2016/05/04

TAPONES EN LOS OÍDOS

Desde hace unas semanas estás un poco sordo del oído derecho, será una casualidad, pero es el derecho. Hace unos meses estabas igual pero entonces echaste -te echaron- unas gotas en los oídos con la intención de ablandar la cera y como empezaste a oír mejor, dejaste de lado la visita al ambulatorio. Fue un espejismo porque al poco volviste a la sordera, hasta que decides reiniciar el proceso. Previamente y para ganar tiempo, volviste a echar nuevas gotas para el reblandecimiento de la cera.

Llamas al ambulatorio con la intención de que te vea directamente el ATS que te habría que aplicar la jeringa de agua caliente pero al otro lado del auricular la interlocutora te desvía hacia el médico de cabecera. Entiende que es mejor que te vea antes el médico.

Te entran las dudas sobre qué es mejor desde el punto de vista de la eficacia; pero también de la eficiencia. Dudas también si pedirías el dictamen de un médico si tuvieras que pagar una tasa de asistencia o visita; o si por el contrario pedirías que te apliquen directamente la jeringuilla; igualmente meditas sobre si la telefonista (dicho sea sin acritud) sigue un protocolo para potenciar la figura del médico de cabecera o lo hizo así porque le pareció de acuerdo con su leal saber y entender.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Preguntas muy razonables. Tienes un maravilloso médico abajo. Siempre es buena la opinión de un especialista. Si somos más aprensivos, vamos cuanto antes para que él calme nuestra angustia. Una enfermera o un ATS pueden estar capacitados para resolver, en su práctica diaria de casos similares. Los protocolos son los protocolos y la calidad es la calidad. Lo importante es que no te genere complicaciones y no pierdas audición, aunque muchas veces para lo que hay que oír por parte de la derecha...
Que no sea nada y para lo que no quieras oír, oídos sordos.