Hay cosas útiles y hay cosas bellas (raro que te apartes del más habitual 'guapas', pero como no encuentras sinónimos 'guapura' y 'belleza', te decantas por este último término para el comentario). A veces van de la mano y a veces se dan tortazos. Por si hay dudas, que se lo pregunten a los usuarios de algunos edificios con renombrados premios de arquitectura.Al pasar por el Grupo de viviendas Santa Cristina (o Colominas nuevas) de Pola de Lena, te fijaste en la forma tan distinta de rematar los ascensores ¿y escaleras de seguridad? de los que algunas colominas se van dotando. De las dos fotos, no sabes cuál fue anterior ni si los primeros se autorizaron de cualquier manera y con el paso del tiempo, los permisos o las ordenanzas establecieron alguna regulación para lo sucesivo, pero parece raramente discutible que la caja externa del ascensor que guarda las líneas estriadas de las colominas, demuestra un gusto que no tiene el mazacote marrón.
Es posible que el coste del ascensor blanco haya sido superior al otro. La obra la habrán sufragado los propietarios, pero quienes disfrutan la visión son los viandantes, que no pagan ninguna tasa. Te entra la duda de si los futuros compradores están dispuestos a pagar un plus de belleza o, llegado el caso, se inclinarán por el modelo básico y el que gastó en belleza tendrá peor salida en el mercado inmobiliario.Una reflexión similar te suscita la vetusta tasa de voladizos: resulta que quienes pagan el impuesto de ocupación del vuelo son los propietarios del inmueble, mientras que quienes se atechan -en zonas lluviosas- son los viandantes.
8 comentarios:
la belleza está en los güeyos. Un ciego no percibe la belleza visual. Un rudo patán no disfruta de las líneas de belleza de la arquitectura residencial. Estoy convencido de mucha gente va a ver la Casa Batlló porque va con la gente donde va Vicente, porque está de moda. Las catedrales son tesoros que se visitan cuando se estudia arte en las enseñanzas regladas. Y luego, ni a rezar van a la catedral. La belleza también está en una humilde ermita en los cerros de Parana.
La belleza se puede disfrutar en un paisaje, en los rasgos de un caballo, de un perro , de un gato, en el rostro de una persona, en unas manos que saben tocar los sentimientos de otra persona, o en la belleza de una voz bien timbrada. Hace falta sentido y sensibilidad. Hay gente que necesita altas dosis de adrenalina para sentir. Son anorgásmicas. Necesitan mucha cantidad, más que calidad. Hay quien se estremece con un sólo roce, porque tiene la sensibilidad a flor de piel. Hay quien adolece de ese talento. La sensibilidad está en los seis sentidos y hace falta explorarlos y educarlos. Hay quien no disfruta con el arte abstracto, hay quien no disfruta con la música dodecafónica, hay quien no disfruta con Dom Pérignon, ni con la sidra asturiana. Hay quien no sabe disfrutar siquiera del sexo y tiene hijos.
Quién paga una cara bonita? quien la quiere! La cirugía estética está en auge. Hay una belleza contranatura. Hay una belleza que es un fraude para engañar a quien mira. Hay personas que son trampantojos vivientes. La belleza está en los genes y está en el alma. Hay gente guapa con el alma negra, gente pérfida que traiciona con una dulce sonrisa. Dios nos cría... No todas las personas nos parecen igual de guapas a todos. Las proporciones llegaron a ser un canon de belleza. Las curvas praxitelianas crearon un estilo. Si quieres la escultura, la pagas tú. Si quieres la belleza de ese cuerpo que se mueve tan sensualmente ante tus ojos...
Cosas útiles y cosas bellas.
La belleza de un hombre que sepa que una flor entregada con un beso tiene más valor que una joya entregada por un mensajero ¿tiene alguna utilidad? Nos regimos por roles de imitación y perseguimos modelos patentados de belleza... y de comportamiento. Vemos belleza en el comportamiento de un líder carismático. La belleza es algo práctico y no por lo que se ve, sino por lo que implica, demuestra nuestra perfección simétrica, si somos más simétricos, somos más perfectos, y parecemos más bellos. Calatrava puede hacer belleza con su arquitectura, pero puesta su obra en un sitio inadecuado, resulta como... una cagada y hay quien paga y hace pagar una jartá por ella, porque es de Calatrava. Hay ciertas prendas que son incómodas, pero se llevan con orgullo porque están de moda. Ahí podemos incluir también los aditamentos como piercings, las argollas en la nariz, los agujeros en los lóbulos de las orejas ¿Belleza por un tatuaje? La belleza es de quien la aprecia y la valora, más que de quien la paga.
Estoy con el (los) anónimo (os).
Pienso que la belleza,como dice la canción sobre el " cariño verdadero", ni se compra ni se vende.
Solo quien la descubre está en disposición de disfrutarla si las circunstancias le son favorables.
No pagarían los voladizos los propietarios si no les fueran de utilidad. Otra cosa es que tengan funcionalidad múltiple y pueda compartirse su servicio. Siempre pueden los propietarios alquilar el uso del voladizo por un módico precio...
Cosa de probar ... :)
Mira, Luis. Acabo de leer el billete de Pedro de Silva y comprobar de que sencilla forma descubrió la belleza en una urraca.
Un abrazo.
Victoria: haznos el favor de ponernos un enlace para poder leer los artículos a los que haces mención, que en este caso, también quiero descubrir la belleza en una urraca, que la de la cigüeña ya la descubrí.
¡Vaya por Dios...Tenía yo toda la intención, pero mientras desayunaba ¡no te lo vas a creer! Una urraca dando con el picu en el cristal de la ventana, pasándome un S.O.S. ¡en Morse! Quedé estupefacta. Conozcobien el lenguaje Morse gracies a mí tíu que me lu enseñó cuando yo era pequeñina y lista, y él trabajaba en Telégrafos. Igual la urraca también tenía un pariente telegrafista...Total, que me dijo que al anónimo ni se me ocurriera. Que el que quiera encontrar que busque. Y no voy yo a contravenir su voluntad.
No obstante, igual te sirve de algo esto que descubrió otra persona en un tiempu. Si no te vale tendrás que arregláteles tú solu.
~Joaquín Arcadio Pagaza
¡Ah!…, ¡presa tú! Conmigo en las serenas
verdes llanuras y áridas colinas
libre moraste; y hoy el cuello inclinas
amorosa besando mis cadenas.
Y del Gril por las márgenes amenas
me seguías debajo las encinas;
¿te acuerdas? Si las flores en espinas
se truecan, compartamos nuestras penas.
Mas no: la libertad, un don que el cielo,
ave amiga, te diera generoso,
¿he de robarte?, no: ¡pese a mi anhelo!
Tiende las alas: vuelve al campo hermoso;
y deja, deja que en extraño suelo
expire solitario y pesaroso.
Que tengas buen día.
¿A dónde vas? , Manzanas traigo.
Publicar un comentario