Para el Diccionario de la Real Academia Española un culebrón es en primer lugar una telenovela sumamente larga y de acentuado carácter melodramático, en segundo lugar, con una connotación despectiva, una historia real con caracteres de culebrón televisivo, es decir, insólita, lacrimógena y sumamente larga.
Para alguien a quien ni le vaya ni le venga, el goteo de noticias que irán cayendo como martillo pilón, sobre la fusión tripartita o integración o lo que sea de FEVE, Renfe y Adif, será un culebrón por lo insólito, ojalá no por lo lacrimógeno y ya se verá lo de la largura.
Las fusiones y escisiones empresariales son el pan nuestro de la historia. Renfe surgió de la nacionalización de todos los ferrocarriles de ancho ibérico dos años después de finalizada la guerra civil. Pocas conclusiones se pueden aplicar hoy de aquella experiencia, como tampoco de la posterior creación de FEVE a partir de varios ferrocarriles de vía estrecha. Eran otros tiempos, la aportación tecnológica no había llegado a su apogeo y la contribución de recursos humanos seguía siendo imprescindible pese a la suma de efectivos.
Cuando viste como un culebrón la integración de unas minas privadas deficitarias en la pública HUNOSA, la incorporación de Galerías en El Corte Inglés, las fusiones bancarias lejos de casa, la unión de las dos Alemanias, eran eso, un culebrón. Además te parecía bien porque la parte débil aseguraba su porvenir sin que peligrara el futuro de los absorbentes.
El contexto hoy es bien diferente. El caso puede verse muy lejano desde Almería, desde Sevilla, desde Barcelona, quizá no tanto desde Madrid. Desde Renfe-Asturias no es ni una chinita ni un culebrón. Sumadas las plantillas de Renfe y de ADIF, según sus respectivas páginas web, arrojan una cifra de 27.000 personas redondeando cifras, de ellas 340 y 270 respectiva y aproximadamente en Asturias.
FEVE, también según su web cuenta con una plantilla de 1.800 trabajadores. En el conjunto del Estado, de los 1.194 kilómetros de línea, 475 trascurren en Asturias, con una plantilla proporcional a esa actividad.
Veremos si en Asturias nos codearemos o nos daremos codazos.
Esta si que es una duda ética y económica.
Continuará… (muy probablemente)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario