Lee uno en varios medios que seis policías tendrán que sentarse en el banquillo, acusados de allanamiento de morada al haber entrado por la fuerza el 21 de marzo pasado en un domicilio de la calle Lagasca de Madrid, donde se celebraba una fiesta. Desde luego que la policía tiene que valorar en cada momento si está haciendo un uso ponderado de la fuerza, pero siete días antes se había aprobado el estado de alarma, que generó una psicosis general en el país, haciendo que unos y otros se vigilaran desde las ventanas, no fueran a excederse en el paseo de los perros o en las salidas al supermercado.
Un equipo de expertos españoles y extranjeros predijo en enero lo que iba a pasar con el volcán de La Palma. Es posible, pero le gustaría a uno disponer de toda la lista de predicciones de estos expertos para comprobar si acertaron en alguna ocasión más en su vida. Esto le recuerda a uno a un compañero muy amigo de contar rumores. Tantos contaba que en alguna ocasión tiene acertado.
Iñaki Gabilondo se despide de la radio. A uno le gustaba Iñaki. Su voz y su sosiego añadían credibilidad a sus palabras. Tiene uno buen recuerdo de los comentarios de Iñaki los últimos años, ya más como comentarista que como conductor de programas. A uno le paree un hombre moderado de centro izquierda. A otros le parecerá un peligroso sectario izquierdista. Puede ser. Es imposible el oyente objetivo.
La financiación autonómica es cuestión complicada: imposible saber qué reparto es más justo y qué criterios son los más objetivos. Aquí se trata de conseguir la mayor financiación posible y para ello se buscan los argumentos que parezcan más racionales. El camino lógico sería el contrario: establecer los criterios y aplicarlos, y si alguien sale perdiendo, asumirlo. El País intenta aclarar este lío de la financiación.
Nunca se le ocurrió pensar a uno que los ciudadanos podían ser insolidarios con el tercer mundo, y que ese honor solo les cabía a los políticos, pero lee uno en La Vanguardia que más de cien mil vacunas caducaron o están a punto de caducar en España, y que se debe a que los ciudadanos, en particular los jóvenes de 18 a 30 años son reacios a vacunarse, con lo que esas vacunas que podrían ir al tercer mundo se acaban perdiendo. ¿Tienen la culpa los políticos por no haber previsto esta negativa de los jóvenes? No siendo obligatoria la vacuna a uno le parece demasiado extenderles esa responsabilidad. Los políticos recibirían más críticas por la falta de vacunas que por su exceso y su desaprovechamiento, porque no nos llegan los gritos de quienes se querrían vacunar en el Tercer Mundo.
Lee uno en LNE que crece el rechazo a la enseñanza bilingüe porque los alumnos no aprenden contenidos. Uno no entiende esta preocupación. ¿No quedamos en que aprender contenidos es una antigualla?
Se anuncia una exposición en el Museo de Bellas Artes de Asturias para los últimos meses del año a base de obras cedidas por Abanca, entre ellas está un cuadro de Dalí, Les roses sanglantes. Un cuadro guapo, pero uno no se imagina que ese cuadro pueda lucir en alguna pared que no sea la de un museo.
Interesante artículo de Rosa Belmonte en El Comercio, que repasa los insultos parlamentarios de los últimos años. Los insultos son ingeniosos si no se meten con los nuestros.
El Comercio recoge las declaraciones de varios virólogos, en este caso en relación con la vacuna para los menores de doce años. Estos virólogos en concreto son muy previsibles hablen de restricciones o de vacunas, pero parecen de diferente partido. No piensan lo mismo.
Lee uno que determinado colectivo está pendiente de realizar reuniones con algunos interlocutores. Hasta ahora eran virtuales, pero alguna de las partes las prefiere ya en persona. Cuando un colectivo reivindica las reuniones presenciales, ¿por qué lo pretende? ¿Es la parte más débil o la más fuerte? Uno cree que lo busca la parte que tiene menos reparos en intimidar a la otra.
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La viñeta de LNE la encuentra uno simplemente simpática, sin ningún trasfondo de crítica política. Habrá quien vea algo más en la tercera viñeta, pero uno no.
Lee uno en La Voz de Asturias que las kellys lanzan una web de hoteles que respetan a sus trabajadoras: cinco en Asturias. Aunque uno no tiene pensado alojarse en Asturias, de momento, tiene interés en conocer esas cinco empresas, pero lee y relee la noticia y no encuentra el dato. No estará de más que, además de las kellys, otros sectores publicaran la lista de empresas respetuosas 'grosso modo' con sus trabajadores. Piensa uno qué ocurría si se generalizaran las listas de empresas de todos tipo que se caractericen por sus buenas prácticas laborales. Por mucho que se hable de la gestión, uno tiene claro que muchas empresas que ofrecen productos a precios inferiores son aquellas que incumplen groseramente muchas de las condiciones laborales mínimas: jornada, higiene, eso sin pensar en la seguridad y la salud laborales. ¿Compramos en la empresas con etiqueta respetuosa o nos vamos a la más barata? En un producto barato -un vino-, sería uno capaz de pagar un poco más por acallar la conciencia. En la compra de una vivienda, no tendría uno tan claro el criterio. Se acabaría decantando uno por el producto más económico y se pondría la venda delante de los ojos porque no se pueden dar duros a cuatro pesetas. https://www.lavozdeasturias.es/.../0003163241328173263615...
Lee uno en LNE que el presidente Barbón defenderá la medicina presencial, cuando sea necesaria, aquí y ante el Papa. Uno se conformaría con que lo defendiera con ahínco ante su propio equipo de gobierno y ante los sindicatos médicos.
Los expertos (es decir, los últimos, porque antes hubo otros, y antes de los otros, otros) son favorables a enlucir los muros de la iglesia de San Julian de los Prados, así como de recortar la actividad humana para reducir las peligrosas humedades, pésimas para la conservación de los monumentos. En lo de enlucir los muros o dejar la piedra a la vista, uno no tiene nada que decir, ya que está con el último que dé alguna razón coherente, que son todos, porque todo es defendible. En cuanto a las humedades, hablando y no comparando, si uno observa en un invierno de nieve varias cuadras en una aldea, se percatará de que en las que albergan animales, o la nieve no cuaja o se observan grandes calvas como consecuencia del calor que desprenden los bichos. En las cuadras, uno cree que los animales previenen la humedad, pero sería atrevido comparar un hombre con una vaca o una cuadra con una iglesia.
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