LECTURA DE LA PRENSA. El PROCELOSO MUNDO DE LOS MILLONES
Uno muestra su desazón por noticias más que incomprensibles, que también, inabarcables. Por ejemplo, la publicada por LNE indica que España deberá indemnizar a Eurus, compañía japonesa de energía eólica, filial de Toyota y Tokio Electric, por un cambio regulatorio en el mercado sectorial aprobado por el gobierno de Rajoy en 2013. La empresa recibirá 106 millones de euros. Uno no pone el acento en que el detonante haya sido una decisión de un gobierno conservador porque podría haber ocurrido con otro gobierno. Es una noticia de cifras mareantes con decisiones que se gestan en despachos lejanos e inidentificables que, sin embargo, mueven el mundo, mientras que uno pasa el día preocupado por cuestiones menores, pero que están al alcance de su comprensión y del tiempo disponible para ilustrarse. Ante hechos así uno siente una sensación a medio camino entre la impotencia y el ridículo.
Vayamos, pues, a lo comprensible. El feminismo sigue dando material, no circunscrito solamente al ‘sí es sí’. A falta de un detalle, uno se fijó en cuatro, el primero es una página de publicidad de CaixaBank, que, oportuna u oportunistamente, lanza una publicidad con un gran SÍ, un sí que lo cambia todo. Uno no ve nada reprochable en este mensaje publicitario porque no se aprovecha de ningún colectivo ni denigra a nadie. El segundo detalle en el que uno puso el ojo fue en una foto con políticos, militares y fuerzas policiales posando en un escenario de colores morados junto con un grupo de políticos con motivo de la entrega de unos galardones. A esos servidores públicos les mandaron ir y fueron. Y posaron para la foto, ¿pero qué pensarían mientras posaban en ese escenario morado? El tercer detalle es una entrevista a una arquitecta que destaca la necesidad de pensar en un urbanismo de género. Es una novedad de estos tiempos que merece una lectura, pese a que algunos argumentos parecen un tanto forzados y no circunscritos en exclusiva al urbanismo de género. El último es el exceso de la pancarta. Es cierto que es una foto de hace cuatro años y que de una intervención puntual no cabe generalizar, pero ahí está, esclavos/as de sus palabras y de sus letras. El ejército defensor hablará de un ejercicio literario de hipérbole. Vale, pulpo aceptado.
Los cineastas asturianos, capitaneados por Diego Llorente, se enfadan con el Principado por no haber podido obtener las subvenciones que esperaban. El Principado aprobó unas bases que pocos pudieron cumplir e incluso parte de los fondos quedarán desiertos. El cineasta pone el grito en el cielo contra las bases. Sí, las bases del Principado son laberínticas y para acceder a las subvenciones se necesita ser un experto en rellenar unos farragosos formularios y aportar numerosa documentación. Esto último sí lo achaca uno al Principado, no lo que indica el cineasta. También es verdad que el Principado a veces claramente teledirige subvenciones para favorecer a determinados colectivos en los que está pensando, pero corre el riesgo de que otros más hábiles se les adelanten. Difícil, pero no imposible.
La libertad de prensa permite diferentes enfoques. Véase, por ejemplo, una misma noticia en la versión de El País y del ABC. Seguramente las dos son ciertas. ¿Al periodista de El País no le pareció relevante quién realizaba el estudio y de qué fondos se nutría? ¿Al del ABC le mandaron rascar qué podía encontrar en esa noticia para atizar al PSOE?
Victor Manuel presenta disco y concede entrevistas. Merece la pena leer la de ABC, en donde no se limita a respuestas convencionales.
Entretenido el artículo de Ramón d’Andrés en su blog sobre cómo algunos locutores se refieren al campo de entrenamiento del Real Oviedo como el Requesón en vez del Requexón. A uno también le parece inconcebible cuando los oye.
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