2016/01/08

EL PEAJE DEL DOLOR

Leías de pasada una noticia en la prensa que te servía para recordar un animado debate mantenido con unos amigos la noche de Reyes alrededor de unos arroces. Entre los temas habituales nunca faltan unos minutos para comparar lo público y lo privado, en este caso en materia de sanidad, con el sostenido avance de las mutuas y los seguros privados.

Hablabais de cómo los medios privados ofrecían no sólo más comodidades sino también menos dolor, por ejemplo en la práctica de análisis o pruebas invasivas. La noticia que leías a primera hora de la tarde, o última de la mañana según se mire, iba en la misma onda: el recorte de lo público se materializa en el aumento del dolor a cargo de los usuarios.

Aquella tarde-noche no se veían mal los seguros privados aunque, eso sí, para grandes intervenciones preferíais los público. Tampoco estábais muy de acuerdo con el impuesto de sucesiones aplicado en Asturias, con un tipo de gravamen superior a la media nacional. La llegada de inmigrantes no era motivo para tirar cohetes, en particular por el coste sanitario y el gratis total, comparándolo con algún reciente viaje al extranjero, en donde hubo ocasión de pagar íntegramente unos medicamentos como consecuencia de una indisposición. Partícipes y conocedores de las ineficiencias de lo público, no veíais mal algunos sectores privatizados. Todo lo anterior os llevó a repensar si alguien con esos principios podía ser considerado de izquierdas, aunque votara a un partido de la izquierda.

Quizá la izquierda sufriente consista en votar, sufrir sus medidas y admitirlas a regañadientes.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas veces el anatema de la izquierda es que se lo quieten a los que más tienen para que me lo den a mí. Nada dice de que me lo quiten a mí para dárselo al que tiene menos que yo. Yo recuerdo aquella etapa de la sanidad, en la que se le prestaba servicio gratuito a quien cotizaba y a sus hijos menores de edad. Si voy a recibir servicios gratuitos, si me van a dar una vivienda de protección oficial porque sí, si me van a dar una pensión de 800 € por no trabajar, si tengo derecho al transporte gratuito, si el Estado me mantiene los hijos, si me pagan un crucero para irme de vacaciones con los viejos del imserso Si todos vamos a ser iguales, con los mismos derechos, que trabaje y pague impuestos su puta madre. Pero todos estos que disfrutan del PER y de la economía sumergida dan son votos para estos políticos de izquierda que tienen su sanidad privada, sus colegios triligues exclusivos, sus universidades privadas, sus sitios de vacaciones para ricos, sus viajes en bussines, sus hoteles de 5 estrellas, que comparten con los sindicalistas liberados.

Anónimo dijo...

Yo soy de izquierdas, pero que no me jodan mi vida aburguesada, que no he trabajado como un hijoputa para que ahora venga un revolucionario y me aplique la ley de Venezuela, ahora que Cuba es libre. Que se vayan con el Che.

Anónimo dijo...

Entiendo que desde ciertos sectores se motive a la gente hacia la sanidad privada, hacia los planes privados de pensiones. Habría que plantearse si con lo que se cotiza obligatoriamente, se tiene derecho a recibir en la misma proporción. Porque si quien no cotiza tiene el mismo derecho a recibir...

Anónimo dijo...

Los votos de los desesperanzados tienen su peso específico. Al final lo Gratis quedará para los inmigrantes, que es bastante mejor que lo que tienen en su país de orígen

Anónimo dijo...

En las charlas-debate de las noches de víspera, donde se tratan todos los temas con la panza llena y una copa de vino (de más) se arregla España. Cuando se va la resaca se olvidan las ideas, como si fuesen los vapores etílicos. Son necesarios esos debates de los ciudadanos más que los de los políticos en televisión. Son los ciudadanos los que deben cambiar el curso de la política si no de la economía de un país: cuando estén hasta los hígados de soportar las tiranías de los políticos sin escrúpulos.

Anónimo dijo...

Qué sistema político es mejor? El que usa agujas de bajo coste para los pacientes, o el que busca la mayor calidad? Si el dinero que se le retiene obligatoriamente al trabajador le sirviese al trabajador para elegir su pensión de jubilación o su asistencia sanitaria, el trato que nos da el sistema cambiaría, habría competencia entre las distintas mutuas. Ahora también la hay entre las privadas, pero hay que pagar la obligatoria y si quieres un trato menos masificado, pagas además una iguala. El Estado chupa de cada aportación obligatoria, tanto por la parte del empresario, como por la parte que se le descuenta al trabajador. Muchos piden cambiar la Constitución Española y pocos del sistema de aportación a la Seguridad Social, al desempleo, a la formación, aparte del IRPF, que cambia en algunas comunidades autonómicas. Después de 40 años de cotización es posible que tu pensión de jubilación sea ridícula si no hay suficientes cotizantes. Si la parte obligatoria de descuentos fuese invertida donde cada trabajador elija, habría menos corrupción dela que hay hoy, o al menos tanta como hay en los bancos y en las mutuas sanitarias. Esto tampoco lo quieren cambiar los políticos. Este es un sistema solidario muy bueno a favor de los que no cotizan, de los que cobran en negro y de los políticos que lo mangonean.

ANgazu. dijo...



No es fácil establecer un equilibrio entre lo público y lo privado, tanto en sanidad como en otros muchos aspectos, especialmente si no hay ni la más mínima voluntad de hacerlo.

Pero es evidente que en la sanidad pública hay demasiada burocracia, por no hablar de amiguismos, enchufismos y varios que no tienen nada que ver con la sanidad, sin contar los intereses de ciertas organizaciones que defienden lo público mientras usan lo privado, tanto en sanidad como en enseñanza.

Y por si alguien no se ha enterado todavía, los trabajadores del Estado, que pagamos todos, tienen mayormente sanidad privada. Y los trabajadores privados, sanidad pública por co*****.

Esto es España y olé.

Saludos.

Anónimo dijo...

No se si con Podemos cambiará el sistema público de sanidad y pensiones. Los funcionarios tienen muchas ventajas sobre el resto de los trabajadores. Los ciudadanos, como pueblo, están soportando los avatares de los políticos. Los partidos no llegan a resolver los problemas de los ciudadanos, porque están ensimismados en resolver los suyos propios.
Ahora que hay menos cotizantes fijos a la seguridad social, es un buen momento de replantearse su sostenimiento. Algunos no van a cobrar tanto como creen merecer después de 40 años de cotización a la seguridad social.

Anónimo dijo...

La sanidad y la educación y el transporte ferroviario y todas las entidades de sector público estatal, tienen en común que están mangoneadas por la gente del gobierno, que colocan a sus apadrinados en puestos de gerentes, si no tienen formación técnica. Estos gerentes pueden decidir que para los usuarios del sistema público se empleen agujas de bajo costo, que se compren aparatos de resonancia magnética para no usarlos y cobrar la comisión, o comprar 25-30 trenes AVE para no usarlos y hacerles un favor a los lobbies de las constructoras.
Algunos partidos abogan porque todas las empresas se nacionalicen (y ya vemos como contratan la Colau y la Carmena, para dar ejemplo, ya vemos cómo quedan las tradiciones navideñas) Los políticos, con casta, con caspa, con alopecia y otras afecciones, no se ponen de acuerdo con los anticasta, anticaspa (con o sin Zinc Pyrithione) porque lo que menos importa es resolver los problemas de los ciudadanos, lo que importa es que sea 'yo' quien mande y me lleve mis comisiones, por cada aeropuerto, aunque no llegue a tener tráfico, por cada obra de AVE que se contrate, por cada tren que se compre, por cada hospital que se construya, por cada autopista que se proyecte. Aunque Arturo haya dimitido, los problemas no se resuelven, otro vendrá que bueno le hará. Otros pretenden que el mercado se rija por las leyes de la oferta y la demanda, con competencia y competitividad, con I+D+i, con gestión por cuadro de mando integral, con exigencias de calidad, colocado en cada cargo a la persona más idónea para que alcance la máxima rentabilidad (o sea, que el aparejador no pueda estar por encima del arquitecto y aunque puedas heredar una farmacia, no puedas dispensar medicamentos si no eres farmacéutico, y si no tienes estudios de MBA no puedas gestionar una empresa, aunque seas el sobrino del ministro de turno). Son dos formas de gestionar políticamente la economía de un país.
No nos extrañemos de los números rojos de las empresa de la SEPI.
No nos extrañemos de nuestra crisis económica, de que los empresarios se piren con su dinero en vez de invertirlo en su empresa, porque al lado va a abrirse una igual, gestionada por un pariente de un político, con dinero de una subvención pública.

Anónimo dijo...

En España, después de sucesivas privatizaciones la presencia relevante del sector público empresarial estatal se reduce a la construcción naval, minería, y participaciones en aeroespacial (EADS), energía (Red Eléctrica, residual en Endesa) y algunas otras (como Iberia). Hay que añadir además importantes empresas ligadas al Ministerio de Economía y Hacienda o Fomento en sectores como comunicación (RTVE, Agencia EFE, Correos) y transporte (RENFE, Aena, puertos). La “acción de oro” pública que estaba vigente en algunas empresas privatizadas (como Endesa o Telefónica) está desaparecida. Aparte queda el sector público ligado a las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Aún así en el contexto europeo las empresas bajo control público son importantes, como es el caso de Airbus, o representan una parte sustancial de la capitalización en el mercado como en Suecia, o de importancia estratégica como en Francia.
Las empresas públicas nacen, en principio, para solventar fallos de mercado en la provisión de bienes públicos, efectos externos, o estructuras de monopolio natural. A ello se añaden razones de política industrial o desarrollo regional. Sin embargo, el proceso de
liberalización de mercados, el estudio de la economía política de la empresa pública, y los problemas asociados a su gestión han puesto en cuestión su idoneidad para cumplir los objetivos propuestos. Existe evidencia que la empresa pública ha sufrido de exceso de empleo, ha producido bienes para los que no había demanda ha distorsionado la localización de las actividades productivas por razones de conveniencia política, y ha sucumbido al favoritismo político.

Anónimo dijo...

La privatización no es ninguna panacea, puesto que para que dé los frutos deseados, es necesario que haya suficiente competencia en el mercado. La presencia del regulador independiente es crucial puesto que la privatización de una empresa pública no necesariamente la sustrae de la influencia del poder político, si ésta actúa en un sector regulado que depende en buena medida de las decisiones del gobierno. Si las decisiones sobre tarifas y remuneración de inversiones, por ejemplo, están en manos del gobierno, la empresa, aunque sea privada, tendrá tendencia a seguir las preferencias del gobierno (poder político) y esto se trasladará incluso a la composición de los consejos de administración.
La mejora de la eficiencia de algunas empresas públicas, clave para el bienestar social, es asegurar tanto mercados plenamente competitivos en los sectores de servicios, como una estructura reguladora moderna que
garantice que las privatizaciones den los frutos deseados.

Anónimo dijo...

Los políticos no tienen auditores de cuentas del dinero público que gastan. Los funcionarios que están viendo los movimientos de los políticos deben callar. También ha callado el gobierno de la nación de España y ha consentido y ha dado pie a que la familia catalana de los Pujol se enriquezcan de manera ilegal con el dinero del pueblo. Y lo que es peor, está en tela de juicio por el caso Noos la hermana del rey Felipe y su cuñado (que se fueron a vivir a Cataluña) por haberse quedado con el dinero público, con el beneplácito del gobierno de la nación y con la colaboración necesaria de la corona (papá rey Juan Carlos). Si esto nos lo cuentan de un país ibero-americano, lo calificamos de república bananera. La política española, hasta las más altas instancias, se ve acusada de desvío de fondos públicos a bolsillos privados. No es de extrañar que España esté en crisis, extrapolemos estos casos a los presidentes de las empresas públicas mantenidas con dinero público... si lo hace el que está más arriba en el escalafón, si me acusa lo que yo hago, yo no voy a callar. ¿Se puede perseguir a los empresarios que se llevan su dinero a Andorra, cuando se les ha estado permitiendo llevarse el dinero público a sacos llenos, a los políticos? Al final una mano lava la otra. Cristóbal Montoro 23/12/2015: El Gobierno publicará una lista con 5.000 nombres de los mayores defraudadores a Hacienda.
Seguramente la hija del rey Juan Carlos no devuelva el dinero, ni sufra penas. Seguramente los Pujol tampoco devuelvan el dinero, ni sufran penas... y así con muchos cargos públicos que han sabido aprovechar su cargo. Y los que sufren la pena de uno o dos años de cárcel, se quedan con el dinero. Dudo siquiera que Julián Muñoz e Isabel no hayan ganado más de lo que han perdido, incluso con las penas de cárcel. Para mí no es necesaria la cárcel, es necesario que devuelvan el dinero, y se se aplique la sanción económica que determina Hacienda, por fraude, sin que se le de la gracia de la amnistía fiscal.
Ahora veremos si el amor de la hija de rey Juan Carlos por su marido la exculpa de todos los delitos... y se puede aplicar la misma ley al resto de todas las esposas enamoradas de todos los delincuentes de este país.

Anónimo dijo...

Ahora resulta que Hacienda no somos todos, que es una mera frase publicitaria. Pagamos los que pagamos. Los que más tienen más defraudan. Esto nos pasa al pueblo por pasota, por no querer ver, ni oír y callar. A todo esto han contribuido todos los gobiernos que han dejado hacer a los gobiernos independentistas catalanes a cambio de su apoyo. No hemos tenido un gobierno que cortase, ya hace muchos años, la sedición de raíz. Aquellos polvos traen estos lodos y estos embarrados y barbechos. Los maricomplejines también tienen su culpa. El que no quiera ser español, que se vaya del territorio español. Ahora bien, si estás e territorio español, respetas las leyes españolas, aunque no estés de acuerdo, porque aunque seas republicano España es una monarquía constitucional. Bastante tenemos ya con la escisión de Gibraltar. Se respetan más los errores de los árbitros de fútbol, que los artículos del derecho español

Anónimo dijo...

La prima de riesgo está subiendo gracias al desgobierno de estos catalanes. La bolsa tampoco arriesga mucho. Estos independentistas no tienen mayores problemas que cambiar el nombre a las calles y que no se hable ni escriba en español. A mí, como español, el tema me importa y me afecta.

Anónimo dijo...

Necesitamos un gobierno ya que nos resuelva los problemas de la sanidad, de las agujas y de las listas de espera, a ver si se coaliga por fin el Psoe con Bildu y con Podemos, que la UDEF investiga a Podemos por financiarse con cinco millones de euros de Irán.

Anónimo dijo...

La legislatura arranca este miércoles con la elección del socialista Patxi López como presidente del Congreso, tras el acuerdo cerrado entre PSOE y Ciudadanos. Podemos no se sumó porque los otros tres partidos le niegan la posibilidad de crear cuatro grupos, el del partido de Pablo Iglesias y los de las candidaturas con las que concurrieron en Galicia, Cataluña y Valencia. Mejor Patxi López que Carolina Bescansa.

Anónimo dijo...

La política como espectáculo y el postureo como marketing

Anónimo dijo...

Rubalcaba y los perroflautas la que están liando

Anónimo dijo...

Estamos sufriendo el quítate tú para ponerme yo. Tú lo haces muy mal, yo lo voy a hacer de puta madre. Grecia es nuestro referente ¿allí devuelven el dinero que les hemos prestado los europeos?. Los fondos mineros que recibió alguno para sus bolsillos particulares, los está cobrando Europa con creces y lo que robaron los banqueros lo estamos pagando los españoles mientras ellos se enriquecieron. Estamos adaptándonos, poco a poco, a vivir como los habitantes de Venezuela, y no digo Irán, llegarán los racionamientos, las expropiaciones, los desahucios y quizá tengamos que pedir refugio en otro país

Anónimo dijo...

Este post ya no de más de sí