2023/05/14

DE FACEBOOK (Día 8)

LECTURA DE LA PRENSA. RELATIVO CASI TODO
A uno le atrajo el título de un artículo de José Valdeón en El Mundo: “Muerte al ‘Viejo Topo’ enemigo de banderas”. El artículo se dedica a la especie de censura que sufrió la revista en la Feria del Libro de Barcelona por mantener una línea editorial discrepante de la oficial de la Feria. En ese contexto uno leyó esta glosa-resumen de lo que fue y significó ‘El Viejo Topo’: “Figura esencial en el tardofranquismo, junto con la mitificada Triunfo del espantoso Haro Tecglen…” Uno tuvo que releer la frase para comprobar que realmente calificaba a Eduardo Haro de espantoso. Espantoso. A saber. En una ocasión hablando uno con un británico, más que nada por señas y esparavanes (con b en asturiano y con v en castellano) y refiriéndose a la tradicional buena relación hispanobritánica, aludió uno al pirata Drake. El británico no cayó en la cuenta de quién era el aludido, hasta que uno se pondría un parche en un ojo o simularía una pata de palo para hacerse entender. Entonces el inglés, dijo: “Ah, Sir Drake”. En fin, puede que para unos Drake sea un sir y para otros haya sido un pirata, y que Eduardo Haro resultara espantoso para alguien.
Por cierto, cuenta San Agustín en La Ciudad de Dios un diálogo entre Alejandro Magno y un pirata. –¿Con qué derecho –pregunta Alejandro– infestas nuestros mares? –Con el mismo que tú tienes –responde el pirata, esposado- pero, como lo hago con un pequeño barco, me llamas pirata. Tú, como lo haces con una flota, te llaman emperador.
Ese es un ejemplo de realpolitik de la antigüedad. Hoy El País se refiere a un caso de nuestros días: cómo la sociedad internacional pasa por algún trato con los talibanes para aliviar la cruel situación de las mujeres en esa sociedad.
De luces y sombras trata una crónica de hace unos días en El Mundo que narra otra cara de la moneda: las desdichas asociadas al gordo de Navidad que tocó en Moreda de Aller.
De El Comercio se fija uno en una carta al director: “Sí vale todo en política”. La firma un tal Juan García, que no sabe uno si será un intransigente de igual nombre que habita en el casco antiguo de la capital. Al menos en esta época plenamente electoral, uno está bastante de acuerdo con el firmante, sea el que sea.
En La Felguera eligen, además de una reina de las fiestas, un rey de las fiestas. Aquí no tiene uno nada que comentar, solo la curiosidad de saber cómo será esto de los reyes y las reinas dentro de treinta años, en La Felguera mismo porque lo que hoy pasma, mañana será el pan nuestro de cada día.
También de hace unos días es una estadística de las muchas que se publican, en este caso incluyendo el coste de la alta velocidad por minuto ahorrado. Realmente se desmenuzan los números y se cruzan datos inimaginables. ¿Cuál es la estadística buena? A lo mejor la que guía a estos millonarios del Ibex que deslumbraron a uno ayer, según quedó aquí escrito.





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