2013/04/25

DE CAPITANES Y GRUMETES

Vas a una sidrería de mediana confianza con la intención de ver la segunda parte de las semifinales de la Liga de Campeones entre el Borussia Dortmund y el Real Madrid. Hay poca gente en la barra y en las meses. Lo achacas a la crisis o a las caprichosas tendencias del personal, que unas veces se decanta por un sitio y otras por otro. Pides una botella de sidra. Es servirte el primer culín y darte cuenta de que en esa sidrería, donde esporádicamente ves otros partidos, no compraron este de la Champions. ¿Qué hacer? Nada. Un exceso de confianza. Metiste la pata. No eches la culpa a nadie porque no es la primera vez que te pasa. Te quedas solo en la barra. Pecaste de pardillo pero haces como si no te importara. Coges un periódico cualquiera que queda libre en la barra, pero no te concentras demasiado. Estás como Luis Aguilé: “Mi corazón no lo tengo aquí”. Lo tienes en Alemania.

De vez en cuando entra un parroquiano y pregunta por el partido.

-         No lo echan.

Así queda la cosa, sin mayores explicaciones. Te preguntas cómo obrarías tú si fueras un camarero funcionario y te vieras en esas.


-         Estos (y lo dirías con retintín, señalando hacia algún lado) no lo contrataron.

¿Cómo actuó el profesional de la barra?

-         Te lo pongo aquí.

Sintonizó el partido en su teléfono móvil particular y lo colocó delante de tu botella para que pudieras seguir el nefasto partido del Real Madrid.

En el televisor grande tienen conectada una emisora de radio que va retransmitiendo el partido. Cada poco el Borussia mete un gol. Tú sigues disimulando con el periódico. Estás a punto de hacer el crucigrama.

No está el dueño, que otras veces se queda por allí viendo los partidos. Supones que no tiene gana de dar explicaciones de rentabilidades y números. El capitán del barco no se dejó ver por cubierta. Arreciaba el temporal, pero los grumetes permanecieron a pie firme y no abandonaron el bote. Llevaron con encomiable dignidad la tormenta y se ganaron la propina, como si hubiera sido un 2 en la quiniela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues tu crónica da para hacer varios comentarios