2016/06/12

"NADA ES LO MISMO", Ángel González

¿Era ese verso o era otro? Únicamente puedes asegurar que era breve y enigmático pero desapareció del WhatsApp, birlibirloque que creías imposible pero la técnica permite que uno pueda dejar de ser esclavo de sus palabras.

Te explicas. Envías un correo a un grupo de amigos y uno, para expresar su contrariedad, te manda un mensaje con un verso de Ángel González. Cuando fuiste a echar mano de él había desaparecido y ahora te entra la duda de si era ese. Tampoco tiene mayor importancia ni te quita la idea que ibas a expresar, que era la utilidad de la poesía en particular y de la literatura en general, no en su objeto original de búsqueda del goce estético, sino en cuanto a su capacidad de remover los pensamientos.

Los periódicos regionales de hoy destacaban que los mejores alumnos de la última PAU se decantaban mayoritariamente por las ciencias. Vaya tu admiración para las ciencias y los científicos, que pueden inventar la bomba atómica o la vacuna contra el cáncer, pero habrá un poeta cuya voz se oiga para decir dónde tirar o dónde evitar la bomba atómica o en qué parte del mundo se comienza a experimentar con la vacuna.

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La lágrima fue dicha.

Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Un buen poeta es lo que necesitamos, que nos sepa hacer entendible la realidad que vivimos de manera más clara que lo hacen nuestros políticos, porque aunque la poesía no hace la revolución, no hay revolución sin poesía y aunque este sea un blog de comentarios no demasiado íntimos, no puede abstraerse a la parte más prosaica de la realidad. "Habrá palabras nuevas para la nueva historia y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde".

La economía española se desacelera. Entre otros motivos, por la incertidumbre política, que frena decisiones de gasto de los consumidores.

España ha cambiado. Y el PP no se ha enterado. Tampoco el PSOE, por mucho que insista Sánchez en convencernos de que representa la fuerza del cambio. ¿Tiene remedio lo del PSOE? Recuperar los votos socialistas de toda la vida alejaría la sombra negra del 'sorpasso' que atonta a las mejores cabezas del partido. Es el reto apremiante de Pedro Sánchez.







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