Estos días de atrás todo eran lamentos en la prensa y en las redes sociales por el inminente cierre de la librería Santa Teresa, una librería céntrica y de toda la vida: firmas de articulistas o artículos de firmas, cartas al director, recuerdos todos siempre agradables pero llenos de tópicos: la muerte de la cultura, el desinterés de los gobernantes, el acoso de las grandes superficies, la incuria del común.
No habías prestado demasiado caso a tu cuñado cuando te dijo que detrás del cierre había una cuestión de arrendamientos urbanos y de dineros. Tú no lo contradijiste porque tú eres un comercial que procura no contradecir a nadie y solamente expresas tus opiniones por escrito, aquí por ejemplo. Y es aquí donde tienes que reconocer que tú cuñado tenía información privilegiada.
En esas memorias abreviadas que LNE publica de personajes de la vida púbica asturiana los domingos, los lunes y los martes, recogían esta semana los de Alberto Polledo, el último librero de Santa Teresa, y ahí estaba la clave: http://www.lne.es/asturama/2013/07/23/mal-libro-causando-crisis-librero/1445727.html
"El cierre de la librería Santa Teresa es una suma de la crisis, del final del arrendamiento del local y de mi jubilación. Si yo tuviera 30 o 40 años, alquilo otro local y lucho, pero con mi edad no puedo arriesgarme y sobre todo cuando detrás de ti no tienes a nadie que vaya a seguir tus pasos".
Motivos absolutamente respetables por otra parte.
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