2017/10/09

DIÁLOGO

Prácticamente desde todo el espectro político, excepto el Partido Popular, se alzan voces pidiendo diálogo para salir del atasco político del embrollo catalán. Se insiste en la necesidad de cumplir la ley, pero según se vira hacia la izquierda se pone el acento más en el diálogo que en la ley. Si se sigue caminando más hacia la izquierda, las menciones a la ley desaparecen del todo.

Te van persuadiendo de que en todos los conflictos, y el político es uno más, al final se hace ineludible un mínimo diálogo: después de un divorcio, después de una huelga, después de una guerra (en la que ganó Franco no). En estas estás, acercándote a la solución dialogada como mal menor.

Ahora bien, ¿de qué hay que dialogar? ¿Qué nuevas transferencias hay que acometer y con qué fondos?. Ya casi estás por el diálogo, pero aquí encallas nuevamente, convencido de que algunas competencias autonómicas mejor sería revertirlas al Estado por motivos económicos (economías de escala) o ideológicos (como ejemplo, la educación o adoctrinamiento).

Pues nada, abierto al diálogo por el bien de la patria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Diálogo o separatismo? Diálogo o república? Diálogo para cambiar el nombre de las calles? Diálogo para que no se hable en España de otra cosa más que de sedición. En España hay más problemas que el ansia de poder de unos rebeldes que no aceptan más que su propio gobierno. Dialogarías con el violador de tu hija?