2022/03/25

DE FACEBOOK (Días 20 y 21)

LECTURA DE LA PRENSA. LA REGENTA
Uno espera siempre con interés la columna semanal de Enrique del Teso en La Voz de Asturias, pese a que la mayor parte de las veces le revuelve a uno las tripas, por no decir la conciencia. Es un escritor punzante, culto, ingenioso, brillante y tremendista. A este artículo en concreto uno cree que le sobra algo, esto por ejemplo: “Calviño y Sánchez no son fachas zafios como Ayuso”. ¿Quiere decir que son fachas no zafios, pero fachas? Es posible porque del Teso mete miedo. Uno también cree que al artículo le sobra todo el último apartado, sin el cual le quedaría redondo. Alude a La Regenta, dando a entender que no cambiaron tanto las circunstancias pese a la antigüedad de la novela. https://www.lavozdeasturias.es/.../0003164762117033056169...
A la Regenta dedica una página LNE con motivo de una nueva edición al conmemorarse el 140 aniversario de su publicación. La Regenta es una novela para leer con tiempo y tomando nota de los numerosos personajes que aparecen. No obstante, una vez leída se puede disfrutar de ella abriéndola por cualquier página. En la edición que tiene uno a la vista, llega a las 676 páginas y si uno dijo que se podía leer por cualquier página, ahí va la prueba:
Página 176: Ana creía ver en cada rostro la llama de la poesía. Las vetustenses le parecían más guapas, más elegantes, más seductoras que otros días; y en los hombres veía aire distinguido, ademanes resueltos, corte romántico; con la imaginación iba juntando por parejas a hombres y mujeres según pasaban…
Página 276: La Marquesa ayudó, pero fue inútil. Don Fermín se había propuesto no ir al Vivero aquella tarde: comprendía que eran allí todos íntimos de la casa, menos él; ya había aceptado el convite porque… no había podido menos, por una debilidad, y no quería más debilidades.
Página 376: En las reuniones de segundo orden, que abundaban en Vetusta, la humedad excitaba la alegría; cada cual se iba al agujero de costumbre, y era de oír, por ejemplo, la algazara con que entraban en el portal de la casa de Visita los que la favorecían una vez por semana honrando sus salones, que eran sala y gabinete; eran de oír las carcajadas, las bromas de los tertulios guarecidos bajo los paraguas…
Página 476: Y en tanto Foja, Mourelo, don Custodio, Guimarán, El Alerta y, entre bastidores, don Álvaro y Visitación Olías de Cuervo trabajaban como titanes por derrumbar aquella montaña que tenían encima: el poder del Magistral.
Página 576: Desde aquella tarde pescaron. Pescaron poco, pero muy alabado. Ana leía, sentada en su banqueta de lona blanca con franjas azules, mientras sujetaba la caña con la mano izquierda, sin más fuerza que la necesaria para que la corriente no la llevase.
Página 676: Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio que le causaba náuseas. Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo.
Pasamos de la Asturias del XIX a la del XXI. Alguien se jactó de que en la universidad asturiana la tasa de abandono es del 17,19 %, inferior a la media nacional, establecido en el 20,83 % y se ilustra con un mapa del fracaso por autonomías. Con solo fijarse un poco en los números se constata que es absolutamente imposible que la media nacional esté en un 20,83 % si solamente dos comunidades la superan y no tienen el peso específico de las regiones más pobladas.
La Voz de Lena recuerda que en el concejo de Lena solamente una calle lleva nombre de mujer, y no en la capital del concejo. Es un dato que refleja la injusticia de la historia con el género femenino. . Uno, no obstante, no es partidario de andar cambiando los nombres, y para nuevas calles y plazas prefiere el nombre de los prados, o accidentes geográficos de la zona donde está previsto que se abran las nuevas calles o plazas.
Javier Zarzalejos, diputado del Partido Popular en el Parlamento Europeo, escribe en El Mundo sobre la distancia ideológica que obliga a su partido a marcar claramente todo aquello en lo que no cabe transacción con Vox, que concreta de la siguiente forma: “Si bien esa contigüidad electoral puede impulsar acuerdos, la distancia ideológica obliga a marcar claramente todo aquello en lo que no cabe transacción. La fijación eurófoba de Vox, su pretensión de acabar con el Estado autonómico, sus propuestas sobre inmigración impracticables y oportunistas –que se lo pregunten a la presidenta madrileña–, referentes internacionales como la señora Le Pen que predica literalmente «la equidistancia» ante la invasión rusa para que Francia pueda desplegar no se sabe bien qué influencia en el conflicto, son límites objetivos y serios a las posibilidades de acuerdo con Vox”.
El Gobierno da un giro en favor de Marruecos sobre el Sáhara, en palabras del titular de El País, avalando ahora un plan de autonomía para la antigua colonia a cambio de garantías sobre Ceuta y Melilla. Sorprendentemente el gobierno justifica el momento elegido por la invasión de Ucrania para cerrar la crisis surgida hace unos meses entre Marruecos y España, y por la posición adoptada por Marruecos en las Naciones Unidas en relación con el conflicto del este de Europa. En relación con el Sáhara uno cree que al final triunfó la política de hechos consumados. Una invasión que persiste cerca de medio siglo acaba consolidando la ilegalidad inicial. Así ocurrió siempre. A final la comunidad internacional avala la situación de hecho y España lo acaba por admitir. El País reconoce que la carta de Pedro Sánchez implica contradecir el programa electoral en este punto.
El País y El Mundo resumen este medio siglo de historia, el primero ligeramente más asépticamente.
En el Mundo Santiago González escribe casi diariamente una columna de opinión bajo el epígrafe de “A contrapelo”. La de hoy viene totalmente a cuento porque se titula “¿Ahora son violentos los piquetes?” y recuerda que hace un año se derogó el artículo del Código Penal que tipificaba determinadas actuaciones de los llamados piquetes informativos.
Putin sigue enardeciendo a sus compatriotas con el argumento de que Ucrania, con una política nazi, estaba cometiendo un genocidio contra los rusos. ¿Quién les convence de lo contrario si los medios de comunicación informan machaconamente de noticias reales o inventadas o reales pero magnificadas cuando no hay libertad o cuando no se quiere leer otra cosa? Ese riesgo lo tiene uno aquí mismo si se fía únicamente de los medios de comunicación afines. Sea como fuere, Rafael Moyano apunta en El Mundo algo que ya se dijo aquí, que tampoco es ninguna originalidad porque es de cajón: “Tres semanas de guerra han generado ya una cantidad suficiente de víctimas, vivas y muertas para levantar unas montañas de odio que permanecerán durante décadas y marcarán a generaciones de ucranianos”.
Que a Luis Enrique, el seleccionador español de fútbol, no le tiembla el pulso está claro. Ahora acaba de llamar a la selección a David Raya, un portero de 26 años que lleva diez años en el fútbol inglés, donde jugó en un equipo de segunda división que ascendió este año, y donde solamente lleva quince partidos en la máxima categoría. Mucho fútbol tiene que ver Luis Enrique y con otros ojos para fijarse en un jugador así, con la cantidad de porteros españoles que defienden las porterías a lo largo y ancho del mundo.
Quizá sin querer Juan José Millás escribió un recuerdo para los padres fallecidos, justamente en su día.

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LECTURA DE LA PRENSA. NADA
¿Qué tiene uno que decir de la protesta de los transportistas? Nada, como de tantos problemas que se viven y sufren en el mundo o junto a casa. Son tantos los colectivos que están sufriendo la desmesura de los precios, que uno tiene la sensación de que no todo se va a poder resolver de golpe (o resolver a secas algún día), por lo que quienes más griten y quienes primero se sienten en la mesa de negociación tienen más posibilidades de sacar algo en limpio. Para los segundos habrá menos, para los últimos en apuntarse a las reivindicaciones/negociaciones quedarán, como mucho, unas migajas simbólicas.
La periodista Mariola Riera resumía en LNE con este titular “El pueblo grita en la ciudad. Un desahogo para quienes alimentan a la población”. Y este texto: “Saben que la solución no está en su mano y mientras esperan a que la administración tome cartas en serio en el asunto (a estas alturas parece que ya no se sabe muy bien qué hacer en medio de una crisis global desbocada que toca de lleno a todos los sectores) se van este domingo a Madrid a desahogar. ‘Es lo que nos queda’, resumen. Gritar y protestar no les inyectará dinero en sus maltrechas cuentas corrientes, pero al menos será un bálsamo para el espíritu. Desahogar, y si es en compañía de los que sufren igual que tú, siempre viene bien. Miles de agricultores, ganaderos, cazadores y todos los que viven del sector primario meterán por unas horas el agua en casa a los de ciudad, que deberán escucharles o, al menos, callarse y respetar que les trastoquen el vermú dominical con ruidos de tractores, cencerros, bocinas y el mal olor de las boñigas de las vacas, cabras y ovejas que se sumarán con sus dueños a manifestarse sobre el asfalto del Paseo del Prado. Una protesta que no podía ser en otro sitio más que en Madrid, el mejor altavoz y en cuyos despachos muy alejados de los pastos asturianos y de las llanuras cerealísticas castellanas se aprueban leyes en su mayoría ineficaces, incomprensibles, absurdas, sin pies ni cabeza para el medio rural”. Lo de los pies y la cabeza en opinion de la gente del campo, o quizá de la periodista.
Uno de los organizadores de la protesta ovetense pedía a los manifestantes a través del micrófono: “No entrar en provocaciones de terceras personas, no dañar el mobiliario ni nada, somos buenas personas, somos trabajadores que pedimos que nos paguen nuestro trabajo a un precio digno. ¡Ánimo y a luchar!”. ¿Se puede extraer de estas palabras alguna pista sobre qué ideología hay detrás? Sí.
Alfonso Camba, antiguo concejal socialista de Oviedo y actual presidente de la Sociedad Ovetense de Festejos concede una entrevista a LNE. Uno entresacó algunos párrafos y algunas respuestas. Fue profesor universitario de Física, delegado sindical por la UGT durante ocho años y concejal del PSOE en el Ayuntamiento entre 1999 y 2003. Socio de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) desde hace 40 años, en 2018 concurrió a las elecciones como vicepresidente de la junta de gobierno de Felipe Díaz de Miranda, al que relevó, según lo pactado, al llegar ecuador del mandato. El próximo jueves presidirá la asamblea para convocar unas elecciones a las que todavía no ha decidido si concurrirá.
… Dejé la política porque no quería una liberación y me decanté por mi profesión
–¿Sigue militando?
–Me siento orgulloso de militar en un partido con la historia del
Partido Socialista Obrero Española (PSOE). Estoy orgulloso de ello, pero no significa que traiga las políticas del partido a la SOF. Para mí, una cosa es la sociedad y otra el partido.
–¿Tiene buena relación con Alfredo Canteli?
–La relación no es buena, es buenísima. Hay un entendimiento, un respeto, un afán de colaboración grande y no puedo más que darle las gracias a todo el equipo de gobierno y al personal del Ayuntamiento por el trato recibido. Me llena especialmente que los trabajadores del Ayuntamiento siempre que les planteamos algo lo vean con buenos ojos.
–¿Le gusta el cambio de modelo de San Mateo?
–Desde la SOF nos hemos mantenido al margen. El modelo de los chiringuitos que se puso en su día fue muy bueno. El año pasado se cambió, y parece que resultó bien. Es una polémica en la que no debemos entrar.
FIN. Un hombre sensato, que cuadra mal en cualquier partido.
Hay una polémica con visos de jurídica, pero sobre todo corporativa, ya que el Colegio de Médicos de Asturias impugnó judicialmente el nombramiento de determinados responsables de la Consejería del ramo por ser diplomados en enfermería y no licenciados en medicina. En LNE salen al paso con una serie de argumentos varios responsables de Sanidad. La argumentación que exhiben sirve para la sanidad y para cualquier otra rama profesional. Los profesionales de cualquier sector reciben con recelo el nombramiento de superiores que no provengan de determinadas especialidades. Por el contrario, en la página siguiente, un ingeniero de minas defiende que al frente de los departamentos que tienen que tomar medidas sobre el futuro de la energía tienen que ser fundamentalmente técnicos con formación académica específica y no licenciados en Derecho o en Economía. Bueno, en uno y otro caso, depende.
Lee uno en El País un artículo sobre las incorregibles erratas de la prensa y hasta de las publicaciones más serias, consecuencia de varios factores, entre otros, la reducción de los clásicos correctores. Se apuntan otros factores. La cultura de la inmediatez se nota en la redacción. La educación escolar no exige tanto, y ahora permite pasar de curso con abundantes faltas de ortografía. Y además, la errata ya no es tan importante. Está la cultura de la urgencia: todos los encargos son para ayer. La Red y las publicaciones digitales banalizaron su gravedad porque pueden corregirse al instante. La era digital generó una mayor tolerancia a las erratas, porque la inmediatez las acerca a la espontaneidad de los textos orales. Cada vez le cuesta más a uno justificar la descalificación de un texto literario por una falta grave. Se va uno plegando a la corriente general de opinión que entiende que quien comete fallos es porque no tuvo tantas oportunidades. Sea. Admitamos también cualquier mamarrachada en un concurso de pintura con el mismo argumento.
Si uno lee un texto indicando que la variación en el empleo agrícola en el concejo de Lena en lo que va de 1980 a 2020 fue del 52%, ¿qué entiende? Uno miró el cuadro con los datos de todos los concejos asturianos y, de momento, sacó la impresión de que era el concejo donde más empleo se había perdido. Ya estaba uno cavilando sobre las posibles causas, pero resulta que es al revés: que en 1980 los profesionales del ramo eran 623, y cuarenta años después son 328, es decir, un 52%. Más que variación, uno cree que sería mejor hablar de mantenimiento del empleo, pero a lo mejor está uno espeso. El caso es que tiene uno que descavilar porque ya no le sirven las hipótesis que había intuido como causantes del abandono del campo.
Para cavilaciones, las de Pedro de Silva, tocando las narices contra corriente.







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