2021/11/05

DE FACEBOOK (30 y 31 de octubre)

Disfluencia. No se da cuento uno de haber oído tal palabra, y por lo visto es sinónimo de tartamudez, la que caracteriza (parece que no se puede decir 'padece') a Eduardo de Pedro, ministro argentino cuyos padres fueron víctimas de los milicos. El ministro lucha contra la tartamudez, dice El País. Cuenta que Biden la padeció de niño y sufrió burlas en la escuela, o el expresidente colombiano Juan Manuel Santos. Proclama El País que el tartamudo más famoso quizá sea el rey Jorge VI, padre de Isabel II. Uno cree, sin embargo, que el tartamudo más famoso fue el orador griego Demóstenes, ejemplo de superación, que logró vencer esa limitación echando un puñado de piedras en la boca y poniendo un cuchillo entre los dientes, con lo que se obligaba a hablar sin tropezar. Sin ser mundialmente famoso, solo localmente, el padre de uno comenzó a tropezar (eufemismo) cuando, con catorce años, le robaron la bicicleta con la que iba a trabajar a una carpintería. Más tarde sufrió ataques de disfluencia 🙂 que duraban días con motivo de algún disgusto: ponerse en marcha un tren mientras reparaba los bajos de un vagón o recibir la noticia de que su hijo había sido atropellado por un coche en La Frecha. Famosos fueron sus encontronazos con otros disfluentes que ignoraban mutuamente ser tales. Solían firmar las paces compartiendo una jarra de vino.
Lee uno este titular en El Comercio: "Casi no se ha sacado pecho de lo bien que se ha gestionado la vacunación en Europa". En tipografía menor, este texto: "El politólogo Francisco Aldecoa analiza el futuro de la Comisión Europea durante las jornadas celebradas en Luarca". Aunque somos y estamos en Europa, nos queda un poco lejos, por lo que uno sospecha que nadie saldría a la calle a mostrar su orgullo europeo agitando vivamente la bandera azul y estrellada. Buceando hasta llegar a la letra pequeña, lee uno esto otro: "...que fuese la Unión Europea quien adquiriese las vacunas para facilitar el proceso de adquisición (sic, la repetición es de origen) de estas que cada uno de forma individualizada. Asturias es un buen ejemplo de que ha funcionado, con números por encima del 90% y casi no se ha sacado pecho de lo bien que se ha trabajado durante esta pandemia". Acabáramos. El titular debería haber sido este otro: "Casi no se ha sacado pecho en Europa de lo bien que se ha gestionado la vacunación" (en Asturias). De Europa podemos sacar pecho, claro, pero antes tendrían que saber los franceses, alemanes, portugueses o austríacos dónde estamos y quienes somos, porque ¿Si oímos que alguna de las siguientes regiones europeas alcanzó una excelencia en vacunación sabríamos ubicarla?¿Es más, seríamos capaces de indicar siquiera a qué país pertenece? Ahí va una lista: Marcas, Estiria, Abruzos, Carintia, Molise, Asturias, Picardia, Paca, Sarre, Turingia, Leiría, Beja, Guarda, Viseu.
Lee uno en El Comercio que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias ratificó la condena a doce años de cárcel al autor material de la patada en la cabeza que acabó con la vida del joven David Carragal en las fiestas ovetenses de La Florida hace dos años. La sentencia, por el contrario, estima el recurso de otros dos condenados -amigos o acompañantes del asesino- por el delito de omisión del deber de socorro, que huyeron de la escena cuando Carragal permanecía en el suelo. Los magistrados exponen que aunque “ciertamente el comportamiento de los dos acusados se puede calificar sin exageración alguna de deleznable y merecedor de un severo reproche social”, no puede ser incardinado en el tipo penal de la omisión del deber de socorro, porque “no concurre el esencial elemento de la situación de desamparo del agredido precisado de ayuda”. FIN. Uno cree que los magistrados son muy amigos de estos sermones morales para justificarse. Si tan deleznable es el comportamiento y merece tan severo reproche social, difícilmente podrá escapar siquiera de una falta leve. De la sentencia en sí no se atreve uno a pronunciarse porque los llamados tipos penales o la concreción de lo que es un delito se viene delimitando no solo por la ley sino por una jurisprudencia cada vez más abundante, difícil de dominar. Consideraciones así de los jueces redundan en la distancia entre lo que piensan los ciudadanos y lo que deciden los jueces (aunque hay que matizar que lo que deciden los jueces deriva de la letrea de ley generalmente: a cada uno la culpa que tiene).
LNE aporta un dato interesante sobre ese juicio. Faltó el canto de un duro para que, atendiendo un motivo de impugnación del finalmente condenado, anularan el testimonio fundamental de dos testigos que declararon en el juicio inicial uno delante del otro, fallo procesal de parvulitos que no se imagina uno cómo el juez inicial lo permitió. El Tribunal Superior de Justicia creó imaginativa jurisprudencia para avalar tales testimonios porque sería un escándalo que alguien quedara libre por ese fallo tan elemental de procedimiento.
Otra manifestación de la distancia entre el proceder judicial y el ciudadano de a pie es la sentencia del Tribunal Constitucional que limita los beneficiarios de la sentencia de la plusvalía a quienes hubieran interpuesto alguna clase de recurso y, eventualmente según algunos, a quienes estén todavía en plazo de impugnar una autoliquidación. Así lo indica un borrador de la sentencia que se dio a conocer. Por cierto, no se explica esto del borrador. Si es una filtración, malo, aunque es difícil poner puertas al campo habiendo tantos participantes: magistrados, administrativos, fotocopiadores, eso sin pensar en piratas informáticos. Pero si es un borrador, peor, porque ¿qué más da esperar diecisiete años, que diecisiete años y una semana? Porque la ley parcialmente declarada inconstitucional es de marzo de 2004.
No tiene uno pensado ver ni en directo ni en diferido el documental sobre Dolores Vázquez, la linchada por la justicia y por el pueblo por el asesinato de Rocío Wanninkhof . Le vale con el resumen de El País: "El documental se estira demasiado antes de enfocar el linchamiento mediático de Vázquez. El pueblo quería sangre, los platós se la ofrecieron y las víctimas salieron a bailar". A Dolores la traicionaron una serie de fatales coincidencias, pero también su cara, porque hay caras que infunden desconfianza, claro que ¡tanto como para ver en ella a una asesina! Aquí recomienda uno una vez más (porque alguna vez lo habrá dicho), la novela de Javier Marías "Tu rostro mañana", que es un ejercicio de adivinación de en qué puede parar el portador del rostro joven que hoy uno contempla. https://sipiluchi.blogspot.com/.../tu-rostro-manana-de...
Aconseja uno cuatro artículos de los que poco hay que añadir.
- El del director de La Vanguardia sobre Koeman es un ejemplo de la ponderación que muestra ese diario, alejado de la visceralidad de casi todos sus competidores.
- El artículo de Antonio Rico, también sobre Koeman, uno lo suscribe de cabo a rabo. Antonio Rico, autor colectivo (al estilo de Carmen Mola) al que merece la pena leer cuando uno solo tiene diez minutos para leer un periódico.
- Las dos columnas del prolífico Millás, uno en LNE y otro en el País. A uno le encanta el Millás de los periódicos y no acaba de ver la gracia al Millás novelista. Es uno solamente medio millasista.
En la sección de exageraciones, hoy destaca uno dos: 1: El forista Pumares indicando que el Impuesto de Sucesiones en Asturias es más alto que en cualquier otro sitio del planeta. ¿Accedió a los datos de todas las regiones del mundo? 2: Unas palabras de Trevín para agasajar a su Javier Fernández: “No hay español más orgulloso de su patria que un asturiano”, según Ortega, Salvador de Madariaga o Valentín Andrés. ¿Dijeron los tres exactamente lo mismo? Raro, raro, raro. En cualquier caso, exagerado también porque ¿alguien midió alguna vez el orgullo a la patria?

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En La Voz de Lena lee uno que avanzan las obras del centro social de Congostinas. Uno pone la mano en el fuego por el impulsor que está al frente, una buena persona, moderada, compañero como jurado del concurso de cuentos Lena, compañero también muchos años en el seminario aunque de distinto curso, un luchador. Solamente desea uno que dentro de tres años aquello funcione y no se hayan tirado los trastos a la cabeza. https://www.lavozdelena.es/congostinas-otro-pueblo...
Lee uno en El Comercio que una docena de representantes de los policías locales, reunidos en Nava para hablar de sus problemas, llegaron a la conclusión de que necesitan una formación constante. Uno ve esto de la formación desde la distancia y llega a la conclusión de que nunca habrá acuerdo en qué materias hay que formar al personal. El trabajador de a pie e incluso el trabajador con galones civiles o paramilitares quiere formación práctica, que le digan con exactitud que hay que hacer en el supuesto de que se de la circunstancia tal, que le digan taxativamente qué es exactamente lo que hay que hacer. Por el contrario, la superioridad (y la superioridad formativa) entiende que no hay que formar en contenidos porque los contenidos los tiene que conocer el trabajador, y lo que hay que formar es en habilidades, es decir, en salir del paso, en capear el temporal, en practicar el juego de la cintura. Los policías locales pedirán que en los cursos de formación se les diga exactamente si pueden detener a un menor de trece años que está grafiteando los cristales de un colegio y desde el departamento de formación le programarán una jornada de asertividad. Como casi nunca está uno ni en lo más alto ni en lo más bajo de la escala, uno se atiene al principio de que no pidas a tus subordinados (perdón, colaboradores) cintura para las normas que dictas si tú mismo pides que lo que tienes que cumplir te lo pongan clarito y por escrito. Ídem para la formación.
Por seguir con la formación, en El Comercio lee uno un reportaje sobre cómo dar una mala noticia haciendo el menor daño. Esto tiene relación con los departamentos que tienen que decir a un cliente si se le da la razón o no. Los especialistas en la materia ponen el ejemplo de cómo se comunica el mal resultado de una operación quirúrgica. Si nada más terminar la operación, sale el médico y dice a los hijos: "Su padre murió en la operación", los hijos no escuchan más. Sin embargo, si el galeno obra de otra forma, tal que así: "La intervención se prolongó durante ciento veinte minutos, fue necesario transfundirle tres bolsas de sangre, la hiperventilación funcionó adecuadamente, se le extirparon tres ganglios de la zona suprarrenal, la gráfica cardíaca se movía en términos de normalidad, en un momento dado fue necesario aplicarle unos masajes reactivadores, pero no fueron eficaces. El corazón dejó de latir. Lo sentimos". La familia no tuvo más remedio que escuchar todo el protocolo aplicado, que no llegarían a conocer si se les dice directamente que su padre murió en la mesa de operaciones. Uno, aunque no tenía que dar tan malas noticias, tenía en cuenta estas pautas. Si decía que no, lo decía al final para que le escucharan los argumentos. Si decía que sí, lo indicaba al principio porque los argumentos los leerían con gusto.
Lee uno en El País una noticia muy completa sobre la problemática de las visitas a los monumentos eclesiásticos de la España despoblada. Los titulares de las noticias son indicativos o traicioneros. En este caso, uno se permite la malicia de eliminar el titular para que si algún voluntario lee el artículo, lo lea sin prejuzgar el contenido, interesante por cierto. Cada uno puede jugar a poner el titular que le plazca.
Por seguir con otro juego, un comentarista político firmaba un artículo sobre Calviño y Díaz, que si se amigan, que si se distancian, que si Sánchez les obliga a que se besen. ¿Estamos de acuerdo con el comentarista o depende de si nos cae bien o mal? Bueno, pues omitimos el nombre del comentarista.
Murió José Antonio González Casanova, Catedrático de Teoría del Estado en Barcelona, que murió cristiana y catalanamente a juzgar por la esquela que publica La Vanguardia. Las esquelas nos sorprenden a veces. Lo anterior es una absoluta marginalidad. Casanova firmó el libro 'Qué es La República', uno de aquellos libritos de 75 pesetas de la Editorial La Gaya Ciencia que a mediados de los años setenta nos iniciaron a muchos en las preocupaciones políticas. No nos resultaba fácil distinguir el socialismo de la socialdemocracia,el socialismo del comunismo, el comunismo del trostkismo. Aquellos librinos algo contribuyeron, aunque algunas dudas siguen hasta hoy y para seguir.
Como esquela sorprendente, la de hace unos días. Murió la güela de Xuan Bello. Pues bien, como nietos: "Juanjo (Xuan Bello)". Xuan Bello, por cierto, que le gusta a uno en todas sus facetas: en novelas o en artículos, en asturiano o en castellano, en los periódicos o con su voz tan entrañable y de velada (él, su Sonia Fidalgo no).
Según el País (a saber si es información aséptica o militante) las Comunidades de Madrid y Andalucía, las grandes autonomías gobernadas por el PP, están poniendo palos en la rueda a la aplicación de la eutanasia al pedir a los eutanasiables requisitos y formalidades no previstas por la ley. Esto de la eutanasia no es nuevo. Como se acerca el día de los difuntos, a uno le dio por ojear un libro que tenía en la estantería: "Aspeutos de la muerte n'Asturies", de Roberto González-Quevedo, y en el capítulo 'Muerte y bruxería' leyó esto: "Estos encantamientos nun s'empobinen siempre al mal; puen ser eficaces pa faer más corta l'agonía dolorosa de los que se quier bien y conozse en Bretaña la virtú del agua de delles fontes, mientres que n'Escocia rómpese una piedra pa que'l corazóan del moribundo rumpa tamién".
Se armó una polvareda monumental a cuento de la alusión de una jueza a la Galicia profunda. Metió la pata con esa alusión, pero a uno le gustaría conocer el documento judicial completo. Solamente encontró este análisis medianamente serio aunque no tiene del todo claras las fuentes y las intenciones. Sin embargo, si la jueza, sin mencionar la Galicia profunda ni la vida marbellí describe y compara las características de un entorno y otro, la sentencia o el auto judicial se hacen más creíbles. https://www.economistjurist.es/.../que-dice-realmente-el.../






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