2017/01/02

RESUMEN DEL AÑO Y BUENOS PROPÓSITOS

Algunos pocos años seguiste la costumbre de plasmar aquí un resumen del año, necesariamente parcial y subjetivo, además de la autolimitación impuestas de tratarse de un blog de comentarios no demasiado íntimos.

Si nos atenemos a las tres manidas aspiraciones de obtener la satisfacción vital (las tres cosas de la vida) a través de la salud, el dinero y el amor, el año no fue mal.

En cuanto a la salud, pendiente de análisis rutinarios para los que nunca encuentras fecha, fue un año de ejercicios y caminatas no recompensados por la báscula. La tecnología te dice que saliste a caminar noventa y nueve días una media de trece kilómetros, dependiendo del clima y del tiempo disponible. Esta nueva dedicación, para pasmo de casi todos tus conocidos, te restó algo de tiempo para la genealogía pero no disminuyó considerablemente la producción bloguera. Es más, la soledad pudo ser fuente de inspiración.

En cuanto al dinero, como procede del trabajo, nada que añadir. Hacienda tiene los datos.

Del amor solamente hay que pedir que el futuro no empañe el pasado.

Por no dejar en blanco el capítulo del foryú, no te quejas.

Para el año ya entrado pides, como todo el mundo, salud para ti y para los tuyos; trabajo (*); amor (vale lo dicho) y tiempo libre.

(*) En cuanto al trabajo te preguntan muchos ajenos a tu empresa si no te jubilaste o si no te jubilas. Aclaras aquí que todavía no tienes opción hasta dentro de unos años, por lo tanto vas a trabajar, además, con la ilusión de ser útil, porque si uno se para a pensar -como se estila- en los agravios comparativos, otros tendrán argumentos para ponerte colorado; eso sí, te irás en cuanto tengas una oportunidad medianamente aceptable.

Para terminar, el tiempo libre tienes pensado dedicarlo a la lectura, a escribir alguna cosa por aquí, a tomar una sidra al mediodía departiendo con alguien o leyendo un periódico, a la genealogía y a lo que se pueda. Por ejemplo, por la tarde si hay fútbol ¿qué haces en casa? ¿El coro? No está descartado.

(¿No es de reseñar que tu mujer se haya prejubilado y que algunos miembros de la familia padezcan los achaques de la edad? Sí, eso cuenta, pero no se cuenta).


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien, Luisín, nunca peor. Haz el amor todo lo que puedas, que rejuvenece (busca este dato en internet)

Anónimo dijo...

¿Cómo vas a jubilarte tan joven? Qué vas a hacer con tanto tiempo libre aparte de dedicarte a la genealogía? ¿Habrá suficiente sidra y pinchos de picadillo en tu terraza favorita? ¿Saldrás más frecuentemente con tus amistades a visitar los monumentos históricos que no quieres demoler? ¿Leerás a Pío Moa, o a Hugh Thomas, o a Ian Gibson, o a Manuel Tuñón de Lara, o a Ricardo de la Cierva, o a Julián Casanova, o a... ? Ya sabes que si nos cerramos a todas las doctrinas equivocadas terminamos por perder la verdad. ¿Ejercerás de abogado de oficio de las causas de los más indefensos de la izquierda?
Enhorabuena