2015/06/29

MÁQUINA CRIANDO GAMUSINOS



Tomando la mítica botella de sidra y el mítico pincho de picadillo en El Fontán, lees una de esas noticias de puro relleno, pero que son también míticas. La noticia está capada, pero con la fracción libre es suficiente para hacerse una idea.

La primera vez que oíste hablar de los gamusinos estabas en las prácticas militares de ferrocarriles en León. En aquella fase se trataba de aprender a gestionar la circulación, aunque entonces no se hablara en esos términos consultorescos. Bajo la supervisión del jefe de circulación podías coger el teléfono, cursar o recibir algún telefonema, registrar la hora de paso de los trenes en los libros al efecto, resumir las causas de los retrasos en términos que a veces no entendías (por ejemplo, ‘restablecer itinerario o esperar diferímetro’). Esas actuaciones había que realizarlas ajustando los tiempos y aprovechando para hacer las maniobras cuando no interfirieran el paso de los trenes.

En una ocasión, bajo las órdenes del superjefe Borge, tú estarías con la caraja y no te diste cuenta de que había que activar el movimiento de una máquina para que cambiara de vía. En estas oyes:

- ¿Qué hace ahí esa máquina, criando gamusinos?

Nunca más te olvidaste de los gamusinos aunque, hasta ahora, no volviste a sentir curiosidad por descubrir qué eran.


Con el paso del tiempo y las vueltas de la vida, el gran Borge se convirtió en pareja de tu madrina. Una suerte para ambos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien, aprovechando que el Bernesga pasa por Valladolid, nos cuentas, tangencialmente, tu vida. Y no nos cuentas nada de esos gamusinos! ¿A cuánto el kg? ¿Son mejores estos que los de León? En fin, cada uno desvía el cauce a su molino.