2016/01/27

CONVERGER SIN CONFLUIR

La fantástica retórica de Izquierda Unida siempre dio mucho juego como digna heredera de la alambicada doctrina marxista, un poco desdibujada en los últimos tiempos a decir verdad pero con visos de resurgir.

Aunque lo intentas, te cuesta lo tuyo entender el lenguaje del coordinador de IU de tu ciudad. Tuvo que ser entretenido acudir a esa asamblea de la agrupación e intentar captar cuánto ardor mostraban en la defensa de sus respectivas posturas las facciones confluyentes por una parte y las convergentes por la otra. La mayor parte de los diccionarios los tratan como sinónimos, pero no consultaron con las propias palabras, que quizá querían continuar siendo autónomas defendiendo con tenacidad cada una sus respectivos hechos diferenciales y su vida de solteras.

Pensando en la etimología, quizá converger es reunirse y no pasar de ahí, como en un estanque,  mientras que confluir sería fundirse y avanzar río abajo hasta el ancho mar. Entretenida logomaquia en cualquier caso si no fuera porque mientras discutían si eran galgos o podencos, convergentes y confluyentes se llevaron un mortal mordisco de Podemos.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los principios son buenos, ahora bien, cuando no tienen el éxito deseado, se cambian. O nos pasamos a Podemos, porque Somos lo que podemos.

Anónimo dijo...

Y si se alían Psoe y Podemos ¿en qué quedarán los principios? ¿Y los finales?

ANgazu dijo...


Mucho me temo que fagocitar va a ser más adecuada para ciertos casos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Cuando Rubalcaba dejó que creciese el 15M, no se podía imaginar las consecuencias, ni para los comerciantes de la Puerta del Sol, ni para su propio partido. Estas son las consecuencias, que más que joder al PP, está jodiendo al Psoe. España es diferente: por que te dejen tuerto soy capa de quedarme ciego.

Anónimo dijo...

Jueves lardero: carnaval, comadres y compadres. Y llevamos ya de carnaval desde hace ya mucho tiempo. No hace falta esperar a estas fechas. Una fiesta que se instituyó ni más ni menos que para iniciar solemnemente la tanda de días en que había que aprovechar para hartarse de carne, a fin de no echarla en falta durante la inminente Cuaresma. Lardero es un adjetivo procedente del antiguo lardo, que es el tocino. El significado usual de tocino es el de carne gorda (con grasa) del cerdo; carne en fin de cuentas, con lo que vino a ser sinónimo de carne de cerdo. Y esto era lo que en especial caracterizaba al Jueves Lardero, el abundante consumo de esta carne. Y falta pan para tragar a tanto chorizo, a tanto atocinado, a tanto cerdo. El lema de los del 15 M.