita actual. Las quitas desvirtúan el poder autonómico.
Por fin lee uno algo en concreto que se hizo mal durante el covid, en palabras del consejero de Sanidad de aquella: los cierres perimetrales, la mascarilla en lugares abiertos, aunque no lo exprese con tanta claridad. ¿Y el ridículo de los hidrogeles?
José Suárez Arias-Cachero no es santo de devoción de uno por su cierta propensión al histrionismo, pero no por eso deja de reconocer sus aciertos, por ejemplo, la
opinión sobre la absolución de Cascos. Efectivamente, no hubo apropiación indebida, pero teniendo en cuenta que de donde mayoritariamente se nutren los partidos es de las subvenciones, la malversación de caudales públicos es evidente.
opinión sobre la absolución de Cascos. Efectivamente, no hubo apropiación indebida, pero teniendo en cuenta que de donde mayoritariamente se nutren los partidos es de las subvenciones, la malversación de caudales públicos es evidente.
Otro histriónico es Antón Saavedra, pero su artículo sobre la sanidad o la educación pública o privada es muy claro, independientemente de que uno este de acuerdo o no con las conclusiones finales, pero el planteamiento merece una lectura.
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