DE FACEBOOK (Día 12)

LECTURA LA PRENSA. ARROLLAMIENTOS

En la sección de Hemeroteca de La Nueva España se recuerda una noticia de hace un cuarto de siglo: “El presidente de la Asociación de Víctimas de Renfe y Feve, Faustino Ania, está a punto de concluir su viaje a pie hasta Madrid, donde le recibirán diputados de todos los partidos para escuchar su petición de mejoras en la seguridad de las vías del tren”. Faustino Ania tuvo la desgracia de que en 1996 un tren atropellara a su hijo adolescente, Iván Ania (como el futbolista, eran primos) cuando atajaba atravesando las vías del tren próximas a la antigua cárcel para entrenar al fútbol. Entonces uno estaba muy encima de los frecuentes arrollamientos. Acudía a ellos en cuanto se enteraba de que se había producido uno para hacerse una primera idea de qué había ocurrido y para asesorar al maquinista en las declaraciones que acto seguido o a no tardar tendría que efectuar ante la policía judicial o el juzgado. No es plato de gusto ver los restos de un cuerpo estrellado contra una columna de electrificación, pero convenía estar allí. La táctica es siempre la misma: no vale decir que el tren pitó y, como el humano no se apartaba, frenó. Hay que declarar que pitó y simultáneamente aplicó el freno de emergencia. Eso lo aprendió uno después de una sentencia en la que el juez condenó al maquinista porque debió presuponer que el obrero de contrata al que arrolló en El Caleyo (se trataba de eso en aquella sentencia que uno no olvida) tenía alguna deficiencia auditiva. Faustino Ania se querelló directamente contra el maquinista. Que el Gerente territorial de Asturias que había de aquella, un comercial más que nada, recibiera a Faustino Ania y le diera alguna esperanza sentó como un cuerno entre los ferroviarios, que se sintieron traicionados. Uno estuvo presente en el juicio que se celebró. Siente mucho las muertes, pero uno estaba siempre con el maquinista. Mucho tiempo atrás alguien les inculcó que en las declaraciones tenían que ser prudentes y compasivos ya que había habido un muerto. Craso error porque la familia del muerto no suele tener ninguna compasión para ir contra el maquinista, que no suele salirse de la vía.

Del lejano pasado al futuro próximo. Para el martes, es decir, ya, se anuncia una conferencia con este lema: “Salva tu matrimonio: guía para triunfar en el proyecto más importante de tu vida”. Sorprendentemente la conferencia está a cargo del presidente del Colegio de Médicos de Madrid y la presenta el presidente del de Asturias. No tiene uno pensado acudir a tal evento, más que nada para no dar pie a los posibles lectores de la prensa del día siguiente, si saliera foto del público, a pensar si esos espectadores estarán a punto de desdecirse del ‘sí, quiero’.

Manuel Jabois escribe unos artículos variados y generalmente sugerentes en El País. El de hoy lleva por título, hablando del mundial de fútbol, “Con quién vamos ahora y por qué”. Casualmente este artículo no es de los más brillantes y por eso uno no lo reproduce, pero se queda con la copla. ¿Con quién va uno: con Argentina, con Croacia, con Francia o con Marruecos? En primer lugar con Argentina, hermanos en idioma y pasado, después con la Croacia de Modric, después con Francia, con quien no tiene uno ningún contencioso especial.

En este punto recuerda uno el verso de Quevedo que Tielve, antiguo Consejero de Infraestructuras (vuelve al organigrama del PP, véase después) cantó a Alvarez Cascos en su día:

No he de callar, por más que con el dedo,

ya tocando la boca o ya la frente,

silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?

¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?

¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Xuan Cándano presenta libro: “No hay país”, crónica política y sentimental de Asturias desde la Transición. Seguramente es un libro interesante y regalable ante las próximas fiestas. Los reportajes en la prensa de Cándano eran trabajados e interesantes. Los de la televisión, inconfundibles por su locución. Cándano denunció los tejemanejes de Villa, mucha antes de caer en desgracia el polìtico y sindicalista, pero nadie le creyó. De pasada cuenta en la entrevista, hablando de la derecha, “Cuando el partido eran cuatro, tuvieron muchas desavenencias y una vez llegaron a las manos…”. Eran cuatro, frase hiperbélica, aunque habría que decir hipobólica. Precisamente hoy reproduce La Nueva España la lista organigramática del Partido Popular en la región y mete miedo. ¿Tendrán bien delimitadas las competencias? A buen seguro que otros partidos cuentan con listados del mismo tenor.

El País dedica uno de sus editoriales a los pisos turísticos. Es de esos editoriales que comienzan por lo descriptivo y acaba en el comentario político. Si uno no tiene todo el tiempo del mundo, con leer la primera parte se hace cargo del enunciado del problema. Las soluciones son más difíciles, pero bien está un correcto planteamiento.

David Prieto, profesor de Geodinámica de la Universidad de Oviedo, niega que la acción humana sea el factor determinante del cambio climático. Habrá quien lo acuse de terraplanista. No lo es. No niega el cambio climático, es más, lo da por cierto, y aboga por la reducción del uso de los combustibles fósiles, pero insiste en que el calentamiento global depende sobre todo de fases geológicas en las que el hombre pinta poco. Pues nada, terraplanista.

Álvaro Faes, columnista de La Nueva España, refleja en su artículo cómo la ciudad de Oviedo avanza hacia el Este, hacia La Corredoria, destacando que el nuevo Hospital hizo pivotar el urbanismo hacia ese nuevo punto alejándolo de la zona de Buenavista, donde se ubicaba el antiguo. Si se consolida algo en los terrenos de la vieja fábrica de La Vega, la tendencia será más notoria aun. Sin abandonar a ningún barrio de la ciudad, uno cree que conviene potenciar las zonas llanas, no las cuestas. Uno no entiendo cómo la ciudad pudo crecer hacia Ciudad Naranco y no hacia La Corredoria. Por lo mismo, no entiende la moda de Montecerrao.

La gastronomía (de diseño) de Las Cuencas está obteniendo notables reconocimientos, en particular la de Lena, y La Nueva España se hace eco de ello. Unu ye más del picadillo, pero de vez en cuando está bien catar algún experimento de esos que se ponen en platos floreados e irregulares, sobre todo si te invitan.

Peligra la hegemonía de La Nueva España: hoy incluía ocho esquelas, El Comercio, diez. El sorpasso se avecina.

Quedan algunas cosas intemporales para otro día.