El Gobierno prepara una normativa para disminuir el número de repeticiones y de repetidores de curso y estos días raro es el periódico que no dedica algún artículo al caso. Por ejemplo, El País incluye un artículo de Lucas de Cortázar, que es Coordinador de Educación en EsadeEcPol. Tuvo uno que mirar en internet qué era esto de EsadeEcPol y resulta ser el Centro de Políticas Económicas, que se presenta como un think tank independiente e interdisciplinar que tiene como misión articular espacios transversales de consenso para impulsar políticas públicas basadas en la evidencia. Mete miedo. Uno queda abrumado ante tal ente y tal firmante. Pues bien, dice Lucas de Cortázar que en España se repite demasiado, que al final de la Enseñanza Secundaria en España acaban repitiendo un 30% de los alumnos, mientras que en Europa lo hacen un 11%. Entiende el autor que repiten pese a tener los mismos conocimientos. Uno de los argumentos de mayor peso para acabar con las repeticiones es que perjudica especialmente a los alumnos más desfavorecidos económicamente. Si desaparecen o disminuyen las repeticiones se van con ello el trauma y la estigmatización del repetidor. Por suerte (y no son palabras al tuntún) uno no repitió ningún curso, pero en alguna ocasión estuvo cerca. Habría sido un golpe moral, pero visto con la perspectiva del tiempo, no lo consideraría injusto porque, por lo que fuera, anduvo uno algo descentrado algún curso. Conoció uno bastantes repetidores. Algunos siguieron repitiendo y renqueando hasta acabar abandonando los estudios de bachillerato. También ocurrió lo mismo en los estudios universitarios Otros repitieron porque habían sufrido alguna lesión o alguna enfermedad que les impidió seguir con normalidad las clases o por motivos que posiblemente cada uno sepa o intuya, pero se reengancharon en el nuevo curso y en bastantes ocasiones acabaron terminando no solo el bachillerato sino incluso una carrera universitaria. Cada repetidor sabrá evaluar su propio caso. Uno no se aventura a generalizar 1/ si sufrieron un trauma; 2/ si consideran justa la repetición visto hoy; 3/ si les sirvió para rectificar si había algo que rectificar (camina uno con pies de plomo por estos senderos por la tendencia a pensar que si se suspende no es culpa del individuo, sino de la sociedad o del sistema, que no le motiva). Lee uno estos días columnas de políticos y teóricos de la educación, pero no de profesores de primera línea, esos que ponen los aprobados o los suspensos.
En relación con las noticias sobre el Tribunal de Cuentas que obliga a devolver determinadas cantidades a independentistas catalanes, señala El País que la mayoría de los miembros progresistas de dicho tribunal cuestionan la irregularidad de los gastos del exterior. Queda uno pasmado. Uno tiende a pensar que la contabilidad es una ciencia o una técnica neutra, y resulta que no.
El Gobierno cambia a última hora la definición de consentimiento en la ley del "solo sí es sí". La define así: "Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona". A uno esto le parece el parto de los montes porque no ve qué modificación introduce respecto del concepto de consentimiento comúnmente admitido en derecho: libremente, circunstancias del caso, expresión clara. La redacción revolucionaria sería esta: en los delitos contra la libertad sexual se entenderá cierta la declaración de la persona agredida y no se admitirá prueba en contrario.
La frase de Casado de contraponer la ley sin democracia de la dictadura franquista y la democracia sin ley de la Segunda República, sigue dando que (y qué) hablar y que (y qué) escribir. Casado la leyó, no la improvisó. No va a salir uno en defensa de Casado, que tiene de sobra quien le defienda, pero posiblemente haya saltado un paso en un silogismo, el que identifica ley y orden, entendiendo orden en un sentido muy determinado. Es decir, quizá haya querido contraponer democracia sin orden a ley sin democracia, que también valdría como orden sin democracia.
"Te voy a matar, te voy a arrancar la cabeza". Uno tiene que pensar mucho si alguna vez en su vida dijo o le dijeron algo así, desde luego no apechugando a alguien por el cuello y poniéndole contra la pared. Acusan al alcalde de Siero de haber pronunciado esas palabras en un conflicto con un vecino a quien la Audiencia Provincial da la razón. El alcalde acata la sentencia y manifiesta: "Ser alcalde a veces no es fácil y la tranquilidad cuesta dinero". Lo del dinero no lo acaba uno de entender, lo otro, sí.
Del artículo de Pedro de Silva no hay nada más que decir.
En LNE encuentra uno un artículo contra la ley trans. El artículo no es un dechado de claridad, pero explica algunas posibles consecuencias de su aplicación
En un suplemento veraniego de LNE, en un reportaje sobre los estudiantes extranjeros que llegan a Asturias para perfeccionar su español dice una norteamericana: "Llevamos seis años estudiándolo en Estados Unidos, pero allí se centran en la gramática y en la lectura. Aquí podremos practicar hablando con gente nueva". Y uno que creía que en el extranjero ataban los perros con longaniza...
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Poco se hablan los concejales de Somos (Podemos) del ayuntamiento carbayón. Ana Taboada, la portavoz de la agrupación propuso una declaración institucional de apoyo a la atención primaria y Rosón, uno de sus concejales y médico en el HUCA votó en contra por la falta de consenso dentro de su organización a la hora de apoyar el documento y por entender que lo que hace falta son recursos, no aplausos. Dice Rosón que lleva trabajando 70 horas de media a la semana (uno hace cálculos: diez horas diarias sin ningún día de descanso. ¿Hace uno mal si duda que sean ciertos los datos COMO MEDIA?). El otro concejal del grupo también se abstuvo. Conclusiones, que duda uno en qué orden poner, así que las coloca por orden alfabético: 1/ Cantada. 2/ Falta de democracia en los grupos, excesivamente dependientes de su portavoz.
Lee uno el siguiente titular, también en las páginas de información local: "Los vecinos tratan los problemas de la zona rural con la Guardia Civil". Uno sugiere un cambio en el orden de los factores para que no se dude del producto: "Los vecinos tratan con la Guardia Civil los problemas de la zona rural".
Otra: los vecinos de La Florida amenazan con movilizarse contra el recinto ferial que planea el Consistorio. Todo el mundo clama por un recinto ferial pero cualquier propuesta suscita malestar. Gritan también los vecinos de la parroquia gijonesa de Granda porque quiere el Principado instalar ahí una ITV para aliviar la saturación de la existente. En uno y otro caso, a uno le gustaría que se eligiera por criterios técnicos y que se hagan las cosas escrupulosamente. Si, aun así, hay protestas, cada gobierno, local o autonómico, tiene que asumir que gobernar desgasta, incluso cuando se gobierna bien.
Hablando de la no-implantación de medidas impopulares ¿qué decir de esta noticia que lee uno en El Comercio?: Salud decreta el nivel 4+ a Llanes, pero no aplicará nuevas limitaciones. Ya fiede tanta palabra vacía de que el municipio en general lo está haciendo bien.
Relacionado con el covid, unas declaraciones de Magda Compins, epidemióloga, en La Vanguardia: "Los que van a la UCI son probablemente los padres de los jóvenes asintomáticos: deberían saberlo". Y también que los hospitales comienzan a sufrir positivos entre sus sanitarios por ser contacto estrecho con los nuevos enfermos, pese a estar vacunados, pero ya se sabe que las vacunas no son efectivas al cien por cien.
Lee uno que solo el 4% de los ensayos sobre covid segrega datos por sexo. Como decía el suegro de uno: tan malo ye nun llegar como en llegando pasase. Una cosa es que no se realicen ensayos discriminatorios y otra que no se obtengan los datos segregados para obtener conclusiones más ajustadas a cada colectivo, a cada sexo (o a cada género, si cabe decir tal cosa).
Otra de sexo, pero no sexual, es la noticia de El País de que El Prado le da la vuelta a todo el siglo XIX con más presencia femenina. Uno cree que si en los enormes fondos del museo había obras de pintoras injustamente postergadas por prejuicios, deberían revalorarse y pasar al lugar que merecen, pero si no lo merecen no, suponiendo incluso que se deba a que tuvieron menos oportunidades de destacar. El sistema de cuotas puede ser un criterio válido de cara al futuro, pero no de cara al pasado aunque deba destacarse en los folletos o en los libros que si no hubo más artistas mujeres fue por una discriminación histórica.
De El Comercio destaca uno otro titular, en este caso, la columna de opinión de Jéssica Castaño, portavoz de la Plataforma Feminista de Asturias: "Consentido y deseado". Se refiere, claro, al sí es sí. Si ya la prueba del consentimiento se las trae, ¿hay que probar el deseo? Uno lee con atención los diálogos humorísticos y de rabiosa actualidad de los lunes de Maxi Rodríguez, pero no cree que se atreva con este asunto. Anatema sit. https://parandoenvillalpando.com/
Por seguir con el humor, Cospedal declara que las reuniones con el comisario Villarejo eran sociales, no profesionales.
Ahora sí, una de humor o, al menos, de viñetas. Por enunciar el caso, lo resume el titular de La Vanguardia: "Vox incita a hostigar al editor Ricardo Rodrigo por unos chistes de El Jueves. La formación pide que caricaturizar a sus líderes tenga efectos penales y económicos". Hasta ahí no, pero una de las viñetas caricaturizaba a Ortega Lara quemándose en una tumbona "tras estar tanto tiempo a oscuras". Uno reprueba ese humor. Los chistosos deberían tener total sensibilidad con las víctimas del terrorismo, incluso con cualquier víctima de delitos graves o odiosos. ¿O tendría gracia una viñeta de una víctima de la manada o de Samuel, el homosexual asesinado en A Coruña?. Uno no le ve la gracia a ninguno de esos casos.
LNE titula que los pacientes están desesperados por la saturación de los centros de salud y los intentos de atención telefónica. Tres de sus reporteros describen su caso personal. Uno cuenta el suyo (o lo recuerda por si la lo contó): la atención telefónica fue rápida todas las veces que la requirió en el último año y medio. Y si no fue a la primera fue a la segunda. Si dijeron que llamaban, lo cumplieron. Otra cosa es que uno cree que para alguna dolencia o para algún síntoma, la atención debió haber sido presencial, no telefónica, pero uno tampoco lo exigió taxativamente. Uno bandea, como se sabe por la mera lectura de estas líneas.
La resolución judicial de la Audiencia Provincial de Madrid sobre el cartel electoral de Vox y los menas uede ser objeto de un análisis político, como hace el editorial de La Vanguardia, o de un análisis jurídico, como publica un abogado penalista en El Mundo. Conviene leer los dos, pero El Mundo acota mejor el objeto del litigio.
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