Después de unos cuantos días de una lectura ligerísima de la prensa, reducida a titulares y esquelas, no sabe uno cómo reanudar esta tarea de entrar en algún artículo. Una forma ligth puede ser comenzar por las páginas rosa de la prensa seria. Así, lee uno que Shakira y Hamilton están ‘conociéndose’. ¿Conociéndose a sí mismos? ¿Conociendo al otro o a la otra? Por cierto, que la otra suena más peyorativo que el otro. ¡Vaya con el lenguaje! En francés despacharían la disquisición con un igualitario "l'autre".
De conocerse trata la columna de José Luis Salinas titulada “El placer no es solo el viaje” con este subtítulo: “Las vacaciones son una oportunidad de conocernos”. Insiste uno: ¿de conocerse a uno mismo o de conocer al compañero de viaje? Y llegamos a la ambivalencia del compañero de viaje, famoso en otros tiempos políticos. Un viejo refrán decía: en la mesa y en el juego se conoce al compañero. Habría que añadir: y en un viaje de vacaciones. También hay algo de verdad.
Con esta disculpa del conocimiento y del compañero de viaje, puede uno contar que estuvo unos días fuera practicando otros idiomas, predominantemente el lenguaje de las señas. Y viendo castillos, pero no en el aire, sino en el Loira. Y visitando algunas ciudades, y transitando carreteras, y aproximándose a ríos. Y verificando similitudes y diferencias con el territorio y las costumbres hispanas, sin comprobar a propio intento qué se votaba en Tours, en Bayoya o en Burdeos, para no predisponerse con un: “Claro, ya decía yo que aquí tenía que gobernar el partido xxx, por eso están los parques llenos llenos de cagadas de perros” o “Normal que en esta demarcación las señales de tráfico estén en perfecto estado” o “Después de más de cien años, las iglesias conservan grabados en mármol los nombres de los caídos en la Primera Guerra Mundial”. También vio uno otros carteles en las iglesias y alguna notable costumbre funeraria.
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LECTURA DE LA PRENSA. CONTRA CORRIENTE
¿Por qué, después de la prensa regional, lee uno El País, pese a su conocida tendencia (la de El País, quizá también la de uno)? Por artículos como el firmado por Juan Luis Cebrián, al que se le permite todo en su casa o su antigua casa. “Cumplir la penitencia” se titula el último, con estos subtítulos y entradillas: “El paso del PSOE a la oposición podría facilitar su retorno a la centralidad, a ser indispensable en las políticas de consenso, a su abandono del clientelismo y el alejamiento de la cultura narcisista de su jefe”. “El Gobierno ha fomentado el enfrentamiento, debilitado el diálogo y sucumbido a la manipulación y la mentira”.
Novak Djokovic superó a Rafa Nadal en títulos del Grand Slam. Además de por el número de títulos destaca el equilibrio en el tipo de torneos, ya que es el único que ganó al menos tres veces en cada superficie. Nadal ganó dos veces el Open de Australia y Wimbledon. Federer ganó una vez Roland Garros. Sampras nunca ganó Roland Garros. Hay que remontarse a Roy Emerson y Rod Laver para encontrar triunfadores equilibrados (6, 2, 2, 2 y 3, 2, 4, 2 respectivamente) aunque el número total de sus títulos es bastante inferior a los tres grandes tenistas contemporáneos. De momento el mejor, Djokovic, aunque nos caiga mal.
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