2007/02/08

TRISTE REVERENCIA


Es inevitable. Ves el Telediario. Quieres alejarte de toda información morbosa o sensacionalista, entre otras cosas porque ya tienes una idea formada, o deformada, de lo ocurrido. Aplicas la regla de los malos periodistas, a saber, no dejes que la realidad destruya un buen titular.
De manera que ves el Telediario, con interés pero intentando guardar las distancias. Para evitar imágenes desagradables, pones la Primera. Pilota la información Sagrario Ruiz de Apodaca, que, además de ser la cronista oficiosa de TVE para la Casa Real, es la mujer de Lorenzo Milá, de manera que no esperas ninguna palabra más alta que otra. La salva su parecido con Aitana Sánchez-Gijón, una de tus muchas chicas ideales. Van saliendo parecidas imágenes a las que vivirías en cualquier tanatorio. De pronto ves a Letizia, Princesa de Asturias, pero, sobre todo y en primer lugar, hermana de la muerta, embarazada para más INRI, hacer una reverencia. Mal incluso, te parece, y te recuerda la media genuflexión de La Rendición de Breda, y eso sí que ya no lo admites; primero, que en tan tristes circunstancias, sea la hermana, la que tiene la pena, la que deba estar pendiente de seguir tan mustio protocolo; segundo, que el Rey no haya tenido una mueca que evitara la genuflexión; tercero, que no se hayan dado, o no a la vista de las cámaras, un abrazo que pareciera más sincero.
Y dicen que la profesional es la Reina.

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