2014/10/24

CON LOS PREMIOS PRÍNCIPE APARCANDO LOS PRINCIPIOS.

Si el alcalde de Ribadeo, del BNG, no rechazó el encuentro con el famoso joven Nicolás porque podía caer algo favorable para el pueblo, no serás tú quien deseche los efectos beneficiosos de los Premios Príncipe de Asturias, que animan la vida ovetense estos días. Al menos psicológicamente.

De camino hacia El Fontán se oye el murmullo desde la zona del estanque del Campo San Francisco, muy concurrido con gente menuda posando junto a una gran Mafalda, aprovechando que Quino está estos días en Oviedo para recibir uno de los premios.

Antes, encontraste recortes de Mafalda en la fotocopiadora, de padres afanados en apoyar a sus hijos en las labores escolares encargadas para la ocasión.

Cerca de la Escandalera se oye música de gaita en algún sitio. Xente de Uviéu tambor y gaita, bueno, más vale reír que llorar. Cuando tomas asiento junto a la botella de sidra, en la mesa de al lado un grupo de gente está ilusionada en conocer a la periodista congoleña premiada con el Premio de la Concordia.

Gracias a los premios, los que vivimos en Asturias tenemos la oportunidad casi de palpar a los premiados, de asistir a sus conferencias, de leer sus publicaciones, de conocer su vida.

De paso, contra reloj, a trancas y barrancas, se parchean algunos baches, se renuevan o fijan baldosas, se da una capa de barniz. Pero se repara. Algo sacarán de provecho los barnizadores.

¿Que esto que escribes y sientes hoy, porque te embaucaron la música y el colorido, está en contradicción con algo que escribiste no ha mucho? Seguramente. ¿Dónde quedan tus principios republicanos aprovechando las migajas de la monarquía? También.


"No tengas en cuenta, Señor, mis pecados, cuando me llames a tu presencia".


Eres débil y dubitativo, por eso bautizaste así este cuaderno de bitácora. 


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Republicano, no dices nada de esa gente que ha venido a protestar por las malas condiciones de vida que están sufriendo, seguramente no te han llegado sus lamentos. Eso no lo quieren ver tampoco los asistentes al Campoamor. Esa realidad incómoda hay que ignorarla

Anónimo dijo...

..demasiada "casta casposa" en la platea del Campoamor,para la entrega de los premios.Mirando por TV dichos premios me dí cuenta que 1/3 de los mismos viven del cuento!!!

Anónimo dijo...

Mirando lo que no sale en televisión, se ve gente que pasa necesidad, se va a los cuerpos represivos del estado impidiendo que esa gente, que no vive del cuento, se haga ver y oír: los sonidos de las bandas de gaitas acallaban sus voces. Bien por el reconocimiento de los galardonados, pero hay otra realidad en España que no es de glamour, no hace falta irse a países del África negra para ver carencias y ayudar a los necesitados