Iba uno a titular dos ‘cosucas’ porque hay días en los que si le preguntan qué traía el periódico, responde que nada. Y te replican: ¿cómo que nada si estuviste dos horas con el periódico? Y respondes que nada, que bueno, sí, que leíste las esquelas, y de la feria de la Ascensión, y de Mbappé, y de la final de la Champions, pero nada entre dos platos. O dos cosas.
• Se fijó uno en la frase de un capitán de la Marina Mercante: “Un capitán tiene que ser tranquilo; es más difícil manejar a la tripulación que el mar”. Sin duda, habrá que saber algo de mar y de barcos, pero uno está con él, con José Manuel García Fernández. Por cierto, sin ánimo de ofender a los Josés a los Manueles, a los Garcías y a los Fernández, si uno tuviera un hijo que se fuera a apellidar García Fernández buscaría para él un nombre más sonoro. Uno recuerda una conversación con el hijo de un ingeniero que había estado de listero en una mina. Contaba los quebraderos de cabeza que tenía a la hora de identificar a la plantilla cuando unos cuantos operarios se llamaban y apellidaban igual, por lo que decidió que cuando tuviera hijos les pondría nombres raros y cortos. Cumplió su promesa con Efrén, Cita, Visia, Siro y Vital. Uno conoce la historia por Vital. Saliendo de los cerros de Úbeda, y volviendo al capitán, quedamos en que estaba uno con él, pero no todo el mundo sirve para mandar y hay gente que es capaz de gestionar bien un departamento sin ser una luminaria en la materia. Hace falta desparpajo, falta de prejuicios, una cara un poco dura, tirar p’alante, sobre todo saltar por encima de las normas porque si hubiera que gestionar exclusivamente con las normas, se meterían las órdenes en un programa, y lo que saliera después de darle al intro.
• La otra cosa, la otra gran cosa, es la aprobación de la ley del sí es sí. Si sirve para rebajar la estadística de las agresiones sexuales, sea bienvenida la ley aunque lamine uno de los pilares básicos tradicionales del Derecho: la presunción de inocencia. Podría plantearse la cuestión en términos de la balanza entre el fin y los medios, pero acto seguido entra la duda de qué es el fin y qué es el medio en este caso concreto que se plantea. Uno cree que hay bastantes gentes que votan a la izquierda a quienes parece exagerada la ley. Podemos estar ante una cuestión de divorcio entre las vanguardias políticas y el pueblo llano, pero esa discrepancia se produce muchas veces: las vanguardias abren camino y cuando este está trillado parece que siempre hubiera sido así, porque la gente acaba asumiendo acríticamente las normas y las costumbres.
***
LECTURA DE LA PRENSA. MUJERES, HOMBRES Y OTROS GENÉRICOS
En La Vanguardia recuerdan la no-foto de la vicepresidenta Calviño y hablan de la proliferación de iniciativas contra los eventos sin al menos una mujer como experta. Para algunos no es fácil encontrar expertas en según qué temas. Por la mañana hizo un viaje en coche y, según costumbre, sintonizó Radio 5, que estaba retransmitiendo el desfile del día de las Fuerzas Armadas desde Huesca. Narraban con todo lujo de detalles el tipo de aviones que surcaban el cielo, el nombre de los siete pilotos (capitanes o comandantes), el tipo de formación que recibían o que impartían todos ellos. A uno le llamó la atención que una de las locutoras fuera una mujer y uno pensó entonces ¿pero cómo a una mujer le da por profundizar en si un caza tiene dos motores de propulsión o tres? Como cuando uno hizo la mili, no había mujeres, uno no se hace a la idea de la incorporación de la mujer no solo a las fuerzas armadas sino a este tipo de conocimientos técnicos tradicionalmente masculinos. Se da uno unos golpes de pecho públicamente.
Hablando de mujeres y hombres, en La Vanguardia lee uno que la depresión afecta más a las mujeres, pero se suicidan más los hombres. Cada uno puede encontrar una explicación a esos datos. El periódico lo relaciona con diversos momentos de la fertilidad. No se aclara por qué se suicidan más los varones.
Otra de mujeres y hombres. Lee uno la noticia y la foto de Abba. ¿A quién perjudicó más el tiempo?
Ahora un anuncio que no le levantó a uno dolor de cabeza porque prometió no darle más vueltas al texto: “La diversidad sexual no es un juego en el que eliminamos lo que no nos gusta”. Los textos publicitarios no tienen por qué seguir las normas clásicas de la redacción, que exigen claridad. Un texto publicitario tiene que llamar la atención contorsionando el lenguaje si es preciso. Si se pretende claridad, se procura prescindir de las frases negativas o con negaciones. Considerando que dos negaciones afirman, uno convierte el eslogan en esta frase: la diversidad sexual es un juego en el que eliminamos lo que nos gusta, pero no sabe uno si es eso lo que quiso decir el autor. En este momento comienza el dolor de cabeza y ahí deja uno la reflexión.
Reflexión literalmente demoledora la que uno leyó en El Comercio sobre el rey emérito. El artículo se titula “Irresponsable y falto de méritos”, que no está disponible en la edición libre de El Comercio, pero no tardará en publicarlo Fulgencio Argüelles, el autor, en su página de Facebook. Es una contrabiografía del rey. Merece la pena leerlo aunque escueza. Por lo visto, el original-original escoció incluso en el periódico. En este caso estará uno atento a las redes.
La prensa asturiana recoge la noticia de la muerte de Vicente Álvarez Cuesta, Vichu. Uno coincidió con Vicente como corista. Cuando dejó de ser integrante, era habitual que acudiera a algunas actuaciones para reforzar porque es de los coristas que daban seguridad a los compañeros. Cuando muchos no sabían si había que entrar o no, él lo tenía claro. Era un activista, incluso en las redes, de ideas claras. Este domingo su banda iba a desfilar en un pasacalles por Pola de Lena. No rehuía la polémica si hacía falta en defensa de sus planteamientos. Una gran pérdida.
LNE indica que el Principado ahorrará quince millones cada año por hacer fijos a 8.600 interinos. Y si no convoca oposiciones nunca más y va entrampeando las plazas, se ahorra para siempre el precio de las costosas oposiciones. Mala noticia para las academias.
El próximo presidente de la Fundación Princesa según sus colaboradores es un superclase que sabe trabajar en equipo. “Es un genial coordinador y trabaja muy bien en equipo, siempre ayuda mucho a las personas con las que colabora”. A uno le intrigan estas declaraciones. ¿Quiere decir que manda con autoridad o eso de la colaboración es otra cosa? Lógicamente para conseguir cualquier objetivo de cierto complejidad, es necesario el concurso de varias personas, pero uno prefiere que los cometidos de cada uno se definan con precisión, no de que se hagan a medias, porque entonces ya se sabe que alguien apochinará de más. Aunque uno no fue nunca interventor de trenes, acudió como oyente (siempre fue un poco fisgón) a alguna jornada de formación de trabajo en equipo. Cuando la plantilla de interventores comenzó a escasear, se optó por que los interventores trabajaran en brigadas, de dos en dos. Eso obligaba a nuevas formas de trabajar porque cuando iba solamente uno en un tren, lo que él dijera iba a misa, pero si iban dos, tenían que unificar criterios en caso de duda, no fuera uno a cobrar una sobretasa a un viajero y el otro a perdonarle la vida. Fue una experiencia efímera y cada uno siguió haciendo de su capa un sayo.
Un suplemento publicitario de LNE sobre el concejo de Llanera recuerda que la fiesta de los Exconxuraos vuelve en julio por todo lo alto. Fue una fiesta que nació prácticamente con el siglo y la apadrinó un gobierno conservador. Una tentación esperable de una corporación de otro signo sería la de enterrar esa fiesta, ya que se le había ocurrido al adversario. Con buen criterio, la corporación socialista respeta las líneas maestras de la fiesta.
La UE sopesa una misión para liberar las exportaciones agrícolas ucranianas porque se teme una hambruna en algunas regiones, lee uno en El País. También La Vanguardia editorializa sobre el asunto. En concreto El País indica que la escasez de trigo en Libia, Egipto, India y Pakistán podría desencadenar, además de una hambruna, una crisis económica y social que derivaría en oleadas migratorias hacia Occidente, y ahí sí que nos duele. El problema pasa a ser nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario