LECTURA DE LA PRENSA. BARULLO INFORMATIVO
A uno le gusta leer periódicos pero no siempre encuentra claridad en las informaciones. A veces es desesperante y le hace a uno dudar de la propia capacidad mental para comprender una situación. Uno echa en falta un esfuerzo de síntesis por parte de la prensa, aun a riesgo de simplificar, pero ahí está su mérito. En otros tiempos, por ejemplo, El País se obligaba en cada noticia a incluir un resumen de lo que hubiera hasta ese momento, basándose en la teoría de que los lectores podían no haber leído el periódico el día o los días anteriores, y no se les podía hurtar de un dato fundamental para comprender la información. El País abandonó esa costumbre, quizá era demasiado cara. Es posible que alguna vez se haya publicado y uno no haya leído ese día ese periódico o esa página, pero no termina de aclararse con el culebrón del futuro ambulatorio de Pola de Lena. Lee uno informaciones sueltas y notas de parte en las redes sociales, pero echa en falta que la prensa independiente detalle el estado de la cuestión, los trámites realizados, las dificultades planteades, las posturas de las partes interesadas, y que no se limiten a reproducir las notas de prensa que les remitan unos y otros, sino que las expurguen, que traduzcan sus términos, que sean útiles en definitiva para la información ciudadana. Puede que de los varios medios asturianos y locales que puedan informar al respecto, los haya más proclives a un ayuntamiento local o a un gobierno regional o a un partido o a una plataforma, pero eso no debe impedir dar los hechos, aunque incluyan -además- la valoración del medio informativo.
Otro tanto puede decirse con los paros del transporte por carretera y su problemática. Sin duda es un sector atomizado, con una problemática muy dispar al que se le echó encima el encarecimiento del combustible. Aquí la información clara puede ser todavía más difícil si algún medio informativo tiene intereses económicos en alguna empresa de transporte o en alguna plataforma logística o en el sector de la distribución mayorista. ¿Dónde habrá metido uno o a quien habrá prestado una añeja introducción a la economía española de Ramón Tamames publicado en Alianza Editorial? Fue libro de consulta para entender casi cualquier problemática económica que se pusiera de actualidad. Se dice que en este sector pesan mucho los intermediarios que no tienen un triste camión. Uno cree que esa es una característica de todos los sectores productivos. Las empresas huyen de la contratación directa, prefieren tener el mínimo de asalariados y lo que triunfa es la descentralización productiva.
El alcalde de Oviedo, defendiendo la permanencia de Minas en Oviedo la armó con una comparación desafortunada, donde posiblemente lo único que hubo fue una frase ambigua o incluso incorrecta. Esta: “Parece que se quiere trasladar a Minas a un centro para enfermos terminales sin ningún futuro”. ¿Se quiere trasladar Minas o a Minas? ¿Lo que no tiene futuro son los enfermos terminales o Minas si se traslada a Mieres? Desde luego, lo de los enfermos terminales es de mal gusto, como mínimo. No es el único problema gramatical o estético del ayuntamiento ovetense estos días. El mordaz J.L. García Martín en su blog señala la desgraciada placa colocada estos días en honor del poeta Gamoneda. Copia uno a García Martín: “Menuda chapuza. ¿Pero es que no hay nadie en el Ayuntamiento de Oviedo con un mínimo de sensibilidad estética? Copio el texto: “En este solar, el / 30 de mayo de 1931, / nació el poeta / Antonio Gamoneda, / premio Europa y premio Cervantes / de las letras españolas”. Qué horror, qué inmenso horror. ¿Pero a quién se le ocurrió hacer nacer al poeta en un solar? ¿Y encabalgar el artículo en la primera línea? ¿Y qué premio es ese, el Europa, que algún resumidor del currículum ha considerado digno de figurar en el bronce? ¿Y lo de llenar una línea con “de las letras españolas”, como si hubiera un Cervantes de las letras húngaras o catalanas? Es en casos como este cuando lamento ser un don nadie, no tener ningún poder. Si lo tuviera, le diría al alcalde: “Quite usted esa torpeza, indigna de la ciudad y del homenajeado y coloque de inmediato otra placa más adecuada, pagándola de su bolsillo, por supuesto”. Incluso me atrevería a sugerirle un texto:
ANTONIO GAMONEDA
POETA DE LA POBREZA Y LA MEMORIA
NACIÓ EN ESTE LUGAR
EL 30 DE MAYO DE 1931
También podría ser “poeta / de la lucidez y el compromiso”, como él prefiriera. Redactar una inscripción que se pretende memorable, señor alcalde, no está al alcance de cualquier rutinario funcionario. FIN.
A vueltas con la historia y su permanente reescritura, Merkel, denostada al principio de su mandato (al menos desde Iberia), subida después a los altares, en parte por el trato dispensado a los refugiados que fueron llegando en oleadas a Europa, corre el peligro de volver a los infiernos por la dependencia energética alemana respecto del suministro gasístico ruso.
La ministra de Justicia, Pilar Llop, enfría la ilusión asturiana de unificar sedes judiciales. Ya lo apuntó uno aquí alguna vez y la ministra lo aclara: “ya no se pasará el papel al compañero de al lado, sino que la comunicación se hará a través de las nuevas tecnologías, por lo que se rebajará la necesidad de que las sedes judiciales tengan necesariamente que estar concentradas”. Las grandes corporaciones hoy funcionan así, véase el caso de los bancos, con sus estructuras policéntricas, o Arcelor o cualquier ente de mediano tamaño.
Fernando Granda dedica en LNE un artículo facilón al calamitoso servicio ferroviario de vía estrecha. Los mismos voceros se echarían las manos a la cabeza si el gobierno decidiera invertir lo necesario para enderechar las vías, dotarlas de las instalaciones necesarias para permitir las máximas velocidades con seguridad, y comprar los vehículos fiables que desarrollaran velocidades europeas. Únicamente con mejoras de gestión se consigue muy muy poco.
Es curioso que Europa, que rechazó la obtención del gas de su subsuelo a través de la controvertida técnica del fracking, sin embargo importe el así obtenido de los Estados Unidos. El Mundo hurga todavía más en la herida al matizar “El fracking prohibido por Sánchez inunda de gas España”.
Esta noche cambia la hora. A uno le da exactamente lo mismo…todavía. Es más, con el cambio de costumbres que trajo la pandemia y la sustancial reducción de la actividad caleyera, igual le da que anochezca a las ocho que a las nueve.
La prensa dedica unas páginas especiales a conmemorar el día del queso. El queso, una de las debilidades de uno, imaginario tragador universal. Comienza uno el día generalmente con un quesito desnatado o sin sal añorando los sabores originales. Al abrir la nevera topa uno con ese queso manchego al que no se atreve a hincar el diente. Sueña (oliva) por ese cachopo tan denostado por los gourmets y echa en falta esa ración final de queso de Cabrales para terminar la sidra o esa botella para terminar el Cabrales. ¿Quién se ha llevado mi queso?
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LECTURA DE LA PRENSA. MINUCIAS Y LA ENERGÍA EUROPEA
¿Por dónde empieza uno a contar algo, por las grandezas o por las minucias? Hoy por las minucias, por ejemplo por si el mítin de Feijóo en el ovetense teatro Campoamor siguió el procedimiento establecido para la utilización de un bien municipal, que Somos-Podemos entendió que no y por eso lo denunció. Salió al paso el teniente de Alcalde popular afeando que la denunciante, que fue primer teniente (o tenienta) de alcalde desconozca las ordenanzas municipales donde se establece exenciones para los actos de interés público social. En las redes se puede enredar lo que se quiera, pero uno espera que estos días la prensa informe y se pronuncia acerca de qué dicen las tales ordenanzas y quien tiene razón, y quien no la tenga que se la envaine sin remisión. A un acérrimo militante de alguno de los dos partidos le tiene sin cuidado el asunto porque apoyará a los suyos a pies juntillas, pero al resto de ciudadanos le interesa la verdad.
Lee hoy uno en LNE una información sorprendente: Ramón Palicio, maestro, se jubila después de 51 años de docencia. Palicio sobrepasó con creces la edad de setenta años y, aunque ya pudo jubilarse hace años, todavía este curso pidió una prórroga especial para no abandonar a los niños a mitad de curso. La noticia indica que no siguió trabajando por ningún interés económico y uno le cree. Palicio hace unos años viajaba en un tren de Cercanías que se detuvo unos metros fuera del lugar habitual en su Tudela Veguín. Era de noche, Palicio pulsó el botón de apertura, resulta que la puerta quedó un pelín fuera del andén y Palicio cayó a la vía con el resultado de alguna lesión, pero no se tiró como un perro de presa (a posteriori) ni a por el maquinista ni por la empresa. Le movía un interés meramente moral o testimonial y no sabe uno en qué quedó la cosa.
LNE presenta reportaje sobre los grafitis en el Oviedo antiguo y las fallidas propuestas para atajarlo. Que lo dejen estar. No tiene solución.
No todo es derrotismo. Hay un plan autonómico serio para conservar y dar a conocer los castros que quedan en pie.
Cuenta Víctor Manuel que su güela hacía la mejor fabada, que lo que gusta de guaje no se olvida. Así es, puede que uno haya probado manjares exquisitos a lo largo de la vida, pero uno se queda con algunos sabores de la infancia, como las farinas en las que se hacía un pocín en el medio para la leche; o unas simples patatas guisadas con pimientos verdes o rojos; o un nunca visto en ninguna otra casa plato de patatas cocidas rojas y arroz muy calientes, que se enfriaban con un poco de leche del tiempo; o unas sopas de ajo; o los garbanzos mezclados entre el repollo; o el sabor del pan de Busdongo mojado en leche espumosa recién ordeñada; o un humilde jamón de york rebozado cuando empezó a venir tal cosa; o el pan con manteca amarillenta y blanda espolvoreado con abundante azúcar para merendar…
Alerta en Telecinco por el naufragio de ‘Salvame’. Dice El País que el formato líder de las tardes durante años acusa el paso del tiempo con audiencias a la baja y un terremoto interno para reinventarse por enésima vez. Uno es de los que ve Sálvame a salto de mata, medio adormilado, y preguntando cada poco ¿quién dices que es esa que habla ahora? Uno se maravilla de cómo somos capaces de seguir un minuto a gentes sin ningún interés informativo objetivable, no actores o cantantes que fueron alguien (que algún mérito tienen) sino sus ex cuñados, los nietos políticos, los conocidos que tuvieron en la cárcel… En fin.
Lee uno la sorprendente noticia de que el gobierno propone reducir en un 50% las emisiones de nitrógeno para 2030 y para lograrlo calcula que será necesario invertir 30.000 millones de euros en el recorte de un 30% de la cabaña ganadera. El plan se centra en la compra, traslado y transformación sostenible de las explotaciones ganaderas. Señala la noticia que no se descartan expropiaciones cuando las granjas estén ubicadas cerca de una reserva natural y que se busca el equilibrio entre la naturaleza y las actividades agrícolas allanando el camino hacia una economía circular. Habla de un modelo de producción que ofrezca perspectivas de futuro a un sector donde un 59 de granjeros mayores de 55 años no tenía sucesor en datos de 2020. Se está hablando de expropiaciones incluso. Queda por indicar un detalle: no estamos hablando del gobierno español sino el gobierno holandés que, se aclara, es un gobierno de centroderecha.
El Mundo titula un reportaje “Cómo luchar contra la primera causa de muerte en España”, y se refiere a la salud cardiovascular. Señala que los expertos reclaman la participación de los pacientes, mejorar las formas de llegar a la población. Bien, la pedagogía, pero uno lee una entrevista en La Voz de Asturias/La Voz de Galicia a José M. Vázquez, jefe de cardiología del Hospital Universitario de A Coruña, donde responde a una serie de preguntas relacionadas con la tensión arterial. Esta es una de sus respuestas: —¿Cuál es la tensión normal? —Tiene que estar en menos de 140 milímetros de mercurio de máxima y menos de 90 milímetros de mercurio de diastólica. En algunas personas procuramos que esté más baja, por ejemplo en los diabéticos. FIN. No son las cifras que uno está acostumbrado a oír.
Buscando qué decían algunos medios del complejo asunto de la energía y de lo que el presidente Sánchez haya podido conseguir de y en Europa, uno llegó a La Razón, donde leyó un artículo del asturiano Juan Velarde Fuertes. Vaya por Dios, lee uno cosas que le predisponen en contra de lo que pueda decir. Véase recorte.
También leyó uno un artículo de un analista que, contra lo que pudiera pensarse de La Razón, no aplaude a los transportistas con las orejas. Tiene su lógica: piden un intervencionismo contrario a los principios liberales.
Llegamos al asunto del acuerdo del gas en el Consejo Europeo y la versión que los distintos periódicos nacionales dan del caso. En un asunto de tan complejidad, ¿por dónde nos informamos? ¿de quién nos fiamos? Algunos medios dedican editoriales al asunto. El criterio informativo que uno sigue en este y en el resto de informaciones es dar por buenas las partes positivas de los medios que habitualmente dan palos al gobierno, y dar por malas las partes negativas de los medios afines al poder.
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