DE FACEBOOK (2 y 3 de octubre)

Afganistán dejó de ser actualidad. Ya es historia. En los periódicos nacionales que ojeó uno hoy, ya no se menciona.

Lee uno en el ABC que PSOE y Bildu votan contra la petición de Cs de perseguir los ‘ongi etorri’, homenajes a presos etarras. El voto de Bildu no puede extrañar a nadie, pero sí el del PSOE. La propuesta la defendió la diputada socialista Sonia Ferrer y rechazó sumarse a Ciudadanos porque aunque el fenómeno les repugna, las formas sí que importan. Ante lo extraño de la situación, buscó uno en la web la intervención de la parlamentaria. No está uno muy acostumbrado a su dicción y le costó centrarse en el contenido del mensaje. Concentrado uno en el fondo, lo que más le dolió es la dureza con la que se expresó con alguien con quien estaba de acuerdo en el fondo, según dice el partido, pero extrañarse no se extraña uno de esta vil politiquería tacticista sin ninguna grandeza. Ver para creer. Ver, es decir pinchar, son cinco minutos. https://app.congreso.es/.../audiovisualEmisionSemiDirecto...

También en el ABC lee uno que se concedió el premio a la Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad en España a Fernando Valladares, del CSIC y responsable de un departamento del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Su mérito es contribuir a la difusión del conocimiento a través de sus canales de YouTube, Twitter, Instagram y Facebook. Efectivamente escribiendo “La salud de la humanidad” en la lupa de Facebook se pueden vídeos e intervenciones de este experto.

En la portada de El País, este titular: “Casado y Vox votan no a quitar ‘disminuidos’ de la Constitución”. Cabían otros dos titulares más correctos: Casado y Abascal votan no…; El PP y Vox votan no…; pero El País opta por personalizar en Casado y no en Abascal. El País sabrá. ¿Es materia de titular? Yendo al grano, la modificación propuesta era, según la portada, sustituir el término ‘disminuidos’ por ‘personas discapacitadas’. Por el contrario, en La Vanguardia encuentra uno un matiz más acertado, por lo que lleva oído desde hace años de cómo se ha de denominar a este colectivo, y es que según el periódico barcelonés la denominación propuesta sería “personas con discapacidad” (lo aconsejado por la ONU, dice la Vanguardia), porque decir disminuidos y discapacitados es persistir en el error conceptual. No queda ahí la cosa, porque para la Federación Catalana Síndrome de Down lo correcto sería “personas en situación de discapacidad”. Otra vez las formas y las ramas.

Lee uno en La Vanguardia que Sanidad estudia prohibir fumar en las terrazas. Dicho periódico invitó a un columnista a pronunciarse a favor y a otro en contra. En contra firma Joaquín Luna, que titula así su alegato: “Sin tabaco, adiós terrazas”. Será en Barcelona, porque en Oviedo hay veces que es difícil encontrar un asiento en el exterior, pese a que está prohibido fumar. Tampoco la prohibición de fumar en el interior acabó con los bares, por mucho temor que hubiera en los primeros tiempos de la norma. ¿Cuántos hosteleros estarían ahora por permitir fumar en el interior? Uno no fuma, tampoco es un antitabaquista militante, pero a lo mejor si se vuelve a fumar en los interiores, seleccionaría aquellos espacios sin tabaco.

Dice Aznar, José María, “Estoy dispuesto a sentirme orgulloso por la historia de España, pero no a pedir perdón, lo diga quien lo diga”. Hombre, uno se siente orgulloso de algunas cosas de su país, pero de otras no; tampoco está uno orgulloso del todo de sí mismo, ni de su familia, ni de sus amigos, ni de sus aficiones. En cuanto a lo de pedir perdón, don sin din… porque después del perdón se pregunta por el din.

Interesante cuestión la del confinamiento de los palmeros por culpa del volcán, según detalla El País. Algunos juristas entienden que se produjo un confinamiento de facto, sin estar apoyado ni en un estado de alarma ni en uno de excepción. Ante una catástrofe así, no hay tiempo material de aprobar ninguno de los estados. Hay quien piensa que la sentencia del Tribunal Constitucional impediría de hecho al Gobierno ampararse en un estado de alarma para recortar el derecho de libre circulación. No obstante, ve uno una diferencia importante en el motivo de la suspensión o limitación o lo que sea, de la circulación de las personas, y es que en la pandemia se limitó la circulación para no contaminar a los demás, mientras que con los gases volcánicos se limita la circulación para no dañarse uno mismo. Si alguien incumple el confinamiento volcánico, es su problema.

Un asunto menor colea estos días en la prensa asturiana y es que al cocinero del colegio de Santa Eulalia de Oscos le abrieron un expediente por utilizar demasiado alcohol pero no en el guiso de las comidas. Para los padres de alumnos es muy buen chaval, pero quieren que esté con él otra persona para que lo controle. Petición inviable, claro. Lo más simpático del caso es que en Educación quieren resolver el problema (son muy comprensivos), pero la situación laboral del cocinero no depende de ellos ¡sino de Función Pública! Maravilloso. Kafkiano.

Una de cucho. En El Comercio leyó uno que una asociación de ganaderos pide declarar patrimonio inmaterial los olores, sonidos y costumbres rurales. Es una estrategia de contrataque para evitar quejas de los turistas de tafilete cuando toman posesión de una casa rural. Parece una boutade, pero algunas boutades llegaron lejos.

***

Lee uno que murió Pérez Francés, ciclista de renombre en los años sesenta cuando a uno le comenzó a interesar el ciclismo. Nunca ganó una de las grandes pruebas por etapas, pero quedó segundo dos veces en la Vuelta y una vez en el Tour. Pérez Francés es uno de aquellos ciclistas que se deslizaban por el suelo a lo largo de una línea sinuosa de tiza en los juegos de chapas. Había que tener cierta habilidad para impulsar la chapa y llegar con los mínimos toques a la meta, pero sin darle tan fuerte que se saliera de la línea.

El Mundo publica una entrevista al ingeniero Francisco Javier Flores, que desempeñó cargos de responsabilidad en planificación hidrológica. Independientemente de lo que haya declarado, le da pie a uno para reflexionar sobre el trasvase Tajo-Segura. Sin tener mayor conocimiento de causa, uno siempre se posicionó a favor del trasvase porque le parecía una cuestión de solidaridad: la cuenca del Tajo cedía su agua sobrante al Mediterráneo, siempre necesitado para sus fértiles tierras. Ahora, en vista de lo que se está sabiendo de la contaminación del Mar Menor, envenenado por la cantidad de productos químicos que infectan e infestan las cuencas y las vegas mediterráneas, la postura correcta es la de negar el trasvase para evitar esa agricultura intensiva. Uno se pregunta ingenuamente si no es posible una tercera vía reduciendo expectativas, a saber, seguir adelante únicamente con la agricultura que funcione exclusivamente con agua. Disminuirán los beneficios y también los puestos de trabajo, pero es el peaje a pagar por un Mar Menor sostenible. Seguramente será un planteamiento simplista. Se admiten dardos.

Uno no recuerda si apuntó días atrás (o lo pensó y no lo llegó a escribir) algo sobre el urbanismo volcánico y, de paso, sobre las construcciones en zonas inundables. Se escuchan voces críticas por haber otorgado licencias de construcción y de actividad en zonas volcánicas ahora arrasadas por la lava. Juzgar a toro pasado es un expediente muy cómodo. Que los ríos de lava arrasen los campos y los medios de vida de miles de canarios es un drama, pero si durante los mil años anteriores, los terrenos fueron fuente de riqueza sin incidencias, sería temerario dejar miles de hectáreas para simple paisaje. Los vulcanólogos seguramente manejarán índices de probabilidad. No es lógico inutilizar los terrenos cuando la probabilidad de una erupción es mínima. Si acaso se podría pensar en limitar las edificaciones, pero no la agricultura. Por otra parte, la oferta y la demanda tienen su margen en este ámbito: quien decide vivir en terreno peligroso porque le salió más barato, que asuma el riesgo. A partir de ahora, claro.

Publica la prensa regional el programa ovetense de La Noche Blanca. Siguiendo la pista, dio uno una vuelta por el edificio histórico de la Universidad y por la antigua sede de Banesto. En ambos casos, con espectáculos de luz y ruido. También permanecía abierto el Museo de Bellas Artes, con afluencia de gente en la entrada. Desde el exterior distinguió uno al director del museo, a pie firme, recibiendo y saludando a los visitantes. ¡Qué majo!, pensó uno. Al momento entraba el Alcalde de Oviedo y señora y algo de comitiva. Iban a dar las diez de la noche. Sería la hora convenida.

Lee uno en LNE que el presidente Barbón frena las prisas de Podemos e IU sobre la oficialidad: "Suman 6 votos y hacen falta 27". Hasta ahora uno pensaba que el PSOE iba a apoyar la oficialidad con sus 20 diputados, de acuerdo con el último congreso, y que se contaba con su voto positivo, por lo que solo faltaría uno para esos 27. Igual entendió uno mal.

Sigue uno sin pisar la senda romana de La Carisa, que, partiendo de Pendilla (Pindilla para uno) discurre en buena medida en los altos que separan Lena y Aller para terminar en Carabanzo. Está uno con Asturcentral en la petición de sendas cortas que la hagan más asequible y permita un aprovechamiento turístico. No sabe uno qué dirán los puristas, posiblemente prefieran que siga así, inaccesible, no vayan los turistas a esquilmar los restos llevándose losetas de recuerdo.