¡Pobre rey nuestro! Al escribir nuestro parece que se enternece uno más de la cuenta.
En otro tiempo, cualquiera estaría orgulloso de haber compartido un minuto con el rey. ¡Hasta estuvo en Fierros, tu pueblo natal! En vuestra página de Facebook hay quien creyó recordar que el/ella misma le dio las flores a la reina (tú siempre dices la reinona, tan profesional según dicen) cuando pisaron el pueblo en el centenario de la inauguración de la línea del Pajares. Más de uno se anotó el mérito de estar junto a Su Majestad. Si no fuera por las fotos, alguien diría que le ayudó a subir a la máquina, una 251. Hoy seríamos todos más olvidadizos, hasta tú mismo que a veces cuentas favorables batallitas.
Hoy el rey no tiene amigos, nadie coincidió con él, o la cosa fue puramente protocolaria, nada de intimidades, como máximo puras obligaciones del cargo. Es tiempo de negar tres veces, como Pedro, que así y todo llegó a Papa. O de expandir rumores y sobreentendidos.
¡Sic transit gloria mundi!
1 comentario:
Mire usted, un servidor es de baja estofa y no de alta alcurnia y no presume de amistades... pero no creo a que a nivel de su majestad, se pueda hablar de falta de amigos: a esos niveles se cuentan por ejércitos los lameculos que quieren, siquiera, presumir de haberle estrechado la mano al rey. Hay quien, presumiendo de republicana, se ha casado con un real príncipe. Hay que saber adaptarse a las circunstancias,o te quedas compuesta.
Que le guste el libro que le has regalado!
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