2016/01/07

LAS CULPAS Y LOS REYES MAGOS

Hay quien como tú no presta demasiada atención a los gustos concretos de los demás, incluso de los más cercanos, no está atento a sus miradas a los escaparates o a insinuaciones que deberías capturar, memorizar y tener en cuenta para cuando lleguen los días y las horas, por ejemplo, la inminencia de los Reyes Magos. Ocurre en esos casos que las pasa canutas, aunque ya tiene el truco aprendido: en vez de sufrir agobiado quince días, vive inquieto los dos últimos con la esperanza de recibir la inspiración divina.

Si yerra, que es lo más normal siguiendo esa táctica, no echa la culpa a nadie. El problema es que en la vida no se triunfa echándose uno las culpas de lo que (le) ocurre. Así no se llega a ninguna parte y deberías aprender.

Si por ejemplo alguien pide algo a los Reyes para ti y no te sirve porque tu cuerpo o algunas partes del mismo son exageradas, echa la culpa a los Magos o a la tendera por no suponer cómo son algunas de tus medidas. O si te obsequian con un chubasquero de diseño pero sin capucha, no tendrá la culpa el elector o electora sino el fabricante o algún eslabón de la larga cadena de distribución. Llegado el caso la culpa puede ser hasta tuya por preferir los chubasqueros con capucha, con lo que renuevas la idea inicial: asumir las culpas es el camino seguro hacia el fracaso.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para qué sirve un chubasquero sin capucha, qué chubasco soporta. A mí me molesta mucho que me obsequien cosas personales cuando no me han tomado bien las medidas. Si regalo tabaco de pipa es porque me he informado de la marca que le gusta al fumador. Si regalo lencería fina es porque he comprobado el 90-60-90 con las copas adecuadas. Échame a mí la culpa... Pero sí... a veces regalar porque lo marca el calendario es un poco agobiante... como ir a visitar a los muertos cuando lo marca el calendario, que es cuando peor se puede ir al cementerio. Las comidas en estos días son bazofia, porque hay mucha demanda y se da el peor servicio. Pero todos, como borregos, a seguir la corriente, a pesar de presumir de lo independientes que somos. Si estas son una fiestas comerciales y me rebelo, compraré cuando se me plante, no cuando me lo marque el calendario... preferiblemente después de reyes, con las rebajas y allá los borregos. Siempre se puede dar dinero, o una tarjeta regalo y se cumple ese día. También se puede comprar el regalo cuando detectas el deseo, o el gusto por ... y guardarlo hasta el momento adecuado y así celebras el primer beso o el día de los enamorados, el día de su cumpleaños, el del primer polvo, el día que contrajisteis matrimonio, el día del nacimiento de tus hijos, o porque hoy es hoy y me doy cuenta que te quiero, que eres la mejor persona con la que podía estar, a pesar de..., o incluso por...
Yo tengo un regalo para ti.

Anónimo dijo...

¿Que partes de tu cuerpo son tan exageradas para que no quepan en el modelo estandar del prêt-à-porter? Tú lo que quieres es que te tome, bien tomadas, tus medidas, la tendera. No te imaginaba tan procaz, con lo tímido que pareces, a las veces.

Anónimo dijo...

Las dos emociones más inútiles en la vida son la culpabilidad por lo que se ha hecho y la preocupación por lo que se podría hacer. Son los dos grandes despilfarros: la preocupación y la culpabilidad. La culpabilidad quiere decir que despilfarras tus momentos presentes al estar inmovilizado a causa de un comportamiento pasado, mientras que la preocupación es el mecanismo que te mantiene inmovilizado ahora por algo que está en el futuro y que a menudo es algo sobre lo que
no tienes ningún control.