Siente uno faltar a su palabra y contradecirse en la incumplida promesa de no volver la vista atrás, pero el caso Garzón o como se quiera llamar… No piensa uno en los que escribimos y esbabayamos en las redes al sabor de la boca (que no deberíamos) sino en los que gozan de la oportunidad de una columna en un periódico aunque sea un periódico comarcal o mismamente la hoja parroquial. Pues bien, ¿cuántos de esos privilegiados que estos días ensalzaron o pusieron a caer de un burro al ministro Garzón se tomaron la molestia de leer las declaraciones originales en The Guardian para no tocar de oídas?
Por ejemplo, Hanna Stefaniak, que de vez en cuando escribe en LNE, hoy publica una columna que titula “Por el bien de la ganadería española” y comienza así: “El día de los Reyes Magos el periódico inglés ‘The Guardian’ publicó una entrevista relativa a la ganadería española con el título: ‘Carne de baja calidad y animales maltratados’. La entrevista ha causado…”. A uno le entró el gusanillo de comprobar, si era posible, el original de la noticia y aunq
ue sabe cuatro palabras de inglés, a lo mejor con el traductor de Google, aclaraba algo. Héteme aquí que, por suerte, el artículo seguía en la edición digital de The Guardian, que supone uno que se corresponderá con la versión escrita o no distará mucho. Tuvo uno la suerte de que el traductor de Google sorprendentemente hiciera una traducción absolutamente legible, y muy alejada del texto-máquina al que estaba acostumbrado. Quede como anécdota que el traductor automático traduzca el término inglés minister por ministra en vez de ministro, opción de la máquina quizá por la cara aniñada del político… Ante las variadas interpretaciones, Garzón publicó en su cuenta de Twitter la versión completa de sus palabras. Eso se podrá creer o no y uno no sabe si el periodista de The Guardian entró o va a entrar al trapo de precisiones, matizaciones o rectificaciones, seguramente no. A uno le ofenden las mentiras, las tergiversaciones, la falta de rigor cuando no es demasiado difícil conseguirlo.
ue sabe cuatro palabras de inglés, a lo mejor con el traductor de Google, aclaraba algo. Héteme aquí que, por suerte, el artículo seguía en la edición digital de The Guardian, que supone uno que se corresponderá con la versión escrita o no distará mucho. Tuvo uno la suerte de que el traductor de Google sorprendentemente hiciera una traducción absolutamente legible, y muy alejada del texto-máquina al que estaba acostumbrado. Quede como anécdota que el traductor automático traduzca el término inglés minister por ministra en vez de ministro, opción de la máquina quizá por la cara aniñada del político… Ante las variadas interpretaciones, Garzón publicó en su cuenta de Twitter la versión completa de sus palabras. Eso se podrá creer o no y uno no sabe si el periodista de The Guardian entró o va a entrar al trapo de precisiones, matizaciones o rectificaciones, seguramente no. A uno le ofenden las mentiras, las tergiversaciones, la falta de rigor cuando no es demasiado difícil conseguirlo.
Por cierto, El País publica el siguiente titular: “El presidente se aleja de Garzón y Díaz le pide cuidar la coalición. Sánchez ‘lamenta’ las palabras del ministro sobre la carne”. Eso pone El País aludiendo a una entrevista de Sánchez en la SER. Por su parte, en El Mundo, sin elevarlo a titular, al referirse a la entrevista del presidente, leemos “…mantener al ministro de consumo al tiempo que reprueban, como también ha hecho Sánchez, sus declaraciones”. Uno buscó las declaraciones de Sánchez en la SER y si quiso reprobarlo no lo hizo explícitamente, ya que lo que lamentó fue ‘la polémica’, no necesariamente las palabras de Garzón. Fue hábil en la ambigüedad al no aclarar si la polémica la ocasionó su ministro, la oposición, la prensa o las redes. Uno lo ve así. En el siguiente breve corte, cada uno puede comprobar las palabras exactas y sacar conclusiones.
Nunca se había hablado tanto de las macrogranjas. Y uno, en sus viajes por los cambios y descambios subsiguientes a Reyes, jamás se habría fijado en la publicidad de una furgoneta aparcada frente a Cortefiel que anunciaba los cerdos en libertad. No es chiste. Cruza uno los dedos para no volver a escribir de esto de Garzón y The Guardian.
Aprovecha uno para aclarar que no fue de los que aplaudió con las orejas el gobierno de coalición ni el resultado electoral, pero las falsedades le molestan tanto las de la propia casa como las de casa ajena.
Para quitar hierro y echar colonia, leyó uno el habitual artículo dominical de la doctora Pérez Novo que esta semana hablaba de los cánones de belleza. Decía así: “el canon masculino de belleza de estos últimos años se basa en un cuerpo musculoso, sin vello e hidratado con cremas y lociones poco grasas y con fórmulas ricas en vitaminas y minerales”. Los Reyes Magos conocen a uno muy bien y, por suerte, no le trajeron nada de eso. Uno cree en la agrobelleza.
Se quedó uno con un original comentario de Juan Claudio de Ramón en El Mundo en su artículo “Piza y patriotismo”. Cuenta que en Roma casi no se encuentra ningún McDonald’s y que eso no se debe a ningún patriotismo antiyanqui, sino a que los italianos tienen su propia comida basura: la pizza al taglio. Cuenta de Ramón que si las hamburguesas arrasan en España es porque aquí no conseguimos todavía ninguna comida basura patria. Bueno, será. Aunque sin abusar, a uno le encantan tanto las hamburguesas de McDonald’s como las pizzas de cualquier cosa, en este último caso, las de pizzería, no de supermercado.
El domingo entrevistó El Mundo a Javier Marías, columnista habitual de El País Semanal desde hace 19 años. Pese a que a uno le encanta Javier Marías, tiene pendientes de leer sus colaboraciones de las últimas semanas, pero hoy le picó el gusanillo y leyó su columna, rompedora y polémica como casi siempre. A lo indicado por Marías uno puede añadir que conoce matrimonios en los que la mujer llama habitualmente al varón por el apellido, no por el nombre. Mismamente, en el propio portal sabe del caso de la mujer que llama al marido, no por el apellido, ¡sino por el nombre de su empresa (de la de él)!
Unas de las obras extraordinarias de Marías es ‘Tu rostro mañana’ que juega a adivinar el rostro y la personalidad de cada uno el día de mañana.
https://sipiluchi.blogspot.com/.../tu-rostro-manana-final... Puestos a jugar, lee uno en El Mundo que en las inminentes elecciones en Castilla y León, los cabezas de cartel siguen siendo mayoritariamente masculinos, pero hay algunos femeninos, que lista El Mundo. ¿Viendo la foto podemos adivinar a qué partido pertenecen? No sería su rostro mañana, sino su rostro hoy. Hay tres de Vox, dos del PP, dos de Ciudadanos, tres del PSOE y una de Podemos.
Lee uno que IU (vamos, Alejandro Sánchez) lanza en el Occidente asturiano una plataforma política inspirada en la que lideró Anguita en Andalucía. Dice: “Será una convocatoria plural, abierta a personas y formaciones que compártanlos valores de la izquierda progresista”. ¿Pero no existe ya? A uno le maravilla esto de las confluencias, afluencias, influencias para acabar de la misma forma, es decir, dis-fluyendo.
Reproduce LNE la queja de una patronal del transporte por carretera: hay un déficit de 15.000 conductores, que proponen paliar rebajando las cotizaciones a la Seguridad Social. No ve uno por qué se había de favorecer a este sector en detrimento del resto de sectores industriales o comerciales. Que paguen más y lo que diga el mercado, ese libre mercado que tanto defienden.
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LECTURA DE LA PRENSA. LA ACADEMIA GALLEGA ATACA.
La Real Academia Gallega pidió que el idioma gallego sea reconocido como lengua oficial en la anunciada reforma del Estatuto de Autonomía de Asturias. Barbón lo rechaza de plano. Ante la noticia uno oscila entre la perplejidad y el escepticismo, si no fueran dos caras de una misma moneda. Uno no sigue en absoluto a la Real Academia Gallega pero supone que es una institución seria y científica, pero lo mismo piensa sinceramente de la asturiana Academia de la Llingua. Sus publicaciones y los de una serie de lingüistas a los que sigue son cosa seria. (No se aguanta uno y cuenta un chiste fácil: si la Academia Gallega es Real y la Asturiana no, ¿es virtual? ¿es virtual el asturiano? Lo dicho, es un chascarrillo con la mejor intención). Que diriman ellos si el gallego y el eo-naviego o fala son lo mismo, que uno no puede ni opinar de lo que ignora, pero le sirve de pretexto para, aprovechando el exhaustivo estudio de las webs de los ayuntamientos asturianos que llevó a término el filólogo Ramón d’Andrés, armar una hojina de Excel en la que incorporó el partido del alcalde actual de cada ayuntamiento para comprobar qué partidos se inclinaban por incluir el asturiano en su página web. La conclusión es que ningún ayuntamiento del PP ni de Foro consideró la utilidad, la necesidad o la conveniencia de que al menos alguna parte de su página web apareciera asturiano. Aproximadamente la mitad de los ayuntamientos del PSOE y también de IU versionan su web en asturiano. No se saca ninguna conclusión del comportamiento de otros partidos o agrupaciones electorales que gobiernan en un único ayuntamiento porque responden a casuísticas particulares.
Lee uno una noticia curiosa de hace veinticinco años y es que un joven quedó atrapado en la catedral de Oviedo seis horas. El joven entró a rezar un padrenuestro (improbable hoy), debió quedar traspuesto y por poco le dan allí las uvas. La anécdota le da pie a uno para contar algo que estuvo a punto de ocurrirle en la catedral de Ávila. De adolescente, por lo visto uno respiraba regular y lo mandaron quince días a Castilla a cambiar de aires a casa de los primos de La Romía que vivían allí. Uno pateó Ávila arriba y abajo aquellos días, en muchas ocasiones con un primo que entonces tendría seis años, una auténtica crueldad para él porque uno iba armado de una guía de Ávila de la editorial Everest (ahí sigue en la estantería), del convento de Santo Tomás al de San Vicente, de la catedral a los Cuatro Postes, del convento de la Encarnación nuevamente al interior de la catedral donde se encuentra la estatua yacente de El Tostado (“Ese sabe más que El Tostado”, frase abulense). Resulta que una mañana uno se entretuvo visitando la catedral y el primo Jesusín tuvo que gritar al sacristán, cuando cerraba las puertas: “Que está mi primo dentro, que está mi primo dentro”. Fue un verano de aprendizaje pero también un verano triste porque estaba muy reciente la muerte en accidente de tráfico de la hija mayor del matrimonio cuando tenía dieciocho años. Uno todavía recuerda los desayunos a base de torrijas…
El verano anterior o el siguiente, seguramente el siguiente, uno seguía respirando mal y en este caso lo mandaron quince días a casa de unos familiares de la familia paterna en Calzada del Coto, Tierra de Campos. Uno recuerda los viajes trillando…
Hoy está uno por comentar noticias por lo pelos, en este caso la de unos senderistas despistados en la vega de Orandi, cerca de Covadonga, que tuvieron que ser rescatados. ¿Cómo se perdieron? ¡Qué imprudentes! Hace unos quince años uno cometió una imprudencia similar aunque no fue necesario llamar a nadie ya que volvió por su propio pie no sin haberlas pasado canutas. Orandi tiene para uno reminiscencias míticas de cuando, con diez años, en el Seminario de Covadonga muchas semanas lo llevaban los curas de excursión a esa vega que lleva el agua que cae en la cascada de la Cueva. ¡Aquel río con cangrejos que algunos niños atrapaban, no uno que era un mieduca! Un año aprovechando que el coro infantil en el que cantaba la hija de uno celebraba una reunión coral en Covadonga (y los padres de la Pantoja acudían a apoyar), mientras duraba la misa aprovechó para recordar la caminata a Orandi. El camino de subida sin problema porque no hay pérdida, pero en el regreso tomó una ruta equivocada y en un momento se vio bastante cerca del precipicio. Había que dar la vuelta contra reloj. El tiempo de la comida se echaba encima. Uno no llevaba el calzado adecuado. Sudor frío. Por lo visto llegó uno desencajado. Desde entonces comprende uno a los que se pierden, aunque no los disculpa. Una y no más, Santo Tomás.
Veinte años de Guantánamo. Arrecian las críticas contra los abusos y las torturas, máxime (en realidad la palabra sobra, pero salió así espontáneamente) si no hay cargos contra los internos, pero aun en el caso de que fueran reos condenados y confesos en un juicio justo, cuando pasan veinte años de un crimen, por horroroso que haya sido, la sociedad pide clemencia. La sociedad genérica, no las familias de los muertos. No obstante, uno tiene la idea de que hay crímenes que la intelectualidad tolera menos (está pensando uno en los crímenes nazis) mientras que hay otros que si los autores provienen de sociedades oprimidas (los árabes, pongamos) se da una mayor comprensión y condescendencia. Es una impresión.
El ingeniero llanerense Bautista Rodríguez alcanza un importante cargo en la eléctrica EDP. Bautista es hombre serio. Aunque uno lo tiene tratado poco, se alegra de ese nombramiento.
Queda alguna cosa en la reserva para otro día porque hay noticias intemporales.
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