2015/02/27

EL IZQUIERDISTA Y EL IMPUESTO DE SUCESIONES

De un tiempo a esta parte arrecian las informaciones y las críticas al impuesto de sucesiones y al tipo de gravamen que sufren las herencias asturianas, quizá las mismas críticas que se quejan de los escasos recursos públicos que se dedican a investigación, a Universidades, a carreteras o al ámbito que toque desagraviar, siempre cambiantes y crecientes.

La existencia de unos tributos onerosos siempre será un motivo para eludirlos mientras la maniobra resulte sencilla, ocurre con la humilde viñeta, con el impuesto de sucesiones o con cualquier tasa por la instalación de un establecimiento mercantil. En unos casos será disculpa para cambiar de municipio, en otros de región, en los casos más extremos de país. Aparquemos el patriotismo a estos efectos.

Lo curioso es escuchar críticas a votantes y simpatizantes de izquierdas contra el impuesto de sucesiones ¿qué es para uno ser de izquierdas en lo tocante a la economía? desde luego será la existencia de una mayor intervención del poder público, para lo que se necesita desplazar recursos desde los particulares.


Un planteamiento radical de izquierdas estima ilegítima la adquisición de la riqueza a través de la herencia. No están los tiempos para radicalismos (a expensas de lo que respondan las urnas a Podemos) pero el simpatizante de izquierdas debería tener claro ese concepto...aunque por la posición social y económica no le interese

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen ahora los nuevos candidatos a las elecciones para cargos públicos en el gobierno, que no hay gente izquierdas ni de derechas: hay gente que oprime y gente oprimida, los de arriba y los de abajo, los señores y los servidores. Evidentemente un político es un servidor público. Vale quien sirve, decían los de aquella organización juvenil.
Y ya que estamos entrando en política, hay gente que quiere escuela gratis, becas, comedores gratis, vivienda de protección oficial, sanidad gratis, pensión por no trabajar, subvención por montar una empresa, subvención por cada empleado, subvención por cada hijo, subvención por el transporte... al final da igual que sepas hacer algo o no, se cargan la competitividad entre profesionales porque no importa lo diestro que seas, vas a ganar igual seas albañil o arquitecto, tengas que ir a trabajar, o disfrutes del paro, seas un buen abogado, o un buen delincuente. Salvo político, nadie querrá ser nada, ni médico, ni maestro, ni empleado de banca, bueno quizá gestor de empresa pública sí, como ahora.

Anónimo dijo...

El derecho de herencia no lo inventó Rajoy. No es obligatorio aceptar una herencia, ni con deuda, ni con beneficio. Entiendo que si uno vive del Estado y no tiene nada propio, ni los hijos, no deje nada a sus herederos. Si un médico muere, no veo mal que sus descendientes se hagan cargo del negocio del padre y de los pacientes del finado, si están debidamente cualificados para ejercer la medicina. La clínica, . la casa y el instrumental es también heredable. Si lo que tienen los padres es una pelu, no se cuanto enriquecimiento puede proporcionar a los herederos. El patrimonio cultural también es heredable, la formación que te han dado tus padres, la manera de conducirte en la vida, la estabilidad emocional, la seguridad ante la incertidumbre, la solidaridad, la simpatía, las emociones agradables y los buenos recuerdos. Muchos reniegan hasta de eso. Ahora si se me pregunta si la fortuna de los Pujol es heredable, o si se le debe restituir al pueblo, entonces sí considero ilegítima la adquisición de la riqueza a través de la herencia.

Anónimo dijo...

La vieja discusión de la izquierda y los servicios del Estado intervencionista. Qué servicios debe prestar el Estado a una sociedad. La justicia. Cuál es la forma en que el Estado imparte justicia entre los gobernantes y sus ciudadanos. En qué Estado no falla la justicia, aunque sea la distributiva. Los cuerpos de seguridad del Estado también deben correr a cargo del Estado. El suministro de energía lo debe garantizar el Estado, pero su precio es casi privativo, también la distribución de alimentos, pero ni la sanidad, ni la enseñanza son absolutamente estatales. El Estado comunista no hace el paraíso, tenemos ejemplos de que no ha resultado viable. Otros creen que un Estado de libre mercado asegura un reparto más justo de los recursos en la sociedad. Hay quien quiere todos los recursos del Estado para el enriquecimiento de su propiedad privada con la aquiescencia de la justicia y la colaboración de los cuerpos represivos del Estado. Los representantes del pueblo siempre son los más significativos. Ni la familia, ni la escuela, ni la religión son capaces de cambiar la forma de ser de este pueblo español, porque si fuésemos de otra forma, no nos representarían los arribistas que hemos elegido para que nos saqueen de forma tan grosera. Ellos son nuestra referencia.

La_Nenina dijo...

Es injusto porque en unas CCAA sí y en otras no.