LECTURA DE LA PRENSA. TOÑO VELASCO
Lee uno en la prensa que es el último día de la exposición de Toño Velasco en Trascorrales. Sobre la campana llegó a tiempo de verla. Toño Velasco es un rapazón grandón que uno se puede encontrar por el centro de Oviedo en cualquier momento. En esta exposición se reproducen unos sesenta cuadros pintados utilizando diversas técnicas, todos recrean espacios del Oviedo céntrico. Las estrellas de la exposición son los trece cuadros correspondientes a cada uno de los trece pisos del edificio de viviendas de la antigua estación de autobuses de Oviedo. En un vídeo explicativo cuenta que la idea de la pintura nació en una charla en el ascensor con el presidente de su comunidad (él vive allí). Toño Velasco andaba por la exposición, pero uno no tuvo oportunidad de preguntarle si el acuerdo de la comunidad fue unánime, máxime teniendo en cuenta que la obra artística hay que pagarla. Con este comentario puede uno dejar al descubierto su cortedad de miras, pero a uno le habría gustado ver a través de una mirilla el desarrollo de la junta donde se debatió y aprobó la propuesta artística. Dejando esta miseria intelectual de lado, la exposición es maravillosa. De las trece plazas, y asimilados, que dibuja, uno cree que al menos pasa por diez de ellas una vez a la semana: el Fontán, la Escandalera, el Paseo de los Álamos, plaza del Ayuntamiento (llamada oficialmente de la Constitución ¿cuántos la llamarán así?), calle Cimadevilla, plaza de San Salvador (por lo visto, así se llama la plaza de la catedral, ídem de lienzo con la del Ayuntamiento), Riego, Primo de Rivera, Porlier. Algo menos transita uno Trascorrales y la plaza de Feijóo, y muy poco la del Paraguas. Además de estas plazas y calles, Velasco plasmó numerosas estampas de Oviedo. Un trabajador prolífico y necesariamente rápido. Se aconseja el siguiente enlace y navegar por sus vericuetos. https://tonovelasco.jimdofree.com/laminas-13-plazas-13.../
Por lo que se ve parece hoy uno como devoto del Oviedín del alma porque se fijó también en la columna de Gonzalo García-Conde, que evoca lo que para él significó el centro comercial Salesas. En Oviedo conocíamos Galerías Preciados. Supuso una revolución, y seguramente el cierre de otros grandes almacenes de renombre en la capital, como Botas o Al Pelayo, pero el centro comercial Salesas era otra cosa. Aunque no compra uno demasiado en Salesas, es una comodidad tenerlo cerca. Para las compras lo prefiere a Parque Principado, que es variado y entretenido, pero hay que desplazarse en coche (el transporte público es minoritario, sobre todo si pretendes volver cargado con bolsas). Y en caso de duda, las compras en la capital, no sea que haya que cambiar o descambiar algo, con el consiguiente re-desplazamiento.
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LECTURA DE LA PRENSA. PIES DE PLOMO
Cuando uno se decide a escribir de los delitos contra la libertad sexual o casos de violencia de género tiene que andar con pies y tecla de plomo.
Ante delitos de este tipo principios tradicionales del Derecho Penal y de otras ramas del Derecho se ponen en cuestión. Por ejemplo, la portada de El País relaciona el porcentaje de mujeres asesinadas con los retrasos que se acumulan en los juzgados de violencia de género. Se achaca a falta de recursos (uno cree que proporcionalmente faltarán tantos recursos como en otros tipo de juzgados, pero quizá se quiera apuntar que estos juzgados merecen proporcionalmente más recursos: uno tiene que sacar conclusiones leyendo entre líneas) y a la rotación de las plantillas. No se dice, pero a lo mejor se apunta que hay que cambiar el sistema de adjudicación de plazas, de manera que, para fomentar la estabilidad, el funcionario de cualquier orden que consiga una plaza en un juzgado de esta especialidad tenga que permanecer un número de años superior al que se exige a otros funcionarios porque el objetivo del Estado es combatir este tipo de delitos y ese fin está por encima de los intereses de los funcionarios. Añade la información que los Juzgados de Violencia sobre la mujer tienen el índice más alto de rotación de jueces, magistrados y letrados (secretarios judiciales) según el Informe anual del CGPJ. ¿Por qué estas plazas son malas? Uno supone que no es por cuestión de dinero, sino por la complejidad de estos casos y por la exposición pública y el escudriñamiento de cada una de sus decisiones. Y el vapuleo sin haber leído las resoluciones.
David Lema escribe una columna en El Mundo que titula: “Dani Alves: ¿por qué lo haces si…?” No hace falta reproducir el artículo pero ya se sabe a qué se refiere la pregunta. En un País Semanal, no el último, se recogen unas declaraciones de la feminista Catril Moran, que presenta libro, y deja este titular principal: “Debería ser ilegal que se acuesten con un tío sin haberse masturbado primero”. Un titular así es un anzuelo para leer alguna línea más. La revista destaca alguna de las frase de la entrevista, por ejemplo esta: “¿Por qué no hay ningún hombre escribiendo sobre por qué se convirtió en un violador? Es lo que quiero leer. ¿Por qué violas?”. Es la misma pregunta, que seguramente llevará a la misma respuesta, las que se plantean en El Mundo y en El País Semanal. En la jerga arquitectónica serían dos artículos que dialogan, es decir, que se complementan entre ellos armoniosamente.
Puede sonar a chiste, pero no es la intención: ¿en qué se parece la pulsión de Alves y los altos cargos ucranianos purgados por Zelenski por corrupción por compras relacionadas con la guerra? En que hay aspectos en los que el género humano es incorregible y solo cabe aplicar el código penal.
Volviendo al diálogo El País-El Mundo, hay otros diálogos entre los mismos contrincantes y sus peones que no resultan tan placenteros. Así, lee uno de pasada un artículo, a propósito ligero, de Emilia Landaluce en El Mundo que titula “La toma de la pastilla” y, ahora que tanto se cuestiona la sobrealimentación a base de pastillas para compensar la falta de tiempo de atención médica, relata alguna experiencia salvífica gracias a las grageas, pero aprovecha para una pulla contra El País: “Es extraña la persecución (el otro día la competencia la tomó con las estatinas) que hay contra los medicamentos cuando son de las cosas buenas de estos tiempos que vivimos”. La competencia aludida es un artículo de El País de hace unos días que, casualmente, uno fue dejando en reserva para mejor ocasión, que acaba de llegar. Es un artículo con pretensiones de rigor científico (lo consigue porque de la primera parte uno no entendió nada y eso que son asuntos manidos a tope) pero del que uno sacó alguna consecuencia. Es el riesgo de los profanos, que entendemos a medias y corremos el riesgo de interpretar al revés al científico. Bajo esas premisas, uno entendió que había una sobre medicación preventiva contra el colesterol alto y que esa pauta es muy cuestionable cuando el excedido colesterólico no tiene otros factores de riesgo.
Por aquello de enlazar noticias, el pensionista, por pura lógica de edad, toma más pastillas que el personal joven. Según la teoría antipastillítica, con mayor atención y horas de diálogo médico-paciente podrían llegar a suprimirse todas. Uno se permite algunas hipérboles. Bien, pues hablando de pensionistas, lee uno en El Mundo que más de 450.000 jubilados superan los 3.000 euros al mes de pensión. Uno debe ser de los tontos que quedan en este país que, según carta recién recibida de la Seguridad Social, cobra EN NETO menos en enero que en el diciembre anterior por un motivo perfectamente entendible, y pese a ello no pone el grito en el cielo, como acostumbra ponerse en las redes, incluso entre quienes cobramos cientos de sueldos gracias a los impuestos pagados por los contribuyentes. Uno renuncia a enfangarse en este tipo de discusiones.
¿Y qué decir de lo de Ayuso y la Universidad? Que no se debería conceder ninguna mención honorífica a políticos en activo y, menos, en su ámbito funcional o territorial. Dicho esto, uno condena a los activistas y a los ministros que defendieron o justificaron la actuación de los alborotadores.
Hala, ahora a otro charco. Podemos y Mercadona. Uno compra escasamente en el pequeño comercio y eso que tiene varios a mano. ¿El votante progresista compra mayoritariamente en el pequeño comercio y el votante de la derecha, más el desideologizado comodón, entran como ovejas en el híper? Si todo el votante progresista comprara en el pequeño comercio, estos no cerrarían, como demuestra la tendencia. Como comprador la conversación con el tendero es maravillosa, crea trama urbana y todo eso, pero uno cree que corre más riesgos de recibir gato por liebre. Ahora, visto desde el punto de vista del trabajador, uno prefiere mil veces trabajar a las órdenes del encargado del híper que a las del dueño de la tienda, para no tener que oír permanentemente recriminaciones de por qué no ofreció tal cosa a tal cliente o por qué no le ofreció aquel pantalón verde de tan mala salida o aquella blusa de ojales desparejos.
Diego Canga, en campaña, veremos si gobierna cómo lo hace: “Con el PP, la gestión sanitaria la dirigirán profesionales, no amiguetes”. Dice LNE que el candidato popular visitó el Hospital de Jarrio y lamentó las condiciones de la plantilla, “desanimada y con horarios imposibles”. ¿Qué horarios les pondría él? Parole, parole, parole (póngase música).
Une parole para el futuro de la Rampa del Pajares. Meritorio el trabajo del equipo asesor de la Secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, con un dossier magnífico para imputar el origen de todos los retrasos a Álvarez-Cascos, que no tiene partido que le defienda. Lee uno en la prensa algo novedoso, y ya veremos en qué queda. Tal que esto: “Isabel Pardo de Vera no se refirió a otras alternativas, como trenes turísticos o incluso la utilización de la rampa para pruebas de circulación y de material ferroviario, tal y como han planteado algunas empresas del sector, QUE ESTARÍAN DISPUESTAS, INCLUSO, A ASUMIR EL COSTE DE MANTENIMIENTO DE LA INFRAESTRUCTURA o a pagar un canon para su uso”. No es lo mismo. Concretó Pardo que buena parte de los retrasos se deben al empeño de Cascos de abrirla en ancho internacional y mantener abierta la obsoleta rampa de Pajares para los trenes de mercancías. Ahora resulta que hay miles de casquistas sin saberlo.
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LECTURA DE LA PRENSA. FONDO DE ARMARIO
Lee uno en varios medios, por ejemplo, en LNE este titular. “La tercera reforma de la Constitución se limitará a sustituir la palabra ‘disminuido’”. Unas páginas más adelante este otro: “La Fundación Vinjoy inicia un plan de apoyo a discapacitados que sufren abuso sexual”. ¿No debería ser ‘personas con discapacidad’? Uno entiende las razones esgrimidas pero el lenguaje siempre tendió hacia la simplificación: si hay una palabra, no emplear dos; si se pueden contraer dos sílabas en una, adelante. Así evolucionó desde siempre el lenguaje. Este progreso político es una regresión lingüística.
Sigamos matizando, ahora al mismísimo Papa, que afirma: “Ser homosexual no es ningún delito, pero es pecado”. Zapatero a tus zapatos. Si el Papa quería una declaración novedosa hubiera proclamado lo contrario: que la homosexualidad no es pecado, que es su terreno, porque definir los delitos es competencia del César, no de Dios.
Uno necesita una visión de conjunto. Lee que resultan procesados 45 policías por excesos en las cargas del 1-0 al utilizar una violencia innecesaria y gratuita. ¿Habrá manera de saber cuantos acusados y condenados ‘civiles’ se registraron esos días? De acuerdo que no se puede medir igual la violencia del que porta un arma que el que exhibe únicamente sus puños. ¿Tendrán razón los independentistas?
Para compensar tan poca cosa, echa mano uno del fondo de armario y recupera dos artículos de estos días de atrás: una entrevista a Andreu Escrivá, un divulgador que pone en cuestión el abuso de la sostenibilidad y otras palabras y conceptos; y la columna de Juan Pimentel, que analiza las críticas de quienes analizan el pasado con criterios de hoy. Especialmente sugestivo este último.
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