2017/12/11

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA, EL CRISTAL CON QUE SE MUERE

Que te caiga una piedra sobre sobre el techo o sobre el parabrisas de tu coche es una desgracia, achacable en muchos casos únicamente a la mala suerte. Así lo valoran incluso los usuarios de la ruta afectada, que no aprovechan para buscar culpas y cuartos, y estás de acuerdo.

http://www.lne.es/cuencas/2017/12/10/alcalde-montaneros-consideran-inviable-eliminar/2206504.html

No todas las eventualidad de de la vida se pueden prevenir pero te gustaría que esa misma comprensión o condescendencia se tuviera si la piedra cae a la vía del tren o sobre el mismo tren. Temes, sin embargo, que en este caso se busquen las culpas en el deficiente mantenimiento de una trinchera o en la escasa resistencia de la luna de un tren. En parecido sentido, se es más exigente con las autopistas de peaje que con las carreteras gratuitas, como si la seguridad no debiera medirse con el mismo rigor o con la misma laxitud, que en este caso es lo mismo.




3 comentarios:

ANgazu dijo...

Bueno, Luis Simón, ya sabes que medir y/o juzgar por el mismo rasero no es algo muy propio de estas latitudes.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si las carreteras nacionales estuviesen tan bien cuidadas como las autopistas de peaje ¿habría algún 'esplendido' que pagase el mismo servicio que se ofrece gratis?Pensemos en el Huerna y Pajares. Pensemos en el AVE y una línea convencional al mismo destino, si la hay. Pensemos en los médicos de la seguridad social y los de la clínica privada de Pamplona. ¿Alguno es tan gilipollas como para gastarse sus ahorros por algo que puede conseguir gratis, como la resección de un cáncer y la prolongación de la vida? ¿Por qué hay personas que van a colegios privados, a universidades privadas, cuando las públicas pueden ofrecer lo mismo?

Anónimo dijo...

Dónde están los dineros para mejorar las carreteras nacionales? Dónde están los dineros para mejorar los Servicios Sociales? Hay que subir los impuestos, hay que pagar más por todo, más IVA, más por cada transacción comercial, porque no hay dinero suficiente para que roben los políticos (no para que cobren sus altos sueldo) y para mantener los servicios públicos.
Ah! hay que endurecer el cristal con que se mira.