2022/01/05

DE FACEBOOK (30 y 31 de diciembre)

LECTURA DE LA PRENSA. MASCARILLAS.
Se quejan los hosteleros del desordenado inicio del pasaporte covid ya que nadie les aclara las dudas. Tendrán razón. Sin duda, los tribunales dirán, cuando ya no haga falta, si la medida fue legal o no había base para ello. Cuando se dicte la sentencia definitiva, diremos, sea cual sea el resultado, que estaba cantado que el pronunciamiento sería ese. Hoy le pidieron a uno el pasaporte. Ayer se ofreció para que le leyeran el código QR y ver qué ponía. El hostelero se había descargado una aplicación diferente de la de leer los menús, que no traducía el certificado COVID, pero sí esta otra. Aporta los mismos datos que figuran en el pasaporte: nombre, apellidos, fecha de vacunación, etc. Uno cree que alguna utilidad tiene, al menos si sirve para animar al personal a la vacunación, pero está claro que uno puede llevar el certificado de otra persona y nadie le va a pedir el DNI para contrastar la identidad. Aunque los tribunales dicten su ilegalidad, alguna utilidad habrá tenido. Está uno maquiavélico.
Confiando en los científicos, habrá que creer en algún beneficio de los medidores de CO2. Uno se fija en ellos cuando entra en un establecimiento. En los locales bien ventilados el descenso es inmediato, pero en cuanto se cierra la puerta, el nivel sube. Hace unos días preguntó uno en un bar, muy ventilado por cierto, cuánto marcaba el aparato del CO2 y fueron a leerlo a la cocina. Los medidores tienen que estar en lugar visible, pero no estaría de más que se pudiera comprobar desde el exterior, para que el cliente se decida a entrar o no dependiendo del dato.
En cuanto a los científicos, las diferentes autoridades autonómicas juran que dictan las normas que les aconsejan los científicos, pero es una casualidad que los de las comunidades regidas por el PP se pongan de acuerdo en medidas laxas, mientras que los científicos que inspiran a los políticos del PSOE y coaligados, sean más de la línea dura.
En este contexto, es posible que la dimisión del Director de Salud del Principado esté motivado por algún desacuerdo con la línea dura del Presidente en esta materia, aunque corporativamente aseguren lo contrario. Pidió seguir trabajando en el mismo equipo, pero en segunda línea. Sinceramente, uno no ve una contradicción en ello. Si se aferra a la teoría del cansancio, hace bien.
Lee uno la columna de Sergio del Molino en El País “Somos gremlins” lo siguiente: “Uno de los efectos secundarios menos apreciados y a la vez más notables de la sexta ola es el encabronamiento. Lo que antes se llamaba fatiga pandémica ahora es pura rabia (…) El Gobierno, cuya función debería ser cerrar los chorros, contribuye al riego con entusiasmo: su decreto de las mascarillas en la calle -inexplicable e inexplicado- casi inspiró un nuevo motín de Esquilache…”. Se queda uno en lo de ‘inexplicado e inexplicable’. Pues no. Se podrá estar de acuerdo o no, pero si uno va al BOE y lee la exposición de motivos que ha de preceder a las leyes o normas de similar fuerza, como un decreto ley, verá que se explican los motivos, brevemente pero se explican. Vale con entrar en el enlace y en el buscador de la página escribir ‘mascarillas’ y se podrán comprobar los motivos del Gobierno. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2021-21307
De paso, aprovecha uno para leer con atención el texto y lo que en él se lee en relación con la obligatoriedad en los espacios abiertos. En una segunda lectura sacó uno una conclusión diferente de la primera. Es obligatorio su uso “En cualquier espacio al aire libre de uso público o que se encuentre abierto al público”. Entre las excepciones, se recoge una en estos términos: “En el exterior, durante la práctica de deporte individual, así como durante la realización de actividades de carácter no deportivo que se realicen en espacios naturales y manteniendo, en todo caso, la distancia mínima de 1,5 metros con otras personas que no sean convivientes”. Tenemos, pues, que si se practica deporte individual, se está exento. Y si se realizan ‘actividades de carácter no deportivo’ en ‘espacios naturales’, tampoco, pero ¿a qué velocidad hay que caminar para que el paseo alcance la categoría de deporte? ¿cuando se rompe a sudar? ¿hay una velocidad diferente en función del sexo o de la edad? ¿seis kilómetros por hora es deporte en una mujer, pero paso rápido en un hombre? En cuanto a las actividades de carácter no deportivo (pongamos una caminata sin correr) en espacios naturales, están exentas de la mascarilla, pero ¿qué es un espacio natural? Uno encontró esta definición de común aceptación: “un espacio natural es una parte del territorio de la tierra que se encuentra escasamente modificado por la acción del hombre, es decir, son aquellos que no han sido objeto de intervención humana, su evolución es espontánea y depende del ambiente natural originario”. Si uno está en medio del monte, está en un espacio natural, pero si camina, en pleno monte, por una senda empedrada por el hombre y no por la acción de las lluvias (no digamos si camina por senda asfaltada, urbanizada e iluminada, aunque sea rodeada de prados) no hay espacio natural.
En ese contexto escuchó uno una fugaz conversación esta mañana mientras caminaba. Se cruzan dos parejas y mantienen el siguiente diálogo:
- Hombre, ¿cómo por aquí? ¿pero estáis con mascarilla por esta pista?
- Bueno, la acabamos de poner.
1/ Preguntar si se va o se deja de ir con mascarilla son ganas de incordiar y de buscarse un problema. 2/ Lo de acabar de ponérsela, uno no estuvo atento, pero lo duda.
Ya que de poner la oreja se trata, a uno le dejó triste una conversación también fugaz que escuchó hace unos días. Mientras uno caminaba, junto a un chalet, escuchó un diálogo que trascurría en la antojana de la casa. Una madre ponía sus manos en los hombros de su hijo, de unos seis años mientras le decía:
- No te acerques tanto a tu abuelo.
- ¿Pero por qué mamá?
Uno siguió caminando y se perdió la respuesta. ¿Por temor al virus? ¿estaba sucio? ¿no era de su estirpe?
Otro día, mismamente esta mañana, uno vio dos modestos trofeos encima de un contenedor azul de la basura. A uno le dio pena. Al decir de otro caminante, había más en el contenedor de la basura genérica.
Cambiando de tercio, lee uno un artículo de Nicolas Bardio en LNE sobre el asturiano, la oficialidad, todo eso. Está uno de acuerdo hasta donde figura la marca. A partir de ahí, Bardio empuña el fusil dialéctico y mete miedo. Nada de extrañar si se acude a su bibliografía. La izquierda tiende a la oficialidad, la derecha tiende a estar en contra, y aunque la posición de la izquierda y la derecha se define sobre todo por el posicionamiento socioeconómico, uno cree que no es el único factor. Hay conservadores a favor de la oficialidad e izquierdistas en contra, cada uno con atendibles argumentos. No, Bardio, no, pese a su desparpajo.
Como noticia curiosa, el aplauso de los feligreses -según crónica periodística- al Arzobispo de Oviedo tras su encendida homilía contra el aborto en una iglesia gijonesa. Nada que alegar a ese posicionamiento del Arzobispo, que es el de la Iglesia, pero curioso lo de los aplausos. Habría que estar allí para creerlo del todo.

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LECTURA DE LA PRENSA. PRAGMATISMO
Se desayunó uno con la sorpresa de un artículo de Baudilio Alonso a favor del asturiano. https://www.lavozdeasturias.es/.../0003164077447171548327...
Aporta, sobre todo, razones sentimentales, que son tan de tomar en consideración como otras cualesquiera. Leyó uno con cariño su opinión porque conoce al llanerense Baudilio de siempre y lo aprecia a él y a su familia. Hay que conocer al firmante para saber de qué habla cuando opina y qué hay detrás. Interesa indicar que es el Responsable Comercial de la entidad y de la idea que se anuncia en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=WRDE3FsFXx8 Un vanguardista.
Otro escritor asturiano que claramente se decanta por la oficialidad es Milio Rodríguez Cueto, que suscribe una simpática columna semanal en LNE. Por cierto no identifica uno la caricatura que acompaña a sus escritos con la foto de la entrevista. ¿O sí? Le acaban de conceder un premio de literatura asturiana y con ese motivo es entrevistado en el periódico, de la que uno destaca esta sorpresiva confesión:
–En este certamen en Gijón se presentaron sólo once trabajos. ¿Hay una demanda suficiente de lectores como para que los escritores se animen a escribir en asturiano?
–Once no son muchas obras, en efecto. ¿Hay demanda de lectores? Creo que esa pregunta excede el ámbito de la literatura escrita en asturiano. Soy docente de Lengua y Literatura castellanas desde hace 35 años y la gran mayoría de mis alumnos no leen nada más allá de las lecturas obligatorias (los que las leen) y, aquellos que se declaran lectores, con 17 años por ejemplo, consumen basura serializada en la que abundan magos, dragones y gilipolleces por el estilo, redactada con una estudiada elementalidad para que sea accesible al más tonto (lo cual no lleva a ningún lado porque ese no va a leer ni con el brazo retorcido a la espalda). Todo esto se está trasladando a las novelas que están “consumiendo” personas de 30 o 40 años, que ya se educaron en esta subliteratura de digestión inmediata. Eso sí: todo lleno de buenos sentimientos y mucho compromiso.
El alcalde ovetense Canteli se muestra conciliador y navideño, agradece al Principado y a su presidente las inversiones previstas en el presupuesto del año próximo, pero se queja de la burocracia, a la que achaca la baja ejecución de las obras. En esto uno opina sin conocimiento ninguno de causa, pero está por jurar que el alcalde estampará su firma, si no la estampó ya, en algún procedimiento que regulará trámites engorrosos para los ciudadanos, pero alguna razón habrá para que no se eliminen. Cuando se critica la existencia de un trámite habría que preguntar qué ocurre si se quita, qué coladero entraría por ahí, y valorar si merece la pena. A lo mejor está justificado que se cuele un pecador si se agiliza el trámite para noventa justos. Es cuestión de números y de proporciones más que de principios inamovibles.
La Nueva España anuncia un canal web con toda la actualidad de la Junta General del Principado, con lo que se pretende acercar a los asturianos la labor de su Parlamento. Hace años uno consultaba asiduamente la web de la Junta para comprobar qué se decía del transporte o de Lena o de algunas áreas de interés, como entraba en la web del Congreso o del Senado, o en la del Consejo de Estado o en algunas páginas de instituciones judiciales para beber directamente de las fuentes, sin intermediarios, pero resulta imposible por inabarcable. Aunque uno mire con recelo qué seleccionan y qué no los medios de comunicación, qué ven reseñable de la inmensa actividad de todas las instituciones, no hay más remedio que dejarse caer en sus manos y confiar en que entre lo que unos medios y sus contrarios seleccionen, conseguirá uno mantenerse equilibradamente informado. Los intermediarios son imprescindibles, pese a su mala fama, y está pensando uno más en los intermediarios comerciales, porque no es posible un canal directo a gran escala entre productor y consumidor. Los intermediarios de noticias también son imprescindibles.
Hablando de intermediarios, una serie de organizaciones agrarias acuerdan con un distribuidor de carne -lee uno en los titulares- una subida de veinte céntimos. Hay que leer la letra pequeña para saber que se trata de Alimerka. No entiende uno por qué no se indica en el titular. ¿Tendría Alimerka que pagar por salir en el titular? A uno le sonaría a chantaje.
Leyó uno en las paginas de Agenda/Ocio del periódico que se anunciaba una proyección de videomapping sobre la fachada de la iglesia de San Isidoro y allá acudió. Un guapo trabajo en cuanto a imaginación ejecución. Al final se proyectaron unas palabras: ilusión, familia, paz, amor, salud. ¿Sobraba la alusión a la familia? Uno la habría suprimido por asepsia y para no dar que decir. Para empatar se podría haber añadido: solidaridad. Como alguien colgó la sesión en Youtube, se ve lo que se exhibe, aunque en directo gana. https://www.youtube.com/watch?v=adsgqjUQoxo
Lee uno en los medios en general que Sanidad y las autonomías reducen el aislamiento de los infectados al rebajarlo de diez a siete días, estableciendo, además, que no se precise ninguna prueba diagnóstica para retornar a la vida normal. Tiene razón Pedro Sánchez al tirar por la vía del medio con decisiones bien poco matemáticas aunque pueden ser científicas y prácticas ya que se trata de preservar también la salud mental. Intuye uno que de persistir los largos aislamientos, algunas personas pueden acabar chifladas, los aislados y quienes sufren indirectamente las manías de los aislados, a sumar a sus propias manías, claro.
¿Están chiflados en Israel, que está a punto de decidirse por fomentar el contagio masivo para conseguir la inmunidad de grupo ahora que esta variante ómicron es más leve? ¿Qui lo sa?
Poco aleccionadora la medida que está estudiando Australia de conceder la exención médica al tenista Djokovic para que juegue el Abierto, según lee uno en El Correo. Pésimo ejemplo pedagógico, por implicar, además, una rendición ante los intereses económicos en juego. Perdería enteros sin la concurrencia del número uno del mundo, que se niega a declarar si está vacunado o no. Estos balcánicos y su cultura…Como el soportinguista Djuka.
Perspicaz la viñeta de LNE sobre Pedro Sánchez y la contratación temporal.
Original la perspectiva de Javier Cuervo en LNE sobre los clásicos propósitos para el año entrante.





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