2021/07/06

DE FACEBOOK (26 a 28 de junio)

Lee uno que, en determinadas circunstancias, ya no será necesaria la mascarilla en exteriores. Para (intentar) aclarar dudas, acude uno al BOE, donde, en definitiva, y en lo que interesa, se lee lo siguiente «Artículo 6. Uso obligatorio de mascarillas: b) En cualquier espacio al aire libre en el que por la aglomeración de personas, no resulte posible mantener una distancia mínima de 1,5 metros entre las mismas, salvo grupos de convivientes». Ya la tenemos: habrá quien pondrá el acento en la aglomeración y habrá quien la ponga en la distancia mínima. Pongamos que en vez de la redacción anterior, fuera la siguiente: "En cualquier espacio al aire libre en el que no resulte posible mantener una distancia mínima de 1,5 metros entre las mismas, salvo grupos de convivientes". En relación con el texto oficial, el único cambio es que se elimina el inciso 'por aglomeración de personas'. No puede significar lo mismo la norma con el inciso que sin el inciso. Es decir, en opinión de uno, la norma significa que no es preciso el uso de la mascarilla porque una persona se cruce con otra a un metro de distancia. Esa falta de distancia ha de deberse a la aglomeración de personas. A partir de aquí puede discutirse el tiempo de duración de la aglomeración: no es lo mismo estar esperando la apertura de unas grandes superficies en rebajas que el minuto mientras va llegando gente a la espera de que se abra un semáforo. Un aforismo latino establece que donde la ley no distingue nosotros no debemos distinguir. En ese sentido, hay aglomeración incluso cuando se esperan quince segundos a que se abra un semáforo: pues se pone uno la mascarilla, sobre todo si se aproxima alguien con cayado o perro. Esa sería la idea de uno de los pictogramas de la campaña de difusión del Gobierno. Mucho se teme uno que esta nueva norma acarree la confrontación entre los ciudadanos: entre quienes tirarán de metro y quienes tirarán del concepto de aglomeración, entre el rábula y el jurista, entre el formalista y el espiritualista. Que nadie se extrañe si nuevamente ve que uno escapa de la gente como alma que lleva el diablo.
Ve uno con tristeza las infografías de cómo se pretende dejar la falda del Naranco para que se construya por allí la ruidosa Ronda Norte. Habrá que buscar nuevos espacios de silencio y esparcimiento y cambiar de costumbres. (¡Que alguien haga caso a Llaneza!).
Escribe Cayetana Álvarez de Toledo en El Mundo una columna 'Tenemos un plan' en respuesta a las críticas que se hacen al Partido Popular indicando que no ofrece alternativa al plan de Sánchez. Uno leyó atentamente el artículo de Álvarez de Toledo y no ve gran cosa práctica pero a lo mejor alguien con un espíritu más limpio y con otras gafas lo ve más claro. Más Estado, sí. Más Constitucionalismo, sí. Más liberalismo, sí. ¿Pero en cristiano, qué? Uno cree que la ex portavoz perdió una excelente oportunidad de escribir y proponer algo claro limitándose a muletillas de campaña electoral.


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Algo publicaron todos los medios sobre cómo afronta el ciudadano el primer día sin mascarillas, lo que le da pie a uno a comenzar no por una lectura de la prensa sino por una lectura de la realidad. El primer día de no obligatoriedad del uso de mascarillas en el exterior se dedicó uno a observar, como todo el mundo, qué hacía el personal. No anduvo uno por zonas de aglomeraciones, así que nada que decir de esos espacios. Uno vio a más del cincuenta por ciento de gente con mascarilla, sin que necesariamente los jóvenes fueran los más 'alocados'. Se fijó uno en numerosas parejas, del brazo o de la mano, en los que uno/a iba con y otro/a sin: no habrán llegado a un acuerdo o, simplemente, se quieren pero se respetan, que es lo correcto. Observó uno que la clientela de las terrazas estaba generalmente sin mascarillas, pero no siempre.
Por cierto, dado que las mascarillas en el exterior ya no son obligatorias y pese a ello la gente las sigue llevando, saca uno la conclusión de que está ante un pueblo solidario ya que la mayor parte lleva el tipo de mascarilla que protege a los otros de nuestro virus, y no la que protege de virus de los demás. Clara contradicción ya que uno sinceramente cree que quien la usa por la calle no es por solidaridad sino por autoprotección. Una contradicción más que nos deja esta época que nos tocó vivir.
Ahora una opinión jurídica que puede resultar disonante, incluso desacertada. Se admiten opiniones contrarias. En el sistema de fuentes del derecho rigen, entre otros, dos principios: el de jerarquía normativa y el de competencia. El de jerarquía normativa es fácil de entender: una norma de rango superior deroga la de rango inferior. Complementario a lo anterior es que una norma posterior deroga una anterior. Pero hay que contar también con el principio de competencia, que quiere decir que una norma del Estado no puede derogar otra de una Comunidad Autónoma ni viceversa, concretamente, una Ley del Estado no puede derogar un decreto de una Comunidad Autónoma que regule materias de su competencia propia. Yendo al caso concreto, tenemos el reciente decreto-ley de las mascarillas, que regula la consabida permisividad en espacios exteriores, pero teníamos cantidad de resoluciones autonómicas que establecieron pautas sanitariamente relevantes de actividades comerciales y/o industriales, por ejemplo, la distancia entre mesas en las terrazas, el número de comensales Y LA OBLIGACIÓN DE LLEVAR MASCARILLA SI NO SE ESTÁ CONSUMIENDO. Esta resolución autonómica no está formalmente derogada. Sin embargo, el Principado, al ser del mismo color político que el Gobierno del Estado, no se meterá en barullos y, de facto, vía pictograma, valida la nueva normalidad de las terrazas, , es decir, que en una terraza, si estás solo o con persona conviviente no es necesaria la mascarilla. Habría que calzar mascarilla si no hay distancia con otra mesa, pero, en principio, no deberían montarse mesas que incumplieran esa norma. (Parece que habla uno de un Derecho para ángeles).
Una curiosidad sobre los casi siempre sinónimos llevar y portar. Se está revelando que no es lo mismo portar una mascarilla que llevar una mascarilla. En este caso portar es llevar por si acaso.
Le habían llamado la atención a uno unas cuantas noticias, pero como la pluma estiró más de lo debido las disquisiciones jurídicas anteriores, ahí acaban los comentarios, para que al menos por un día, no parezca el habitual revoltijo de palabras.

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No recuerda uno si Francisco García, columnista de confianza de LNE, fustigaba a otros gobiernos centrales de otro color político, pero con este no pierde ocasión. Uno casi sabe qué va a decir, y en ese sentido pierde interés la lectura, como casi todas las lecturas previsibles, pero de la hojarasca puede sacarse alguna frase para meditar. Por ejemplo, en la columna de hoy cuenta la anécdota de que un célebre periodista estadounidense, Isidor Feinstein Stone, aconsejaba a cada becario lo siguiente: “Si quieres ser un buen periodista, recuerda solo tres palabras: los gobiernos mienten”. Uno cree que los gobiernos no mienten más que los demás colectivos. Mienten las oposiciones, miente el poder sindical, el empresarial, el futbolista encumbrado, el que aspira a la gloria, el actor, no digamos el redactor de notas de prensa... Uno cree que al periodista de la prensa escrita lo que le falta es tiempo para contrastar lo que le dicen, porque en la prensa hablada, no hay margen: lo dicho, dicho está. Siempre se puede corregir en diferido, pero queda peor el resultado.
Enrique del Teso también es un columnista predecible. Sus artículos son originales y muy bien hilados. Si no te gustan las conclusiones, pasas de ellas y te quedas con alguna idea. Con un ladrillo se puede construir una casa o un estadio. https://www.lavozdeasturias.es/.../0003162464060443630626...
Otro periodista, José Joaquín Brotons, ahora afincado en Asturias, concede una entrevista a LNE. Uno se fijó en algunas respuestas de llamar la atención.
Esas miserias no son nada con el mérito descomunal de gente como Sarah Almagro, surfera o aspirante a surfera malagueña que perdió los brazos y las piernas hace tres años, cuando acababa de cumplir los 18 como consecuencia de una meningitis. Su lucha (seguramente también la de alguien más, aunque no se mencione en la noticia), merece el reconocimiento general. Está volcada en conseguir algún patrocinador para su empeño. Ojalá lo encuentre. Sobrecogen sus palabras, esperadas por otra parte: “No podía cree que eso me estaba pasando a mí”.
Sobrecogen, por motivo bien distinto, las palabras de una mujer, residente en un pueblo de Lena, maltratada durante muchos años por su ex marido. No descansó hasta que le comunicaron que había muerto, pero todavía lo veló, le compró unas flores y antes de que lo enterraran, pidió un momento a solas con el féretro. Se acercó: “Vete en paz, te lo perdono todo”. El mismo día un hombre propinó unos puñetazos a su pareja en un restaurante de Gijón, pero la víctima marchó con su agresor después de insistir que no llamaran a la policía.
El oncólogo Ángel Jiménez Lacave suele encabezar la oposición civil a la aplicación de la ley de la eutanasia, que acaba de entrar en vigor. Escribe una columna con el título “La sedación correcta no es eutanasia”. Además de considerar que la ley es inconstitucional (puede opinar como todo el mundo, pero en ese terreno su opinión pesa muy poco) en la columna, no del todo clara, se repite en algunas ideas. No obstante, cree uno haber entendido lo básico: la eutanasia acelera la muerte, mientras que la sedación evita el dolor anulando la consciencia. En la práctica, uno intuye que con la sedación también se acelera algo la muerte, pero nadie la cuestiona. Uno tampoco. Uno cree que los casos de eutanasia como tal serán absolutamente contados y hasta los más recalcitrantes opositores la acabarán aceptando con el paso del tiempo, por humanidad.
También opina de la eutanasia -y del aborto- el Arzobispo de Oviedo en su artículo “Palabras engañosas, indulto interesado”. Hace bien en opinar de esas cuestiones, pero uno cree que hace mal opinando de los indultos el arzobispo de Oviedo. No diría uno lo mismo del del Barcelona o del Abad de Montserrat, que pastorean sobre el territorio catalán.
Por seguir con el asunto catalán, el PSC plantea una financiación federal que prime a Cataluña, Valencia y Baleares. Los socialistas proponen elevar los recursos de la Generalitat, dice la prensa. Si eso es así, aquí un asturiano que acabará pidiendo la independencia de Cataluña.
El Mundo da por perdida la batalla europea de los indultos. El Mundo traduce el sentir de varios Magistrados del Supremo: “Nuestra sentencia del 1-O está muerta. Tiene los minutos contados. La batalla está perdida en Europa ”. Igualmente Víctor de la Serna titula en el mismo periódico: “La prensa mundial se cree lo de Sánchez”. Uno leyó hace un tiempo el libro de Pedro Sánchez y quedó convencido de su olfato político.
Vuelve uno a aquella frase inicial de Feinstein Sotone que aludía a las mentiras de los políticos. Dice Antonio González, analista bursátil, que una las consecuencias de la de subida de precios y suministros es que los concesionarios de automóviles tienen problemas para entregar los coches nuevos a tiempo, ocasionando demoras de meses, lo que disparado las ventas de coches de segunda mano. ¿Pasa algo si uno desconfía de que la compra de coches de segunda mano se deba al retraso en recibir los de primera mano?
Lee uno una encuesta según la cual Bandujo fue el rincón preferido por un grupo de cien asturianos que votaron cada uno por cinco lugares o entornos. Entre los votantes hay un amplio espectro de colectivos. Uno cree que muchos votaron con muy poca seriedad al decantarse exclusivamente por su entorno geográfico más cercano, lo cual no cuestione el encanto de la localidad elegida. Curiosamente ganó Bandujo, que es la única localidad de la montaña central asturiana de entre las veinte primeras, ya que los siguientes pertenecen o a las montañas oriental u occidental o a la costa. Se decantaron tan pocos por rincones de Lena que no ocupa mucho sitio detallarlos. El catedrático de Física Pedro Gorría eligió Tuiza de Arriba en primer lugar. El corredor de montaña Santiago Obaya eligió Tuiza en segundo lugar, y El Quempu/El Campo en cuarto lugar. También eligió Tuiza en quinto lugar Ignacio Flórez, Coordinador de Salvamento de Castrillón. Por último, Jesús López, del Club Monte Areo, eligió Carabanzo en cuarto lugar. Mínimas menciones en cualquier caso, ninguna del valle del Pajares ☹. Pese a tanta belleza como atesoran las localidades elegidas en los primeros lugares, nadie las libra de la despoblación: Bandujo, Lastres, Bulnes, Cudillero, Tazones, Puerto de Vega,...
El País está publicando una serie de reportajes sobre la problemática juvenil. Una joven declara lo siguiente: “Tengo 29 años. Solo pido un sitio asequible para vivir sola”. Aprovecha el País para editorializar sobre la vivienda y apuntar que la solución pasaría por aumentar el parque público, en vista de que el particular se está retrayendo de la compra. A uno no le extraña que el particular, aunque pueda, se decante por tener una única vivienda en propiedad ante los riesgos de despertar con que alguien ha okupado su segunda vivienda. Los bancos se están deshaciendo como pueden de sus propiedades porque la sociedad apoya a en este caso a los okupas, como también apoyará previsiblemente que se haga lo propio con esas viviendas públicas que se construyan, que, en la práctica no se entregarán al que más puntos tenga en el baremo, sino al que se decida a entrar en él y a blindarse dentro.

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