2017/08/20

BOLARDOS ANTITERRORISTAS

Los periódicos de papel o digitales que manejas habitualmente o las pocas emisoras de televisión que frecuentas se mueven en terrenos razonables, y al decir 'razonables' señalas que no se dejan llevar por las vísceras o los sentimientos primarios. No así los mensajes que te llegan a través de las redes sociales o en conversaciones directas: aquí los mensajes van prácticamente en un único sentido. No encuentras la explicación: o te has derechizado o tus amigos te ven así o los tolerantes o acaso los más fríos no participan tan activamente en las redes o no se atreven a publicar sus argumentos.

Todo lo anterior te sume en una gran perplejidad que genera sensaciones y pensamientos contradictorios.
Sin ir más allá, en el asunto de los bolardos, a bote pronto te parece de una prudencia elemental colocarlos donde sea previsible un riesgo mayor. Sin embargo, lees que un afamado columnista defiende la no instauración porque implicaría que Occidente se rinde al renunciar a la ciudad abierta que nos caracteriza.

Por las redes los mensajes mayoritarios que te llegan son de este estilo, y seguramente mejor no entrar en cifras, se trata de la idea:
- 800.000 árabes (los mensajes utilizan otros términos) en Cataluña.
- 62 mezquitas salafistas, más que en Túnez.
- 47% viviendo de las ayudas sociales.
- Soluciones rápidas: cerrar mezquitas, quitar subvenciones y pisos gratis, expulsión de sin papeles, prohibición de velos, comidas autóctonas en los colegios.
- Que quiten todas las ayudas a los musulmanes: estamos dando de comer a sus hijos para que maten a los nuestros.
- Prácticamente todos los yihadistas detenidos hasta ahora, no de resultas de este atentado sino de operaciones anteriores, cobraban ayudas públicas.
- Sorpresa por no haber víctimas entre los manteros y consiguiente sospecha de si estaban avisados.
- Fotos y mensajes-contraste como la que ilustran este post.

También te llegan otros textos en otros sentido, los menos:
- 20 millones de musulmanes marchan contra ISIS en Irak y los medios occidentales no se hacen eco de la noticia, aunque la noticia no es absolutamente reciente.
-http://equoasturias.org/no-al-odio

En resumen, te da la impresión de que el izquierdista permanece en estado de shock ante estos atentados porque ve que el terrorismo islamista es una apisonadora imposible de detener ni a corto ni a medio plazo con las medidas de justicia social que preconiza para el mundo. Mientras llega esa justicia, el terrorista sigue matando. ¿Qué bolardos colocamos?




2 comentarios:

ANgazu. dijo...


No se de ninguna sociedad que haya conseguido erradicar la delicuencia, y esta es un problema trivial comparado con el terrorismo.

Puede ayudar dotar de mas medios a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y taifas, pero se corre el riego de caer en un estado policial que no solucionaría el problema y perjudicaría los derechos y libertades de los ciudadanos.

Y no esperes demasiado de los políticos tan aficionados a hablar mucho y hacer poco, ni de compartir esa información que dicen mientras existan ranchos de poder cuyos objetivos distan bastante de los intereses de los ciudadanos.

Por tanto, hay que ir acostumbrándose a vivir con el terrorismo, que en España ya tenemos experiencia.
Y prepararse par algo más gordo, que en eso nos falta cultura de defensa.

Y si alguien cree que el buenismo y los brindis al sol van a solucionar el problema, que enseñe a sus hijos a rezar mirando a la Meca y a sus hijas a llevar burka.

Saludos.
ANgazu.

Anónimo dijo...

En el atentado terrorista de Madrid, el culpable era Aznar, porque sus actitudes habían cabreado mucho a los islamistas. ¿Y ahora? Había que ir a vocear a la sede del PP. ¿Y ahora?
Si se colocan bolardos, se busca otra manera de matar y una muy buena, es usar un dron en las grandes concentraciones. ¿Se prohibirán los drones? ¿Se prohibirán los suicidas kamikazes? Cuánto nos cuestan los votos de los inmigrantes a los que se les pagamos casa entre todos, les damos pensiones no contributivas y eso crea un agravio comparativo con los españoles que no reciben subvenciones por la gracia del político de turno. La culpa de estos desastres terroristas es de los políticos y ellos no son víctimas de estos actos: las prebendas, los privilegios, los aforamientos, los escoltas... son para los políticos. Mientras se sigan creando diferencias sociales, habrá matanzas como respuesta a la injusticia.
En estos días de verano no hay muchos acontecimientos y las tv hacen su agosto, llevándonos hasta el hastío con tanta información y tanto cotilleo sobre la matanza de unos locos, que no se merecen la dedicación de los Mass, ni la atención de los espectadores. Y así estaremos hasta que los separatistas catalanes vuelvan al ataque, con su afán de ser cabeza de ratón. España en general, y ciertas ciudades, como Barcelona, viven más del turismo que de la producción de cualquier cosa y si no cuidan el turismo, muchos van a vivir de la caridad. Pero los políticos tienen ya sus pensiones vitalicias. Los bolardos no son la solución. Ni el estado policial tampoco. Pero hacen falta más policías y más guardias civiles (y más sanitarios en los hospitales, y más... porque no se cubren las vacaciones, ni las jubilaciones y se amortizan esas plazas) porque la policía autonómica no es tan eficiente, porque lame la mano de quien le da de comer.