EL RECURSO

Después de tantos años de leer sobre demandas, apelaciones, providencias, autos, sentencias, diligencias, recursos...nunca habías caído hasta ahora en una consecuencia colateral de la existencia de los recursos.

Hace unos días el decano del Colegio de Abogados de Oviedo denunciaba una bajada en la calidad de las sentencias y en general resoluciones de los juzgados asturianos, que son los que él más conoce. En principio no viste motivo, quizá porque no te paraste a profundizar con algún detalle en aquellas manifestaciones. Te pareció un rifirrafe de esos que periódicamente se producen entre organizaciones por muy corteses que mantengan las relaciones.

Sin embargo, días después sale a la palestra el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias para defender a los suyos al asegurar que los jueces están rindiendo al límite de sus posibilidades y aporta una batería de datos estadísticos para probar la actividad realizada, lo cual no es incompatible con una bajada de la calidad, es más, a veces están relacionadas una y otra porque quien mucho abarca poco aprieta, y lo dices por ti mismo cuando las tareas apuran y los asuntos se acumulan.

Nunca lo habías pensado pero vas a estar por pura lógica con el Decano del Colegio de Abogados: si con recientes modificaciones legislativas, sentencias u otras resoluciones que eran recurribles ya no lo son, o si siéndolo se imponen unas tasas judiciales que algo disuasorias son, en la práctica resultará que muchas resoluciones de los jueces de primera instancia no serán recurridas, con lo que mentalmente esos jueces trabajan con un colchón de impunidad.

Y vuelves a ti mismo: si aun intentando hacerlas cosas bien (como se supone que todo el mundo) sabes que eso que tu decides va a misa y nadie lo va a volver a examinar, estarás más tentado de tirar de largo y despachar los asuntos pasablemente sin llegar a muy bien.