2016/02/28

LIGEREZA

http://www.lne.es/aviles/2016/02/27/portavoz-ciudadanos-afronta-expulsion-llamar/1889135.html

Si hay que tener cuidadín con lo que se habla, no digamos con lo se escribe, por ejemplo, en el Whatsapp, y si no que se lo pregunten al portavoz de Ciudadanos de Avilés. Los grupos de Whatsapp son como casas con varios patios de vecindad, que no se puede hablar lo mismo en todos los patios; ocurre también en cierto modo con las conversaciones para la investidura. Te confundes de interlocutor y pierdes La Moncloa.

En la edición de internet no se puede leer todo el artículo, pero en la de papel se asegura que el partido expulsó desde mayo a medio millar de cargos públicos por ir contra las directrices de los estatutos. Quinientas personas son muchas. Desde junio hasta ahora mismo transcurrieron poco menos de doscientos setenta días, así que tocan a casi dos expulsiones diarias. La parte buena de la historia es que deben tener muchos cargos públicos y banquillo bastante, de ser rigurosa la noticia.

No te crees la cifra, pero no es eso lo que te llama la atención sino lo siguiente. El votante se guía muchas veces en sus decisiones  por impulsos, por sensaciones, por intereses, por temores, pero crees que raramente por ideología o al menos no hasta el punto de seleccionar la papeleta tras un análisis riguroso, ni siquiera somero, de los programas más afines con uno. De esa misma madera están hechos los candidatos que rellenan las listas electorales. En el peor de los casos para afiliarse a un partido podrán pedirte uno o dos avalistas o padrinos, ¿pero acaso estos te examinaron del programa? ¿y quien los examinó a ellos?

Esto de las expulsiones acometidas por Ciudadanos tiene un punto entre positivo y chocante. Positivo porque, en contra de otros partidos más condescendientes con los suyos, aplica un código de honestidad (de ser verdad, claro) expulsando a los infieles; chocante porque ¿hacen cumplir ese estricto código a gentes tan ligeras de ideología?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cada día estoy más convencido de que la política es tan visceral como el fútbol. En el fútbol hay poco que razonar, en política tampoco. Los fanáticos del fútbol ganan poco cuando gana su equipo. Los fanáticos de la política no se si ganarán un carguín cuando gane su partido. Por supuesto, los fanáticos no se leen los programas electorales ni de su partido, pero critican a muerte a los adversarios. Podemos pedir la demolición del Valle de los Caídos porque se hizo durante el gobierno de Franco, como los embalses, como las viviendas sociales, la consolidación de la seguridad social. Tan fanáticos y descabezados los unos como los otros: hay que cambiar los nombres a las calles como si así se pudiese borrar la historia, como hacen los catalanes ignorando a España, ignorando la historia de España, ignorando el idioma de España... Fanatismo!!! Arribismo!!!

Anónimo dijo...

Mañana un gran día para los socialistas. Serán dos meses, nuevas elecciones y pensión vitalicia frente a los 40 años de cotización que tenemos que juntar tú y yo para tener derecho y si es que hay alguien que cotice para nosotros. Ser político es una buena salida e la vida: entre lo legal y lo ilegal, en cuatro años puedes ganar para vivir de las rentas el resto de la vida