2022/07/18

DE FACEBOOK (Días 12 y 13)

LECTURA DE LA PRENSA. RETORNANDO A LA GLOSA
Lee uno que los empleados de Telefónica rechazan la semana de cuatro días. La propuesta iba acompañada de un descuento no proporcional en el salario, es decir, si la jornada actual en la compañía es de 37,5 horas, pasaría a 32, pero la empresa pagaría 33. Uno estuvo tentado de escribir al finalizar la frase anterior “pero los trabajadores cobrarían 33”. ¿Por qué lo cambió? ¿No es lo mismo? Uno se limita a describir el proceso mental de creación de la frase. Volviendo al asunto, es típico y tópico el debate sobre la reducción de jornada en tiempos de paro (todos los tiempos son de paro) para repartir el trabajo existente. Hay quien desde determinadas posiciones políticas e ideológicas defiende que de eso nada, que nada de renunciar, pero hay otros muchos biempensantes que ‘en teoría’ estarían por el reparto. Hay quien lo afirma incondicionalmente. Hay quien introduce sus matices: yo reduciría ‘mi’ jornada, si la empresa mete a ‘mi’ hijo. Todos esos biempensantes teóricos, hacen mutis por el foro a la hora de la verdad: o están muy justos con la hipoteca o tienen al hijo estudiando en el extranjero o cuando lo comentan en casa le hacen apearse de su idealista burra. Uno fue un quijote en sus tiempos jóvenes. En la empresa ferroviaria hubo años en los que hacía horas casi todo el que quería, hasta el punto de que el ‘reglamentario’ estaba hasta mal visto. Para profanos podría parecer que el que quisiera hacer horas no perjudicaba al que no las quisiera hacer, pero en la práctica y en trabajos a turnos, si uno quería trabajar ocho horas y no doce, había otros dos que necesariamente tenían que ajustarse a ocho.
El País titula así uno de sus editoriales: “Sumar despega. La plataforma de Yolanda Díaz defiende otra manera de hacer política y recoge el potencial reivindicativo del 15-M”. Uno agradece que El País de Pepa Bueno se retrate, por si no estaba claro.
Se retrata también Pedro de Silva en esos billetes, tal como él los llama, concisos y precisos, sin una palabra de más ni de menos. El billete está dedicado a la memoria histórica, que ahora se llama ‘memoria democrática’ pero uno es un paquidermo al que le cuesta readaptar palabras y conceptos.
Ya pasaron veinticinco años del asesinato de Miguel Ángel Blanco. A uno le conmueve la frialdad de los asesinos, que no tienen ochenta años, edad a la que es imposible cambiar de idea ni arrepentirse de nada.
La hostelería de Gijón pide cambios en las fechas de los festivales ante la pérdida de clientes. Hablan de la superposición de Metrópoli, la Semana Negra y varias verbenas populares, lo que resta afluencia a los bares. Bien. El gabinete de prensa llama a su contacto en el periódico y suelta la lágrima. Uno pasa ratos muy distendidos y agradables en los bares, pero la queja constante aburre al más pusilánime.
Didáctica columna la que Llaneza dedica a la pista finlandesa, esa que uno patea casi a diario, salvo cuando decide la alternativa de la ruta de Fuso. A uno le gusta la finlandesa porque para llegar hasta ella hay que hacer el esfuerzo previo de ganar una pendiente. Es una ruta de gran aceptación pero uno daría algo por recuperar los periódicos de la época y ver qué opinaban los políticos y los ciudadanos.
Buena y veraniega idea la del Ayuntamiento de Aller de promover unas rutas por el patrimonio del concejo. Si uno fuera de allí y conociera los intríngulis, a lo mejor opinaba otra cosa: que mira a quién dieron la concesión, que qué mérito tiene tal capilla y pasaron de largo por tal otra… Un poco de ingenuidad y de ignorancia ayudan a una vida más feliz. ¿Por cierto, qué tendrá que decir la hostelería allerana?

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LECTURA DE LA PRENSA. SI LA VIÑETA NO VA A MAHOMA, MAHOMA NO VA A LA VIÑETA
Lo que más destaca uno de la prensa de hoy es una escueta frase de Pablo García, que pasa por humorista, coautor de la viñeta que con gran acierto viene luciendo La Nueva España desde hace décadas. Como se presenta un coleccionable con una antología de sus caricaturas, entrevistan a los autores. A la pregunta de si hay que poner algún límite en el humor gráfico, pablo García contesta con sinceridad digna de un titular: “Mi límite es dibujar a Mahoma”. Esas palabras, sin embargo, no merecieron tipografía especial alguna. Será cosas de gustos. O de evitar disgustos.
Como con las cosas de comer no se juega, destacan muchos medios que España compró en el mes de junio más gas a Rusia que a Argelia. Pelillos a la mar si Rusia invadió Ucrania.
Los semáforos de Oviedo darán prioridad a los autobuses para fomentar su uso. Ojalá que acierten con la solución técnica porque es una propuesta realmente útil para favorecer el transporte colectivo, que no es un transporte puerta a puerta porque los autobuses si circulan por una calle no circulan por la contigua y a alguno dejarán algo a desmano.
La Nueva España, edición del Caudal, da cuenta de cómo la maleza invade los bancos de piedra de Valgrande y los vecinos de la urbanización reclaman el adecentamiento al Gobierno Regional. Si los bancos ya no son necesarios, que los quiten, pero mientras estén en buen estado, que se mantenga el entorno como es debido, sea competencia autonómica o municipal. Vale esto para los bancos de Valgrande y de cualquier sitio, y para cualquier equipamiento público.
A estas horas ya tuvo lugar la primera jornada del debate sobre el estado de la nación. De las informaciones previas se fija uno en un titular: “La Ley de Memoria Democrática ensalza la Transición, no la pone bajo sospecha”. La publica el País como información, cuando a uno le parece más una opinión, eso considerando la dificultad de una línea divisoria entre una y otra en algunos casos.
El Mundo, El País y La Vanguardia (citados así por orden alfabético) ofrecen tres titulares de las medidas que el presidente Sánchez tenía previsto anunciar, y se citan también por orden alfabético. No hay que ser muy hábil para determinar la equivalencia, al menos en un caso:
La crisis desborda a Sánchez y le obliga a anunciar más medidas.
Sánchez lanza más medidas sociales económicas para impulsar la legislatura.
Sánchez planteará nuevas medidas de protección social para las clases medias.
Lee uno en La Vanguardia que Sanidad desiste de prohibir fumar en el coche y en las terrazas esta legislatura. Entre los partidarios de la prohibición, si tuvieran que elegir entre una u otra prohibición, o por donde empezar, hay quien comentaría por las terrazas. Uno cree que la capacidad contaminante de las terrazas es, en términos generales, mínima. Por el contrario, fumar en el coche es una invasión no solo a la salud, sino a la intimidad. Y a la educación, si no fuera un término pasado de moda.
Uno de los namberguán del periodismo, Enric Juliana, dedica su columna de La Vanguardia al Musel y a su planta regasificadora, por lo que se reproduce aquí la crónica.
Como uno casi no ve la televisión, no se había enterado de la trifulca entre Pablo Iglesias y Ferreras. Pese a no haberla seguido, se fía uno de la información que del caso publica La Vanguardia, la más imparcial seguramente para este tipo de noticias.
Seguramente está uno espeso abondo, pero tuvo que leer varias veces en el ABC la frase de Carlos Totorika, alcalde socialista de Ermua cuando asesinaron a Miguel Ángel Blanco: “Hay que evitar el odio de quienes consideran héroes a los etarras” porque a uno le entró la duda de si esas eran exactamente las preposiciones pronunciadas. Y proposiciones.
Para el ABC hubo una vez un ministro socialista que fue la antítesis del sectarismo. Lástima que uno no tenga acceso a la hemeroteca para comprobar si el ABC mantuvo siempre esa teoría. La proclama ahora que murió José Guirao, al que dedica esl titular: “Fallece José Guirao, exministro socialista, antítesis del sectarismo”. Hay que morirse para que le reinventen a uno la biografía.

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