Viene La Nueva España invitando semanalmente a destacados ovetenses a que escriban en una página qué es Oviedo para ellos, y también a que destaquen los tres o cuatro puntos mejores y los tres o cuatro peores.Después de cien artículos alguien los resumió.
Si te paras a examinar qué te dicen, tienes, comenzando por lo mejor:
1/ El Naranco. Sí, lo disfrutas bastante en caminatas por la pista finlandesa o cuesta arriba.Es un referente visual, dirías que un icono, si no quedara tan cursi. Además, allí arriba quedaron en su día las cenizas de tu padre o parte de ellas. Llovía, crees recordar. Unos días después quedaban restos. La siguiente visita, nada, por más que te esforzaras en distinguir algo gris entre las hierbas.
2/ La Catedral. No pasa una semana sin que la mires de frente o de lado. Aunque no te pares, nunca falta una mirada a lo alto y un recuerdo para sus artífices. Desde que la entrada es de pago, ya no das esa vuelta alrededor de la girola que antes te permitías. Todo por no pagar el pase anual de siete u ocho euros.
3/ La Universidad. De grato recuerdo tu paso por la Facultad de Derecho, sus aulas, el patio. Siempre dices que tu época universitaria fue poco fecunda: tomaste pocos vinos por los alrededores. Como ya trabajabas, escaseaba el tiempo de holganzas.
4/ El Campo San Francisco. Pueden pasar meses sin que lo atravieses, pero está ahí. Y situarte en el centro intentando verificar que no se oye ningún coche. Prueba fallida.
5/ Distancias cortas. Si vives en el centro sí, como es tu caso, pero lo de la distancia es subjetivo (Los otros puntos también).
6/ Clásicos gastronómicos: los que cita el periódico están ahí pero degustas muy esporádicamente los dulces que sugiere. Queda Gascona, siempre a mano para un día de diario cualquiera.
7/ El humor carbayón. No diste con él, no lo distingues de otros no muy lejanos.
8/ La cultura inquieta. Tampoco te invade.
9/ Los ovetenses, dice que nobles extrovertidos y acogedores. Te remites al punto 6.
10/ El tiempo detenido, la ciudad elegante y limpia. El tiempo estará tan detenido como en otra capital de provincia. ¿Elegancia? No te percatas, pero eso dicen. ¿La limpieza? depende de cómo sintonices con el equipo de gobierno. Desde luego cuando están los tuyos, está todo más limpio, seguro y bien administrado.
Vamos a lo peor:
1/ El poco cuidado al propio patrimonio. Nos gusta el cilicio y poner el ojo en los fallos. Ocurre frecuentemente en la vida, en el trabajo,... Hay que intentar elevarse y buscar la objetividad.
2/ La indecisión, creer ser otra ciudad. No lo ves, quizá eres un conservador.
3/ El peso de la ranciura. Tampoco lo ves. Como tópico clariniano queda bien.
4/ Dificultades para algunas actividades culturales. Será. No te preocupa demasiado. Te pilla mayor. Te conformas con leer.
5/ Las dificultades del tráfico. No las ves, pero andamos en coche más de la cuenta.
6/ La falta de una Ronda Norte. No te afecta mayormente, pero es posible que perjudique a un buen porcentaje de ovetenses.
7/ El Área Central Metropolitana. Dudas mucho que esto preocupe a muchos ciudadanos de a pie. Si se va a precisar un entre interpuesto entre municipios y Principado, votas que no. Véanse los permanentes tiras y afloras de todas las Mancomunidades que pueblan el territorio astur.
8/.El qué dirán. Nada diferente a lo que pueda ocurrir en Murcia.
9/ La climatología. Ye lo que hay. A ti te parece estupenda en invierno y en verano.
10/ Las cuestas. Hay bastantes. Culpable el urbanismo de hace cien años para acá. Pudiendo haber crecido hacia La Corredoria, crecimos cuesta arriba. No te afectan personalmente (de momento).
Coraje y alegría: Yo a los palacios subí
Hace 1 día