Además de no desear, no esperabas que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia, se pronunciara anulando los votos recibidos del extranjero a una dirección postal equivocada. Las sentencias son así, a veces pasan por alto defectos de forma, otras veces aplican el tenor literal.
En lo tocante a las formas, el Consejo General del Poder Judicial dictó en su día instrucciones para que las sentencias fueran entendibles.
http://politica.elpais.com/politica/2011/09/23/actualidad/1316795895_667350.html
Los magistrados de esta sentencia electoral podían suponer la difusión que se iba a dar a la misma, dada la transcendencia política, pero pasaron de las formas. El párrafo que comienza en la página ocho termina en la nueve sin un triste punto y seguido. Lo mismo vuelve a pasar en la página diez. Cuesta dar con el sujeto, el verbo y el predicado.
En cuanto al fondo del asunto, la sentencia achaca a los votantes no haber respetado las formas. Es cierto, aunque es comprensible que se haya equivocado si se tiene en cuenta que eran las primeras elecciones que se regían por una nueva forma de remitir el voto. Se echa parte de culpa a los pobres votantes del extranjeros, pero también la tienen los de aquí que votaron como votaron y a quien votaron en la proporción que votaron (votamos).
Cada uno tiene su responsabilidad y la última palabra la tienen los tribunales, aunque no respeten las formas y dicten sentencias por no respetarlas otros.
2012/05/02
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