2013/03/19

AÑICOS

Sin demasiados preparativos hará cosa de treinta y cinco años habrás cogido los mínimos enseres, los habrás colocado en una mochila o una bolsa, el recuerdo es muy borroso, debió ser en otoño, no conservas fotos, no llevaste tu vieja cámara, temerías tener que aportarla a la comuna, tus intenciones no eran un ejemplo de desprendimiento, habrás salido de León, o de Asturias, no lo recuerdas bien, sí que llegaste a Barcelona,  seguramente en un tren nocturno, en una litera de aquellas en las que compartías departamento para reducir costes.

Desde el puerto barcelonés embarcaste hasta Ibiza la noche siguiente con el billete más barato, ese que daba derecho a una silla de madera en cubierta. No tardaste en darte cuenta de que la escasa ropa de abrigo no era la mejor compañía para pasar una noche. Ocho horas en cubierta frente al viento y la noche no eran el romanticismo esperado. No sabes cómo, pero te escabulliste hasta un camarote utilizando la experiencia de los viajes nocturnos en los trenes.

En la isla pasaste unos días en una comuna, Can Tirutit, que habías conocido a través de la revista Ajoblanco, icono de la contracultura durante la transición. Como experimento extraordinario solamente recuerdas haber comido patatas con piel. No gastaste una peseta. Creerías que aquellos comuneros se alimentaban del aire y de lo que recolectaban de la tierra sin mayor esfuerzo. Eran hombres prácticos y de escasa filosofía, contra la idea que te habías forjado.

De aquel viaje trajiste un souvenir para colgar en la pared: una vela protegida por su tulipa y una esquila con su correspondiente badajo. Te comunica tu madre que haciendo limpieza el cristal se acaba de partir en mil pedazos.

¡Tantas cosas se hicieron añicos! Alguna entonces mismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En la comuna ¿hubo yacimiento? por lo menos

Anónimo dijo...

Yací-miento... de minerales preciosos!

A veces las cosas no son lo que quieren dar a entender. Y las ilusiones y expectativas se hacen añicos.

A todos nos ha pasado tamaño desengaño