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LECTURA DE LA PRENSA. CORAL POLIFÓNICA DE LLANERA.

Tocaba leer la prensa con las gafas de dar con las noticias positivas, pero, la verdad, no encontró uno gran cosa porque si había algo positivo en alguna noticia, cabía pensar en una contrapartida negativa que ocultaba, así que, finalmente, no encontró de positivo-positivo nada más que esta humilde noticia de una edición comarcal de La Nueva España: los 35 años de la Coral Polifónica de Llanera.

Tiene uno escuchado muchas veces sus interpretaciones, que ejecutan con muy notable solvencia.

La actividad coral es verdaderamente coral, y está bien recordarlo en estos tiempos en los que se abusa tanto de ese adjetivo. Uno cantó unos cuantos años en un coro y conserva un recuerdo maravilloso de esa época y muy buenos amigos.

Cantar en un coro es una experiencia extraordinaria. Lo mejor que le puede pasar a un coro es que el conjunto resulte armonioso y que, oídos desde un patio de butacas o desde el banco de una iglesia, nadie pueda decir: ¡Vaya bien que canta el de la barba recortada! o ¡Qué voz tiene la del mechón azul!

Los coros son una escuela de vida, de valores, y de principios. Quien tenga una voz extraordinaria, potente y bien modulada, lo mejor que hace, excepto si interpreta un solo, es diluirse en el conjunto, por muy humana que sea su intención de destacar con algún glayíu. El coro es una escuela de democracia porque hay veces en las que a una cuerda puede resistírsele una nota, un bemol, un sostenido. En estos casos, cabe pensar que el más acertado de acuerdo con la partitura, pueda modular su nota ajustándolo al del resto de su cuerda para no desentonar, aunque la nota acertada fuera la suya. Por último, quiere uno destacar la labor irremplazable del director. En alguna actividad cabe pensar en una dirección asamblearia, en un coro, no.

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LECTURA DE LA PRENSA. TERREMOTOS

Terribles las consecuencias del terremoto y conmovedora la imagen que varios medios llevaron a la portada: un padre con la mirada perdida cogiendo la mano de su hija de quince años, muerta, bajos los escombros. Eso comparado con las tonterías que uno comentará a continuación…

El Ayuntamiento de Oviedo, conservador, eleva una moción al cielo demandando el cambio de la ley del “solo sí es sí”. Tienen gana de insistir por este camino perdiendo tiempo en mociones que están suficientemente defendidas en todos los foros posibles sin necesidad de que los ayuntamientos pierdan en el tiempo en estas cosas. Si no hubiera otros canales para transmitir el sentir popular, pero por canales que no quede. Incorregibles, pero en el mismo saco revuelto van las peticiones del legítimo derecho a la autodeterminación del pueblo de…, del que sea.

Suscribe uno dos editoriales bien diferentes, uno el de El País sobre la reforma de la ley que tanto preocupa al ayuntamiento carbayón. También suscribe uno la idea general del editorial del Mundo, reticente contra la ley Trans. Es suficiente con leer los titulares del editorial para hacerse una idea: “La Ley Trans, ante el riesgo de que se repita otro ‘sí es sí’. El Gobierno ha desoído de nuevo a los expertos. En este caso, además, otros países están rectificando sus leyes”.

Lee uno en LNE que los dueños de viviendas vacacionales piden una normativa concisa y ágil. ¡No les pide poco el cuerpo!

Ayer escarbó uno hasta encontrar una buena noticia. Hoy, de refilón, da cuenta de otra. El Instituto y la Biblioteca Pérez de Ayala, ambos de Oviedo, se unen para reivindicar la figura del escritor que les da nombre. Ilustra la noticia una foto de los dos directores. Con el de la biblioteca, Juan Miguel Menéndez, habló uno hace unas semanas buscando para un artículo de investigación datos de los fondos existentes en la red pública de bibliotecas (que funcionan como red, es cierto). El funcionario se desvivió hasta límites extraordinarios buscando lo que uno necesitaba, que era casi una adivinanza laberíntica. No conseguimos desentrañar el misterio, pero quede aquí el agradecimiento. Ejerció su función con gran profesionalidad y esmero. Y dedicando tiempo.

¿Puede decirse los mismo del Rector de la Universidad de Oviedo que viaja a México para estrechar lazos con las universidades aztecas? Hay que abrirse al mundo, sí, está muy bien, pero no lo ve uno claro del todo.

Claro sí ve uno que es compatible ser un gran escritor a la vez que un inmaduro sentimental, aunque se esté próximo a los noventa años. Está pensando uno en Vargas Llosa, que se reencontró con su exmujer Patricia en París con motivo del ingreso del premio Nobel en la Academia Francesa. También acudirá nuestro rey emérito, aunque no consta que acuda la reina emérita. Otro inmaduro sentimental.

La ministra de Transportes, indignada, advierte que depurará responsabilidades una a una. Empezaremos a contar. ¿Qué entiende ella por responsabilidades? ¿Dimisiones? A lo mejor no. El palabriru políticu ye la leche

Tres sentencias son noticia. Respétense. Diversos tribunales dictan sentencias haciendo a veces hincapié en la falta de memoria económica de unas normas o en la insuficiente motivación de otras. Si se está en desacuerdo con el pronunciamiento, es fácil recurso criticar el sesgo político de los miembros del tribunal, pero si los técnicos y los políticos gobernantes elaboraran bien las normas que instan, obligarían a los jueces a entrar en el fondo del asunto para examinar si el supuesto de hecho se ajusta a la norma material habilitante, además de a la formal.

- La Ordenanza de Movilidad del Ayuntamiento de Gijón. Y uno que compró la pegatina para poder entrar sin sobresaltos en la villa marinera…

- La imposibilidad de que con el bono cultural se pudieran consumir espectáculos taurinos. Uno está contra los toros, pero si la norma estaba mal hecha, hágase bien. Y si no se puede, no se puede. No retorzamos la ley hasta extremos inverosímiles. En consecuencia, hay que admitir que entren con el bono.

- Ence podrá seguir operando en la ría de Pontevedra hasta 2073.

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LECTURA DE LA PRENSA. LA CÁRCEL DE PAPEL.

La celebrada sección de la Codorniz, La cárcel de papel, condenaba a determinados sujetos a pasar una semana con bozal una vez probado fehacientemente que habían proferido alguna extravagancia. Después de repasar lo escrito sobre los trenes, se condena uno a una pena de un día en dicha cárcel de papel. No retiraría uno el resto de lo escrito estos días, pero sí este párrafo: “Todo el que sienta algo el ferrocarril tiene que estar abochornado de esos trenes encargados que no libren por los angostos túneles norteños de la vía estrecha…”. La autoridad ministerial declaró que los trenes sí libran, que el problema es el contrario. No le cuadra a uno que, si el problema es de defecto, no de exceso, se tenga que acudir al método comparativo, ese de medir un tren y tomarlo como modelo, pero la sentencia es inapelable: autocondena de un día y una hora a la cárcel de papel.