2016/11/27

RITA BARBERÁ

Al hilo de la muerte de Rita Barberá, ex alcaldesa de Valencia, vivimos todos muchas incoherencias, claro que a lo mejor tampoco nos ponemos de acuerdo en qué es coherencia, pero hay que avanzar.

Lo primero es que a la Barberá la traicionó su físico, ese aspecto de señorona de peluquería campanuda, papada, grandes y famosos bolsos, abrigos ampulosos y collares a lo Carmen Polo de Franco. El aspecto influye para bien y para mal, en su caso para mal, crees.

Ahora se podrá reinventar la historia, pero a simple vista Rita Barberá fue durante los últimos meses un mal ejemplo de aferrarse al cargo, a distintos cargos, bien porque se creía inocente, bien porque buscaba o le buscaban un status cualificado de cara a los procesos judiciales pendientes. Las viñetas de los periódicos también resumen y forman o deforman la opinión pública.

Saliendo del hemiciclo en el minuto de silencio, Podemos fue coherente con su teoría de fuera paños calientes. Así lo están haciendo en el Ayuntamiento de Oviedo cuando constantemente se dirigen al ex alcalde como 'el imputado por corrupción Caunedo'. Cuando dejen de ser casta (no tardarán) moderarán el lenguaje y los gestos y se amoldarán a los minutos burgueses de silencio. Lo justificarán como una nueva coherencia a costa de renunciar a la coherencia anterior.

Al PP la muerte súbita de Barberá le llegó en el peor momento. Perdieron una oportunidad de mostrar coherencia. El PP no hizo nada malo apartando a Barberá, simplemente cumplió con los acuerdos anticorrupción que no necesitan sentencia firme. A veces los pactos acarrean estas consecuencias enojosas y chocantes. Lo que no tiene sentido es propugnar un nuevo cambio de criterios al primer revés. El juego político es así. Los partidos necesitan apartar a los encausados en algún momento antes de la sentencia firme. Ya se sabe que si finalmente se es absuelto, la remoción habrá sido injusta, pero la justicia no es el único criterio que debe orientar la acción política.

Rita Barberá murió no culpable y mostró las vergüenzas y las misesrias de todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por las noticias me doy cuenta de lo querida que ha sido la Barberá en Valencia. No se si todos los valencianos serán fachas. No se si realmente ha sido ella quien a contribuido a poner a Valencia tan atrayente, a diferencia del alcalde de Burgos, del PP, que se ganó la rebelión de sus ciudadanos por querer convertir una avenida en un bulebar. La vetusta doña carmen polo de franco, como todo el mundo la llamaba entonces, era más musguina, la Barberá era más imponente. No se si el físico ideal de política es el de Susana Díaz, o el de la Bescansa, o el de Tania Sánchez. Desde luego Pujol ha estado muchos años y mira como nos ha resultado y encima se pone chulo amenazando con la rama de los pájaros y nadie se mete con él, no muere de un infarto, no devuelve lo robado, y luego los catalanes no tienen para arreglar sus fallos de electricidad, o sus inundaciones y le piden a la España que les roba.
No se si el Trump puede dar una lección al mundo entero de buen gobierno, como hizo fidel casto (que Dios le acoja en su seno). Algunos están celebrando la muerte del tirano y cuba, con su hermano, seguirá con la misma pobreza, con la misma penuria. Las tiranías sean de derch o de izq son igual de injustas. Igual admiten a todos los desencantados a irse a vivir allí, y los que no, a venezuela. Y los que o quieran vivir ni en cuba ni en venezuela, que se puedan marchar. Ya vemos que aquí el Psoe no sale con mayoría, los Bardén con la Penélope y Almodovar no hacen suficiente propaganda del régimen que a ellos tanto ha favorecido. Claro que estos chaqueteros adulan al que está en el poder, como víctor manuel, el de mieres, hizo con el generalísimo. Es gente sin principios.
Se pierde el protocolo más elemental si no se cumplen las más elementales normas de convivencia. Carrillo tenía una mejor visión política.

Anónimo dijo...

Muere Rita y muere Fidel, el equivalente al dictador en España durante 40 años, que dio viviendas sociales, inauguraba pantanos, la seguridad social y el No-Do en España, como Fidel en Cuba. Unos le amaban a muerte y otros le deseaban la muerte con idéntica pasión.¿Qué fortuna deja Fidel al morir? Los adversarios festejan su muerte mientras que sus adeptos guardan el luto. Qué difícil es ser objetivo.