En 'El viento de la Luna', de Muñoz Molina, lees "El profesor de Latín es un ciego que se llama don Basilio".
Basilio es el ¿gerente¿ ?dueño' de una tradicional sidrería-merendero situada/o en el límite construido de Oviedo camino de San Claudio. Casa Gervasio. Siempre tuvo fama de: 1/buena sidra, 2/rica tortilla, 3/ trato próximo al desaparecido Manantial aunque no tan hosco, 4/punto de concentración socialista. Un día entre semana tu mujer y tu hija te convocan urgentemente a Casa Gervasio utilizando el punto segundo del argumentario, pero que te des prisa porque la cita está comprometida y solamente queda una mesa. Vas, ¿cómo no?.
Entras por el aparcamiento y embocas el llagar. Hay doce o catorce comensales en una mesa. Distingues inmediatamente al ex atleta Abel Antón y te preguntas en un fugaz instante qué hace ahí, pero el instante termina cuando Teresa Sanjurjo, la directora de la Fundación Princesa de Asturias, gira el cuello y te mira fijamente como preguntando y preguntándose ¿qué hace este aquí y por donde entró? o también ¿no teníamos el llagar en exclusiva?.
Como finalmente el bar está completo os acomodan en el llagar, separados de los otros comensales por una mampara. Tu hija distinguió al pasar a Emilio Butragueño. Entrando en internet intuyes al resto de comensales, miembros del Jurado que elegiría al ganador del Premio Princesa de Asturias del Deporte.
Comentas al personal de la casa si, para poco más, no podría hacerse cargo la mesa del al lado de vuestra humilde factura. Os dicen que ya no es lo que era, que se mira hasta el vino que se toma.
Pese a la soledad del llagar y a la mampara de separación, pasasteis una velada entretenida especulando. Basilio/Gervasio, que también ofició esa noche de fotógrafo VIP, se deshizo en disculpas por la tardanza, que no fue tanta. El jurado habrá pagado y se fue. El titular, encantado de la otra visita, salió a despediros para desmentir radicalmente el punto tres del argumentario.
Vuestro menú fue: la consabida tortilla, una ensalada de lechuga con un vinagre y un aceite que algo tenían, y unos fritos de merluza espectaculares que justifican el precio.
En resumen: el profesor sabía Latín y Basilio no era ciego.
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1 comentario:
El punto 4 es el que me queda sin entender. ¿Teresa Sanjurjo es socialista habiendo estudiado en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE)? ¿La Fundación Princesa de Asturias es socialista? Socialismo y monarquía ¿compadrean? ¿Los miembros protectores son socialistas? Asturias quiere emular los premios Nobel y no está para ser tan generosa a cargo de los empresarios que la sostienen (que imagino que sus donaciones son desgravables en Hacienda) Siendo tan generosos y altruistas estos empresarios, los empleados en las empresas de los miembros protectores no tendrán motivos para levantarse en huelga contra sus patronos, como hacen los maquinistas ferroviarios contra todos los ciudadanos que usan el transporte ferroviario y no digo que les pagan sus sueldos, porque con lo recaudado en taquilla no da para una media de 3.000€ por cabeza. Los maquinistas (socialistas o no) a través del Semaf desafían y amenazan a la empresa de transportes (socialista o no, o del color del gobierno de turno) en los cargos de directivos de Renfe. No se si el sindicato de maquinistas ferroviarios, sin ayudantes ya, es merecedor de un Premio Príncipe de Asturias por defender los intereses de los trabajadores en las máquinas de tren, en todas las épocas del años, coincidiendo con las vacaciones de los ciudadanos: Navidad, Semana Santa y verano. Más reivindicativo que el sindicato de controladores aéreos, que dejó tiradas en Navidad a unas cuantas miles de personas en los aeropuertos. Como es habitual, los maquinistas cuando convocan huelgas suelen realizar acciones, no declaradas para no perder dinero, tales como retrasos injustificados, no presentarse a la toma del servicio y otras argucias reglamentarias, con la finalidad de crear ambiente de huelga, sin que haya sido declarada. Eso es lo que está ocurriendo estos días previos a los paros convocados. RENFE tiene aproximadamente –en plantilla media- 4.900 maquinistas, que, de acuerdo con el nº de servicios establecidos en los trenes programados en los horarios realizaron 2,4 millones de horas de conducción . Este par de datos ya nos dice que un maquinista de RENFE conduce de media al año 490 horas, que llaman la atención en comparación con lo que es su jornada legal, lo mismo que cualquier otro trabajador, (40h/semana x 4semanas x 11meses – 12 festivos). ¿El resto hasta 1.748 horas? De los 4.900 maquinistas en nómina, 670 maquinistas (aproximadamente el 14%) NO CONDUCEN, porque se dedican a otros menesteres como por ejemplo ser jefes de los 4.230 restantes, dar formación a otros compañeros, ser liberados sindicales, etc, etc. Recomponiendo los datos anteriores, tenemos que los 4.230 maquinistas que sí conducen hacen 490 horas de media al año, o lo que es lo mismo, 2,3 horas/día en 220 días de conducción. Defender los intereses de los sufridos maquinistas merece un Premio Príncipe de Asturias (socialista o monárquico). Cuando entre el socialismo todos a ganar 3.000€ al mes, porque el socialismo luchar por abolir las diferencias de clase y la propiedad privada.
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