DE FACEBOOK (Días 10 a 12)

LECTURA DE LA PRENSA. VERSOS LIBRES.

Hay varias películas con ese título, del aureolado James Bond o del más populachero Clint Eastwood, justamente reconocido también en los últimos tiempos. Licencia para matar es la que tenía cualquier etarra si el objeto del disparo o de la bomba era un militar o un miembro de un cuerpo de seguridad. Si era un civil, la licencia para matar necesitaba una doble autorización, que era una
doble orden, ahora desvelada por los antiguos etarras testigos protegidos.

Algunos van en las listas electorales. Está bien recordar aquello de la memoria, pero por lo visto hay memorias ominosas y memorias y crímenes justificables por la paz democrática.

Los tiempos cambian. Picasso ya no cotiza tan alto desde que se conoce y cuestiona su actitud ante las mujeres. ¿Es peor pintor? No, pero todo está entremecío.

Es de agradecer que dos premios del periodismo otorgados por el ABC hayan recaído en firmas que alberga El País, Manuel Jabois y la viñetista Flavita Banana, asturiana por más señas, aunque ella misma dice que por mero accidente ya que se considera barcelonesa.

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LECTURA DE LA PRENSA. IMPRESIONES

Lee uno en esas agendas útiles que traen los periódicos que el viernes 12 de mayo se celebra el Mercado Tradicional de San Isidro en Lugo de Llanera y que en el programa se incluye un concierto del Coro Joven de Gijón y de la Coral Polifónica de Llanera, que tendrá lugar en la carpa de la barraca. Como a esa hora tiene uno previsto estar en Lugo por otro motivo, aprovecha para dar una vuelta por el mercado y, de paso, presenciar la actuación. Calamitosa de audición la primera parte, cuando actuó el coro local: los melómanos se tiraban de los pelos metafóricamente hablando (porque los más adictos son calvos, ya que mientras se conserva el pelo no se suele cultivar la afición coral) por la falta de respeto de algunos beb/espectadores, pero también apuntaban que a quién se le ocurre programar un concierto, que requiere silencio, en la carpa festiva. Durante la segunda parte, que corrió a cargo del Coro Joven de Gijón, además de más entretenida, se consiguió un poco más de silencio y el concierto resultó sobresaliente y entretenido.

La prensa del día nos habla del comienzo de la campaña electoral, con los dardos de rigor. Pues bien, en la susodicha carpa uno presenció cómo cambiaban impresiones amigablemente el cabeza de lista del PP de Llanera, Silverio Argüelles, y el del PSOE y actual alcalde, Gerardo Sanz. Ojalá esa sea la tónica dominante.

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LECTURA DE LA PRENSA. PROMESAS ELECTORALES

Estos días no tiene uno más remedio que leer programas electorales, o frituras o destilados o escurreduras de programas triturados por la variada panoplia de intérpretes que se interponen (acaba uno de redundar) entre el programa y el votante. Uno no puede detenerse en todos. En muchos casos, de aquellos que no tienen ninguna posibilidad de entrar en las instituciones, a lo mejor no lee uno ni el titular, pero a veces pica. De los que tienen posibilidades de ganar lee hasta las anécdotas. Es el caso del alcalde y alcaldable de Oviedo, al que, en las páginas deportivas de La Nueva España le preguntan dónde y con quién verá el derbi. Responde esto: “Con amigos con los que compartirá comida antes del partido”. Vaya, alcalde pillado en un renuncio (VER COMENTARIOS) porque por esas casualidades de la vida comió uno en el mismo modesto restaurante que Canteli y cuando los jugadores estaban calentando el césped de El Molinón, la comida política se dio por finalizada, y puede uno asegurar que no vio el partido, o todo el partido, con esos amigos mencionados.

Otra no promesa pero si objetivo político a largo plazo es la de Ciudadanos, que por boca del aspirante a la presidencia del Principado, apuesta por la fusión de concejos. Uno coge la lupa para llegar al detalle por ver si se concreta qué municipios se refunden, pero, como es de esperar, sin éxito. Esa labor exigirá una gran discreción además de inversiones compensatorias apagafuegos para los territorios que pierdan capitalidad local.

Contraviniendo la intención enunciada hace medio minuto de no leer las declaraciones de aquellos candidatos sin posibilidad alguna de salir, se fijó uno en una entrevista a Enrique Fernández, candidato de Equo a la presidencia del Principado. Le dicen: “Complete la frase: el gran problema de Asturias es…”, a lo que responde: “La felicidad de la gente”. La idea es genial, pero no nueva porque el articulo 13 de la Constitución de Cádiz, de 1812, proclamaba esto: “El objeto del Gobierno es la felicidad de la nación, puesto que el fin último de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. Ahí es nada. Ahora bien, ¿era esto lo que quería decir el candidato de Equo o más bien querría significar que los asturianos somos tan felices que nos importa un bledo el cambio climático, los molinos de viento o el despoblamiento rural?

Dura viñeta la de Pablo García y Rogelio Román en La Nueva España sobre los candidatos de Bildu. Dura porque aunque suelen dar palos a diestro y siniestro (es frase hecha pero viene como anillo al dedo) no suelen ser tan descarnados en otras ocasiones. La ocasión puede que lo merezca para retratar a quienes fueron tan poco escrupulosos con algunas carnes y algunos huesos. El presidente Barbón proclama que le repugna la presencia de antiguos etarras en las listas. El editorial de País también lo rechaza por traspasar barreras éticas aunque la designación sea legal porque no tienen prohibido el acceso a cargos públicos. Se armaría la de Dios es Cristo si cualquier otro antiguo delincuente que haya cometido delitos execrables pueda volver a puestos relacionados con el campo de su antiguo delito, y no hace falta poner ejemplos.

Ya aludió uno a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el aborto. Dice El País que dice el Tribunal que la ley del aborto no desprotege al nasciturus. No se puede retorcer de esta forma tan burda las palabras y los argumentos. Claro que lo desprotege, y lo aniquila, aunque sea por considerar que el valor de la dignidad y de la autonomía de la madre está por encima.