Leíste un revelador libro de prosa de Lorca, en el que se recogen, sobre todo, el material de las conferencias pronunciadas, las entrevistas concedidas y la abundante correspondencia que mantuvo con su familia, editores, otros escritores y amigos.
APUNTES BIOGRÁFICOS, SU DETERMINACIÓN, LAS SERVIDUMBRES MATERIALES
A su padre. 1920
Querido papá: recibo una carta tuya en tono serio y discreto
y en tono serio y discreto te contesto yo también (…). Cuando un hombre se
coloca en su camino, ni lobos ni perros deben hacer que vuelva atrás, y yo,
afortunadamente para mí, tengo una lanza como la de Don Quijote. En mi camino
estoy, papá, ¡no me hagas volver la vista atrás! (…) ¿Qué hago yo ahora en
Granada? Escuchar muchas tonterías, muchas discusiones, muchas envidias y
muchas canalladas (esto naturalmente no les pasa nada más que a los hombres que
tienen talento), y no es que a mí se me importe nada, porque, gracias a Dios,
estoy muy por encima, pero es molestísimo, molestísimo. A los tontos no se les
discute y a mí me están discutiendo en Madrid gentes muy respetables, y eso que
no he hecho más que salir, que ya será la gorda cuando estrene otras cosas y
así probablemente hasta tener un gran nombre literario. (…) Aquí escribo,
trabajo, leo, estudio. Este ambiente es maravilloso. Casi no salgo: Las gentes
(que son muchas) vienen a visitarme aquí. (…) Aquí cuesta entrar muchísimo
trabajo y si yo por mis méritos y simpatías personales y por mis amistades pude
entrar sin solicitud y sin engorro, haciendo el director chanchullos y quitando
a otros ¡diez! Que tenían hecha solicitud para ponerme a mí, que llegué con las
manos lavadas, es una incorrección a esta casa, que tanto me ha de ayudar, y
una grosería imperdonable decirles de pronto en medio del curso: “Ea, me voy,
queden ustedes con Dios”. Y yo que antes iba a venir y no vine y dirán que soy
una veleta y quedaré descalificado y ridículo. Yo, por esto más que por otra
cosa, te suplico que me dejes aquí. (…) Tu carta diciéndome que me vaya porque,
si no, tú vienes por mí, me ha producido un gran disgusto (…) Yo te suplico de
todo corazón que me dejes aquí hasta fin de curso y entonces me marcharé con
mis libros publicados y la conciencia tranquila de haber roto unas espadas
luchando contra los filisteos para defender y amparar al Arte puro, al Arte
verdadero. A mí ya no me podéis cambiar. Yo he nacido poeta y artista como el
que nace ciego, como el que nace guapo.
Dejadme las alas en su sitio, que yo os respondo que volaré bien (…). Piensa,
además, que yo no soy un objeto que te pertenece y que amas mucho; piensa que
tengo vida propia, resolución y que este ir y venir me perjudica y no es
formal. Hay que ser audaces y valientes. Lo mediocre y el término medio es
fatal. No consultes estas cosas con amigos abogaos, médicos, veterinarios, etc.
Gentecilla mediocre y antipática, sino con mamá y los niños. Creo que tengo
razón.
A un profesor. 1920
Contéstame a vuelta de correo con las instrucciones
necesarias y la verdad de lo que pase. ¿Y el hebreo y el árabe son fáciles de
camelo con Navarro Pardo? (¿Cuándo sabré hebreo ni árabe? ¡Me deben aprobar
inmediatamente!) Como tú eres auxiliar de la Facultad estarás bien enterado de
asignaturas, catedráticos e incompatibilidades.
A la familia. 1920
Hoy me he matriculado y he tenido quedar una buena propina
al bedel para que haga un chanchullo, pues ya se ha cerrado el plazo de
matrícula y había que pagar doble.
A la familia. 1921
Yo me siendo cada día que pasa con más condiciones y más
facultades de poeta, pero de poeta puro, de artista exquisito, que es lo que se
debe ser.
A su familia. 1921
Aquí seguimos liados con Tagore, y yo os participo que tengo
que comprarme unas botas y unas sandalias, y quisiera que inmediatamente me
girarais el dinero para esto, pues tengo un agujerito pequeñísimo en las suelas
y no quiero que pase a mayores.
A su familia. 1923
Queridos padres: Estamos divinamente en la Residencia, y ya
veis qué suerte tan grande hemos tenido. En Madrid no se puede vivir en otro
sitio pues las casas de huéspedes son nauseabundas y caras, y los pisos buenos
cuestan un ojo de la cara.
A un crítico. 1923
¡Si vieras qué efecto más raro, más frío, me produce el que
me digan Lorca! Yo soy Federico, pero no soy Lorca. ¿No lo ves tu así?
A la familia. 1924
Y envíame mi gabardina trinchera que me hace falta un peine,
un esterillo de cama, la trincha del abrigo, un bote de colonia y una botellita
de ron, porque si no papá se las va a beber solo y no conviene. El esterillo,
que sea bueno y grande. Todo esto me lo puedes enviar con el hombre maquinista
que conoce la madre de Ortiz (por ejemplo), o en una caja.
A la familia. 1924
Pero ya es imposible seguir así porque tengo que pagarle al
zapatero y no sé cuántas cosas más. Todos mis compañeros están lo mismo, así es
que nos consolamos unos a otros. Yo estoy naturalmente contento, pues esto de
que Gregorio se decida a poner mis cosas me alegra sobremanera.
A la familia. 1925
Anteayer me contestaron de Barcelona y me pagan el viaje y
gastos para la lectura, suplicándome que, como no tienen dinero porque el
Gobierno los ha dejado sin subvenciones, les dispense, pero la gana de oírme
leer poesía mía lo hacía todo (…) Pero conviene que giréis a la Resi
trescientas pesetas que me han adelantado en seguida, que yo os las devolverá a
mi vuelta de Barcelona (…) Estuve hablando con Martínez Sierra y me ha dicho
que pone La Zapatera, pero que con Marianita tiene miedo de que la prohíban.
Entonces yo me puse fuerte y dije que ni Zapatera ni Mariana, que le retiraba
las obras y se acabó. Entonces él se puso pálido y todo azorado, me dijo que me
suplicaba que esperase seis días para hacer una gestión preguntando
secretamente a unos amigos suyos si no la prohibiría, y que, desde luego, una
vez asegurado este trámite, ya obraríamos en consecuencia. Yo le dije:
“Perfectamente, usted está en su derecho de empresario”. Al decirle esto, se
lamentó de que ya no le tratase como amigo, etc., etc., pero, seriamente, la
cuestión está planteada. Ya no hay más remedio. En Barcelona le veré el sábado
de Gloria. Allí estamos citados para comer juntos y terminar de una vez. Yo le
exijo dos cosas: fecha de estreno y seguridad.
A crítico. 1925
De parte de mi padre y de la mía te recomiendo con todo
interés a Luis Ortega Maruecos, un excelente muchacho que va a ser opositor a
aspirante de correos. Te ruego que si tú tienes alguna influencia como
personalidad del cuerpo, ayudes a nuestro amigo en todo lo que te sea posible
en la seguridad de nuestro agradecido afecto.
A José Bello. 1926
Pepín: Encargué a Pepe Moreno que me buscara habitación en
la Resi, y trabaja en este sentido, pero resulta que no queda un cuarto libre.
Jiménez está, como siempre, contento de que vaya a la Resi, pero como no hay
sitio no sabe qué resolver. Luego yo ya no tengo amigos en la Resi más que
Buigas y Pepín García Rodríguez porque Garau tiene a Antonio Rosa en su cuarto.
Cabe hacer una cosa. Puedo vivir con Pepín o con Buigas. Con Pepín yo no sé qué
tal le sentaría, toda vez que es un hombre de cuarto ordenado y quizá me diría
que sí si le escribiese pero sería por fatiga y compromiso. Con Buigas es más
fácil pero también me da reparo. Con el que viviría mejor de los tres sería con
el simpático Garau porque tengo gran confianza y nos entendemos mejor. Léele esta
carta a él y dile que si puede eche a Rosa. Antonio Rosa ya es fácil que tenga
en la Resi otro amigo y pueda mudarse con él. Yo me iría con Javierito ¿No
sería esto posible? ¿No podría hacer esto por mí?
A crítico. 1926
Ahora quisiera resolver la Mariana Pineda ya que el cabrón
de Martínez Sierra se ha portado como tal. Pero Martínez Sierra ignora mi
fantasía. No sabe él la que se ha echado encima conmigo. Cabrón. [Caricatura de
Gregorio Martínez Sierra, con cuernos, pintas y largo rabo]
A un autor. 1926
Queridísimo Ángel: Como no te he visto, tú no te acuerdas de
nadie, y me parece muy mal que no me hayas mandado entrada para tu estreno,
pero y me gastaré el dinero y tendré el gusto de aplaudirte.
A su familia. 1926
Estuve tres días en el Málaga y me fui a la Residencia,
donde hasta ahora tengo sitio por amabilidad del presidente.
A Jorge Guillén. 1926
Quiero, por otra parte, afirmar mi personalidad dentro de mi
familia, que me da, naturalmente, toda clase de gustos y facilidades. Estoy
decidido y quiero decidirme más, pero no sé cómo se hacen las cosas. ¿Qué crees
tú que debo hacer para empezar seriamente mi preparación de profesor… ¡sí!
¿profesor de poesía? ¿Qué debo hacer? ¿Adónde debo ir? ¿Qué debo estudiar? ¿Qué
disciplinas me serán convenientes? Contéstame. Yo no tengo prisa, pero quiero
hacer esto para justificar mi actitud (ya definitiva) poética.
También me gustaría ir de lector una temporada. París sería
ideal. ¿Pudiera conseguir eso? Ocurre una cosa. Mi familia me da todo el dinero
que quiera y más, en cuanto me vean en un camino… ¿cómo diré? Oficial. ¡Eso es,
oficial! Pero por primera vez se oponen a que siga haciendo versos sin pensar
en nada. Basta una cosa mínima de esfuerzo mío para que ellos queden
satisfechos. Por eso quiero empezar a hacer algo… oficial. Lo de lector sería
bueno antes de cualquier oposición y útil para la orientación de catedrático.
Tú has sido, ¿verdad? Dime cosas. Tú me contestas y me dices los pasos que
tengo que dar para hacerme lector. Salinas me dirá los pasos para ser profesor.
A Jorge Guillén. 1927
Contéstame. No está bien que escribas a Vela, que es un
putrefacto orteguista y a mí, no. Eso me disgusta. Yo no soy inteligente ¡es
verdad! Pero soy poeta.
A la familia. 1927
Me disteis quinientas pesetas.
100 pesetas se fueron en el viaje
250 en el Hotel Málaga
50 en un ramo de rosas de Niza para el beneficio de la Xirgu
que tuve que quedar bien.
Me quedaron cien y con esto estoy en Madrid, que como los
primeros días he hecho vida de café, pues paz y gloria.
No he tenido la culpa. Además, no he podido estar en la
Resi, porque no hay habitación dado que todos mis amigos viven a pares en los
cuartos y no cabe un alfiler. Así es que estoy en el Málaga porque los otros
sitios decentes eran más caros y los que estaban lejos me imposibilitaban la
vida de teatro que hago.
A crítico. 1927.
No puedo tolerar a los viejos. No es que los odie. Ni
que los tema. Es que me inquietan. No puedo hablar con ellos. No sé qué
decirles. Sobre todo, aquellos viejos que piensan que, por sólo serlo, están en
todos los secretos de la vida. Eso que llaman experiencia y que tanto nombran
los viejos, no la conozco. En una reunión de ancianos, yo no sabría decir una
palabra. Me aterrorizan esos ojillos grises, lacrimosos, esos labios en
continuo rictus, esas sonrisas paternales, ese afecta tan indeseado como puede
serlo una cuerda que tire de nosotros hacia un abismo.
Me paso escuchándola radio casi todo el día. La luz y
la radio me encantan. Y noto a este propósito la falta de una sección
periodística dedica a la crítica de radio, un enjuiciamiento cotidiano de los
programas de radio. Debieron crear esa sección los diarios. Sería de un interés
indiscutible.
A crítico. 1927
Una lata te voy a dar. Quisiera saber cómo puedo cobrar en
la Sociedad de Autores, y si tú podías cobrar por mí y enviármelo. ¿Es una
lata? Perdona, Melchorito, pero con nadie más tengo confianza para decirle
estoy pedirle este favor.
A familia. 1928
He recibido invitaciones para leer poesías de Zamora,
Gijón, Avilés y Oviedo. Veremos a ver lo que decido.
Con tanta radio, tanto periódico y tanto elemento de
comunicación colectiva, la verdad es que en nuestros días resulta poco
envidiable la situación personal del hombre que cae en el círculo de la fama.
A Carlos Morla. 1929
Me siento deprimido y lleno de añoranzas. Tengo hambre de mi
tierra y de tu saloncito todos los días. Nostalgia de charlar con vosotros y de
cantaros viejas canciones de España. No sé para qué he partido; me lo pregunto
cien veces al día. Me miro en el espejo del viejo camarote y no me
reconozco. Parezco otro Federico.
Sin este mi amor a la tierra no hubiera podido
escribir Bodas de Sangre. Y no hubiera tampoco empezado mi obra próxima: Yerma.
En la tierra encuentro una profunda sugestión de pobreza. Y amo la pobreza por
sobre todas las cosas. No la pobreza sórdida y hambrienta, sino la pobreza
bienaventurada, simple, humilde, como el pan moreno.
A Jorge Guillén 1928
Ante todo, perdóname el estúpido telegrama que te puse.
Imprudente telegrama que no fue hecho según mi voluntad, sino según la voluntad
de Viñuales. Este simpático don Agustín Viñuales, catedrático de Economía, que
tú conoces, tenía interés en la persona que tú habías de examinar. Pidió una
recomendación a Salinas y éste le dijo: Que se la dé Lorca, que tiene más mano
con Guillén que yo…
A familia. Camino de Nueva York. 1929
He tenido una pena muy grande con la catástrofe de [Ramón] Franco,
pues estas cosas se sienten mucho más desde fuera y él era un muchacho
valentísimo que ha tenido un fin desgraciado, pero lleno de grandeza y heroísmo
A familia desde Nueva York. 1930
Yo aquí tengo a Ángel y a José Antonio para mi apuro, pero
es mejor que a primeros de enero de giréis la mensualidad de enero con cuarenta
dólares más, porque tengo que comprarme calcetines, unos zapatos y otras
cosillas rotas por la terrible máquina del lavado.
A la familia. Desde Madrid, Revista de Occidente. 1930
Hoy tomo la pluma para escribiros, tranquilo ya en mi
posición económica, gracias a Dios.
A la familia. Noviembre 1930
Ahora estoy sin dinero. Pero ya tendré. Si queréis mandarme
algo lo mandáis, pero yo no lo pido. Sólo en calidad de socorro.
A la familia. 1931
No sé si os habéis enterado de que me han invitado a ir a
las islas Canarias al estreno de Mariana Pineda; desde luego, yo he aceptado la
invitación con la condición de que me han de pagar bien. Yo espero que sí y
puede ser una bonita excursión y provechosa para mí.
A editor Eduardo Rodríguez Valdivieso. 1932
Queridísimo Eduardo: Recibí tu carta y fui corriendo a la
Sociedad de Autores Españoles para recoger dinero y mandártelo, pero por no
haberse cumplido el trimestre y tener pedidos unos anticipos para pagar algunas
deudas mías y prestar a mi amigo el pintor Manuel Ángeles, que llegó de París a
causa de la crisis en situación desesperada, no pudieron dármelo y yo quedé
lleno de tristeza. Entonces fui a casa de mi amigo Martínez Nadal para pedirle
las quinientas pesetas, pero o no las tenía o no me las quiso prestar Más
quiero creer que no las tenía.
Hoy fui a ver a mi editor para pedirle dinero que me debe y
tampoco lo tenía. Total: que teniendo dinero como tengo, no lo he podido sacar
a nadie que me lo debe.
A su familia desde Argentina. 1933
Si se arregla esta cuestión del bloqueo de fondos, os giraré
en seguida unas veinte y cinco mil pesetas que ya tengo en caja.
A Máximo le mandé algún dinero para que se remediara y es
casi seguro que le daré un empleo para que medio pueda vivir. Para vivir en
América hay que ser o un tremendo trabajador o estar preparado
intelectualmente, pero la gente de tipo normal, y más si son andaluces, no se
aclimatan a esta vida activísima de lucha.
A la familia desde Buenos Aires. 1934
Recibiréis 15 mil pesetas que os pude mandar, y hoy os
giraré unas ocho mil, producto de mis conferencias en Montevideo. Este dinero
podéis naturalmente disponer de él. Ahora estoy dirigiendo La niña boba de Lope
para la compañía argentina de Eva Franco. Me conviene, pues yo la he arreglado,
y así cobraré los derechos que serán bastantes pesetas. Me voy contento por
veros, pero triste de abandonar estas grandes ciudades donde he tenido
verdaderas apoteosis que nunca olvidaré y donde tengo mi porvenir económico,
pues aquí puedo ganar el dinero que jamás ganaré en España.
A Adolfo Salazar. Junio 1936
Me gustaría que si tú pudieras, y sin que lo notara Bagaría,
quitaras la pregunta y la respuesta que está en una página suelta escrita a
mano, página 78 bis, porque es un añadido y es una pregunta sobre el fascio y
el comunismo que me parece indiscreta en este preciso momento, y además está ya
contestada antes. Así es que tú la quitas y luego como si tal cosa. No conviene
que se entere nadie de esto, pues sería fastidioso para mí.
EXPERIENCIA AMERICANA
A la familia. Desde Nueva York. 1929
He asistido también a diferentes oficios religiosos. Y he
salido dando vivas al portentoso, bellísimo, sin igual catolicismo
español. No digamos nada de los cultos protestantes. No me cabe en la cabeza
(en mi cabeza latina) cómo hay gentes que puedan ser protestantes. Es lo más
ridículo y lo más odioso del mundo. Figuraos vosotros una iglesia que en lugar
de altar mayor haya un órgano y delante de él un señor de levita que habla.
Luego todos cantan, y a la calle. Está suprimido todo lo que es humano y consolador
y bello, en una palabra. Aun el catolicismo de aquí es distinto. Está minado
por el protestantismo y tiene esa misma frialdad. Esta mañana fui a ver una
misa católica dicha por un inglés. Y ahora veo lo prodigioso que es cualquier
cura andaluz diciéndola. (…) La lentitud, la grandeza, el adorno del altar, la
cordialidad en la adoración del Sacramento, el culto a la Virgen en España de
una absoluta personalidad y de una enorme poesía y belleza. Ahora comprendo
también, aquí, frente a las iglesias protestantes, el porqué racial de la gran
lucha de España contra el protestantismo y de la españolísima actitud del gran
rey injustamente tratado en la historia, Felipe II.
Es curioso el gran prestigio de España en este país.
Un español es siempre considerado por la buena sociedad como un caballero. Pesa
el prestigio histórico y desde luego establecen y marcan la diferencia entre
nosotros y los hispanoamericanos.
Lo que tiene la iglesia bizantina, y no he encontrado
en la romana, es el patriarcalismo. El pope es una figura superior que emana
autoridad y bondad, un patriarca, y nuestro cura no tiene nada de esto. Es un
simple oficiante y en cuanto sale de la iglesia, como se descuide un poco,
puede ser lo peor del mundo.
Pero para que os deis cuenta de la libertad de conciencia de
estos países, os diré que la madre de este chico es católica ferviente, el
padre protestante, él católico, y un primo que vive con ellos ateo puro,
demagogo. Se llevan como los ángeles.
Todo es igual y uniforme. Pero en cambio échele usted un
galgo a las diferencias españolas. Se viaja más yendo de Granada a Gerona que
cruzando de punta a punto los Estados Unidos.
Luego hemos vuelto a casa. En el pórtico está la bandera
americana y… ¡la bandera española! Yo he dado las gracias, Todo esto es muy
norteamericano. Poesía y tontería. Fuerza y niñería. Técnica mecánica y
primitivismo.
Voy a hablar de la deliciosa Virgen del gótico en el sitio
donde hay más protestantes del mundo (el término protestante para mí es
equivalente a idiota seco). Me maravillo y me río solo a veces cuando veo la
cantidad de sectas y de camelos religiosos que hay en este país. Yo conozco
aquí los católicos desde lejos, por el aire y la inteligencia.
Yo estuve más de siete horas entre la muchedumbre en los
momentos del gran pánico financiero. No me podía retirar de allí. Los
hombres gritaban y discutían como fieras y las mujeres lloraban en todas
partes; algunos grupos de judíos daban grandes gritos y lamentaciones por las
escaleras y las esquinas. Esta era la gente que se quedaba en la miseria de la
noche a la mañana. (…) Del 16 piso del Hotel Astor se había arrojado un
banquero a las losas de la calle. Yo llegué en el preciso momento en que
levantaban al muerto. Era un hombre de cabello rojo, muy
alto. Sólo recuerdo las dos manazas que tenía como enharinadas sobre su suelo
gris de cemento. Este espectáculo me dio una visión nueva de esta civilización,
y lo encontré muy natural. No quiero decir que me gustara, pero sí que lo
observé con gran sangre fría y que me alegré mucho de haberlo presenciado.
Desde luego era una cosa tan emocionante como puede ser un naufragio, y con una
ausencia total de cristianismo.
PENSAMIENTO POLÍTICO Y MILITANCIA
Se extractan aquí algunas opiniones claramente políticas,
más frecuentes con el paso del tiempo y su mayor implicación en la década de
los años treinta.
A la familia. 1924
La situación política sigue igual… si no digo peor, porque
creo que en África nos están comiendo vivos.
ENTREVISTA.
-
P. ¿Qué le parece lo que está pasando en la URSS
en el orden espiritual? ¿Cree usted en una literatura de clase, en una
literatura dirigida hacia un fin determinado?
-
R. Mire, en Rusia les costó muchos sacrificios
conseguir lo que tienen. Tuvieron que transformar todo un estado de cosas. La
literatura también debía sufrir una transformación y la sufrió. El nuevo
régimen debía defenderse como fuese y en todos los terrenos. ¿Podía la
Revolución dejar al margen a la literatura, al arte? No, y por eso el régimen
controla la literatura y el arte. Está claro que bien pronto se vio que eso era
algo pueril, ya que el arte es incontrolable y no hay nada que se oponga tanto
a la pura expresión de la literatura, y del arte en sí mismo, como unas
ordenanzas, sean las que sean.
-
P. La burguesía y la gran mesocracia, que
componen la zona más extensa del público -los obreros no van al teatro- le
reprochan la crudeza del lenguaje
-
R. No hay tal crudeza. So pena que se llame así
a trasplantar la vida como es. Las gentes a quienes espanta mi realidad son
fariseos que viven, sin asustarse, la misma realidad de mi teatro.
-
P. Políticamente su drama es insurgente, pero en
realidad puede parecer reaccionario, porque se mantienen criterios conservadores
como el de la honra tipo.
-
R. Yo soy cristiano. Mi protagonista tiene
limitado su arbitrio, encadenada por el concepto, que va disuelto en su sangre,
de la honra españolísima.
A la familia. 1925
- He pasado cinco días en Segovia y La Granja invitado por unos amigos (…) Segovia es una ciudad maravillosa y La Granja una cosa espléndida, de jardines de un mal gusto como no tenéis idea… pero los fondos nevados del Guadarrama cercano son admirables. Allí nos encontramos con el príncipe de Asturias y sus hermanos los infantes, que nos saludaron, y no podéis daros cuenta qué cosa más triste y lamentable es el heredero del trono. Es un pobre chico cretino y tonto que da la impresión de cómo la Monarquía española es cosa acabada y cómo no podrá reinar por imposibilidad física. Pasé un rato muy impresionado.
AA la familia. 1930
-
He leído la prensa americana con todos los
jaleos de España. No sé qué pasará. Yo tengo cierta inquietud (…) Dios quiera
que se arreglen bien las cosas de España, pero me parece que esto es una cosa que
irá por sus pasos, de manera dramática hacia su solución definitiva, sin que
los médicos ni nada alivien lo que tiene que suceder por destino histórico.
Desde La Habana. 1930
-
Todos los días leo la situación de España con
gran interés. Aquello es un volcán.
Entrevista en 1933
-
Era apenas caído el rey. Los campesinos de
Granada incendiaron el Casino aristocrático. A la voz de alarma fue toda
Granada. Mi padre, mi hermano Paco y yo estábamos entre la multitud. Las llamas
se llevaban todo aquello y mi hermano y yo mirábamos sin inquietud, casi con
alegría poque envuelto en aquellas llamas se iba algo que detestábamos.
A su familia desde Argentina. 1933
De España leo noticias desagradables. Estas elecciones van a
ser terribles. ¡Veremos a ver qué pasa! Yo tengo verdadera ansiedad por todos
esos movimientos políticos (…) Yo os recomiendo que no os metáis en jaleos
políticos ni se meta Paquito (hermano).
Estos días he tenido gran preocupación por vosotros con
motivo de la intentona anarquista, pero desde luego estoy contentísimo porque
esto demuestra que las derechas no pueden de ninguna manera asaltar a España.
Esta es la opinión de toda la gente que me rodea.
Veo la situación política muy dura y apasionada, y desde
aquí se tiene la impresión de una España en carne viva. No sé qué va a ocurrir,
pero desde luego van a ocurrir muchas cosas, porque la pasión está desatada.
A la familia desde Barcelona. 1934
Mañana doy una lectura comentada del Romancero en la
universidad, organizada por los estudiantes. Ya no queda ni una invitación. El
separatismo de Cataluña es un mito y una demostración de que son
auténticos españoles con estas pruebas grandes de españolismo que me dan, ya
que soy tan representativo de España. Claro es que las derechas tomarán todas
estas cosas para seguir en su campaña contra mí y contra Margarita, pero no
importa. Es casi conveniente que lo hagan, y que se sepan de una vez los campos
que pisamos. Desde luego, hoy en España no se puede ser neutral.
Entrevista en abril de 1936
Ahora estoy trabajando en una nueva comedia. Ya no será como
las anteriores. Ahora es una obra en la que no puedo escribir nada, ni una
línea, porque se han desatado y andan por los aires la verdad y la mentira, el
hambre y la poesía. Se me han escapado de las páginas. La verdad de la comedia
es un problema religioso y económico-social. El Mundo está detenido ante el
hambre que asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio económico, el Mundo
no piensa. Yo lo tengo visto. Van dos hombres por la orilla de un río. Uno es
rico, otro es pobre. Uno lleva la barriga llena, y el otro pone sucio el aire
con sus bostezos. Y el rico dice: “¡Oh qué barca más linda se ve por el agua!
Mire, mire usted el lirio que florece en la orilla” y El pobre reza: “Tengo
hambre, no veo nada. Tengo hambre, mucha hambre”. Natural. El día que el hambre
desaparezca, va a producirse en el Mundo la explosión espiritual más grande que
jamás conoció la Humanidad. Nunca jamás se podrán figurar los hombres la
alegría que estallará el día de la Gran Revolución. ¿Verdad que te estoy
hablando en socialista puro?
OPINIONES GENÉRICAS SOBRE EL TEATRO
Nosotros queremos representar y vulgarizar nuestro olvidado
y gran repertorio teatro clásico, ya que se da el caso vergonzoso de que
teniendo los españoles el teatro más rico y hondo de toda Europa esté para
todos oculto y tener encerradas prodigiosas voces poéticas es lo mismo que
cegar la fuente de los ríos o poner todo al cielo para o ver el estaño duro de
las estrellas.
El teatro ha perdido su autoridad porque día tras día se ha
producido un grave desequilibrio entre arte y negocio. El teatro necesita
dinero, y es justo y vital para su vida que sea motivo de lucro; pero hasta la
mitad nada más. La otra mitad es depuración, belleza, cuido, sacrificio para un
fin superior de emoción y cultura.
**
Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas,
desde la tragedia al vodevil, puede cambiar el pocos años la sensibilidad de un
pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede
achabacanar y adormecer a una nación entera. El teatro es una escuela de llanto
y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia
morales viejas o equivocadas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del
corazón y el sentimiento del hombre. Al pueblo que no ayuda y no fomenta su
teatro, si no está muerto, está moribundo; como el teatro que no recoge el
latido social, el latido histórico, el drama de sus gentes y el color genuino
de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a
llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se
llama matar el tiempo. Mientras que actores y autores estén en manos de
empresas absolutamente comerciales, libres y sin control literario ni estatal
de ninguna clase, actores autores y el teatro entero se hundirá cada día más,
sin salvación posible. (Febrero de 1935).
**
(Experimentando)
Queremos representar la famosa “El mágico prodigioso” de dos
maneras, en dos noches consecutivas; la primera a la antigua, realista, la
segunda simplificada, estilizada, tan nueva como el experimento más reciente y
tan vieja como la más antigua técnica de montaje del escenario y de los
ademanes. Miraremos a ver cuál prefiere el público.
**
Ahora andamos a vueltas con los versos de Calderón, de
Cervantes, de Lope de Rueda. Los sacamos del fondo de las bibliotecas, se los
arrebatamos a los eruditos, los devolvemos a la luz del sol y al aire de los
pueblos; y si viera usted qué preciosos resultan.
¿No puede resultar un poco chocante? Darle al público de una
república laica un espectáculo lleno de problemas teológicos puede parecer,
cuando menos, algo extemporáneo. Pero se trata de unos espectadores
singularmente ilustrados. Se trata, además, de Calderón de la Barca, el genio
que a todo cuanto toca le infunde una emoción y un vuelo excepcionales. El
final del segundo acto, por ejemplo, es de una fuerza, de un sentimiento, de un
efecto dramático verdaderamente conmovedores.
Las minorías que gozan de prestigio entre las multitudes
acaban por modificar los gustos de las gentes y hasta por imponer su sentido
del arte. Ahora bien: el teatro experimental necesita la protección del Estado.
**
Carta a la familia. 1924
(Sobre la representación intentada de Mariana Pineda) Parece
ser que el Directorio (agravado por el manifiesto de Blasco Ibáñez y los
sucesos de Vera) no la deja poner, pero nosotros vamos a empezar a ensayarla,
para tenerla preparada en la primera ocasión, que será dentro de este año,
según todos creen. Desde luego, ponerla inmediatamente es imposible, pues
aunque dejaran ponerla en escena, en el teatro se armaría un cisco y lo
cerrarían, viniendo, por tanto, la ruina del empresario, cosa que nadie quiere.
Las circunstancias están de manera imposible, pero nosotros vamos a hacer las
decoraciones, trajes, ¡todo! Y tenerla estudiada. Yo creo, y todos creen lo
mismo, que este año se verá puesta; y el éxito de la obra, me he convencido de
que no es ni debe, como quisiera don Fernando de los Ríos, ser político, pues
es una obra de arte puro, una tragedia hecha por mí, como sabéis, sin interés
político, y yo quiero que su éxito sea un éxito poético -y lo será-, se
represente cuando se represente.
1920
En estos días se estrenó en el teatro de la Princesa una
obra del genial poeta indio Tagore y fue pateada, teniendo que suspenderse la
representación. La obra se llama El cartero del rey.
Carta a su familia en 1926
El teatro de España está hoy en manos de la peor gentuza,
tanto cómicos como autores. Nada vale nada, y naturalmente, lo bueno ha de
luchar extraordinariamente por salir a flote. (Granada) allí trabajo a gusto,
pero no puedo estar constantemente en aquel ambiente mortal para mi vida y mi
situación.
Carta a amigo Barbeito en 1932
Me da pena que mi teatro, por demasiado avanzado, se estrene
antes en el extranjero que en mi país. Pero, ¡qué le vamos a hacer!
A su familia en 1933 desde Argentina
Aquí tengo la impresión de poder estrenar todo, por atrevido
que sea, pues el público es respetuosísimo con sus autores y no como el público
cerril de Madrid, que patea inmediatamente si no le dan una cosa que
pueda entender.
EL TEATRO POLÍTICO
La escena no puede ser siempre una tribuna política. Sin
embargo, el teatro que en este momento interesa al público es el político,
sea de la tendencia que sea. Vivimos una época fundamentalmente política.
(1933)
-
¿Debe, a su juicio, el artista vivir emancipado
del morbo político?
-
Totalmente. Igual en poesía que en teatro, que
en todo… El artista debe ser única y exclusivamente eso, artista. Ahí tienen
ustedes el caso de Alberti, uno de nuestros mejores poetas jóvenes, que, ahora,
luego de su viaje a Rusia, ha vuelto comunista y ya no hace poesía, aunque él
lo crea, sino mala literatura de periódico. ¡Qué es eso de artista, de arte
proletario! (...). El artista, y particularmente el poeta, es siempre
anarquista, sin que sepa escuchar otras voces que las que afluyen dentro de sí
mismo; tres fuertes voces: la VOZ de la muerte, con todos sus presagios, la VOZ
del amor y la VOZ del arte.
**
Yo arrancaría de los teatros las plateas y los palcos y
traería abajo el gallinero. En el teatro hay que dar entrada al público de alpargatas.
“¿Trae usted, señora, un bonito traje de seda? Pues, ¡afuera!” El público con
camisa de esparto, frente a Hamlet, frente a las obras de Esquilo, frente a
todo lo grande. (1933).
**
Hay un solo público que hemos podido comprobar que no nos es
adicto: el intermedio, la burguesía, frívola y materializada. Nuestro público,
los verdaderos captadores del arte teatral están en los dos extremos: las
clases cultas, universitarias o de formación intelectual o artística
espontánea, y el pueblo, el pueblo más pobre y más rudo, incontaminado, virgen,
terreno fértil a todos los estremecimientos del dolor y a todos los giros de la
gracia. Bien es cierto que para hacer esto contamos con una subvención, una
subvención que es el motivo principal por que apresuro mi viaje de regreso: por
temor de que el cambio de gobierno nos la quite. Aunque, pensándolo bien, no
creo que esto suceda, porque ¿qué gobierno, cualquiera que sea su orientación
política, va a desconocer la grandeza augusta del teatro clásico español, de nuestro
mayor timbre de gloria, y no va a comprender que es el más seguro vehículo de
la elevación cultural de todos los pueblos y todos los habitantes de España?
(1934).
LA BARRACA
(Del autor de la entrevista)
Veo entrar a un joven casi un muchacho, vestido con un mono
azul turquí. La luz eléctrica de las lámparas se ha atenuado un momento, me
parece un obrero que ha venido a mirar las válvulas. Pero él se dirige
directamente hacia mí, abriendo el rostro moreno y leal a la más cándida de las
sonrisas me dice: Yo soy García Lorca.
**
-
¿De qué vivís
-
Hemos vivido, al comienzo, de una subvención del
gobierno, cien mil pesetas al año, para treinta personas, además de la tramoya,
el decorado, los trajes y la gasolina para los viajes. Luego, un buen día, la
subvención se redujo a cincuenta mil pesetas. Ahora, el nuevo gobierno la ha
suprimido.
-
¿Y vosotros qué haréis?
-
Continuaremos actuando. Alguien pagará.
**
Cuando ya no tengamos trajes ni decorados, representaremos
con nuestros monos el teatro clásico. Y si no nos dejan levantar el tabladillo,
representaremos en plena calle, en las plazuelas de los pueblos, donde sea…Y si
tampoco nos dejasen así, representaremos en cuevas y haremos teatro oculto.
**
Crítico Silvio D’Amico
En la última escena noté la supresión de la intervención del
rey: deux ex machina que debe llegar justo al final, como saben todos, para
hacer justicia. Confieso incluso que no me sorprendí demasiado con la
insinuación de quien me explicó: García Lorca es amigo de los republicanos.
**
Si hubiese hecho alguna mutilación de importancia lo
confesaría y trataría de justificarlo. ¡Yo soy muy franco! En El caballero de
Olmedo, por ejemplo, que es una de las obras más considerables del teatro
universal, he cortado las tres escenas finales de la venganza. Con la muerte de
Olmedo acaba todo, ¿no es cierto? Pues,
¡Basta! ¿Tras la muerte, a dormir! Las tres escenas aludidas son una concesión
hecha por Lope al público, y con ellas la obra pierde grandeza. Pero ya se sabe
que en tiempos de Lope el público reclamaba el castigo de los culpables. “¡Que
los maten! -gritaba-. ¡Que los maten!” Los autores, entonces, tenían que
matarlos, y así, por culpa del “Que los maten!”, se deterioraron un puñado de
obras teatrales de aquella época.
CANTARES
Las mujeres han cantado soleares, género melancólico y
humano, de relativo y fácil alcance para el espíritu; en cambio, los hombres
han cultivado con preferencia la portentosa siguiriya gitana, pero casi todos ellos
han sido mártires de la pasión irresistible del cante (…) Hay que prevenirse
contra su fuego y cantarla en su hora precisa y con religiosidad y sin
frivolidad. En Andalucía se echa a las mujeres de la sala cuando se canta
porque a ellas les gusta gritar demasiado.
**
Hace unos cuantos años, paseando por las inmediaciones de
Granada, oí cantar a una mujer del pueblo mientras dormía a su niño. Siempre
había notado la aguda tristeza de las canciones de cuna de nuestro país, pero
nunca como entonces sentí esta verdad tan concreta (…) Desde entonces he
procurado recoger canciones de cuna de todos los sitios de España; quise saber
de qué modo dormían a sus hijos las mujeres de mi país, y al cabo de un tiempo,
recibí la impresión de que España usa sus melodías de más acentuada tristeza y
sus textos de expresión más melancólica para teñir el primer sueño de sus
niños.
No debemos olvidar que la canción de cuna está inventada (y
sus textos lo expresan) por las pobres mujeres cuyos niños son para ellas una
carga, una cruz pesada, con la cual muchas veces no pueden. Cada hijo, en vez
de ser una alegría, es una pesadumbre y naturalmente, no pueden dejar de
cantarles, aun en medio de su amor su desgarro de la vida (…) Y la melodía con
que se canta está a tono con la tristeza miserable de los versos. Son las
pobres mujeres las que dan a sus hijos este pan melancólico y son ellas las que
lo llevan a las casas ricas. El niño rico tiene la nana de la mujer pobre, al
mismo tiempo, que le da su cándida leche silvestre, médula del país. Estas
nodrizas, juntamente con las criadas y otras sirvientas más humildes, están
realizando hace mucho tiempo la importantísima labor de llevar el romance la
canción y el cuento a las casas de los aristócratas y los burgueses.
En Trubia se canta a los niños esta añada que es una lección
de desencanto:
Crióme mi madre
feliz y contentu;
cuando me dormía
me iba diciendo:
ea, ea, ea, ea,
tú has de ser marqués
conde o caballeru;
y por mi desgracia
yo aprendí a goxeru,
ea, ea, ea.
Facía los goxos en mes de xineru
y por el verano
cobraba el dinero.
aquí está la vida
Del pobre goxeru.
[¡Si mía pobre madre
volviés abrí’l güeyu!]
Ea, ea, ea.
GÓNGORA
El Góngora culterano ha sido considerado en España, y lo
sigue siendo por un extenso núcleo de opinión, como un monstruo de vicios
gramaticales cuya poesía carece de todos los elementos fundamentales para ser
bella. Las Soledades han sido consideradas por los gramáticos y retóricos más
eminentes como una lacra que hay que tapar, y se han levantado voces oscuras y
torpes, voces sin luz ni espíritu, para anatematizar lo que ellos llaman oscuro
y vacío (…). Es suntuoso, exquisito, pero no es oscuro en sí mismo. Los oscuros
somos nosotros, que no tenemos capacidad para penetrar su inteligencia (…). Creo
que el cultismo es una exigencia de verso grande y estrofa amplia. Todos los
poetas cuando hacen verso grande, endecasílabos o alejandrinos en sonetos u
octavas tratan de sr cultos, incluso Lope, cuyos sonetos son a veces oscuros. Y
no digamos de Quevedo, más difícil que Góngora, puesto que usa no el idioma,
sino el espíritu del idioma.
LA POESÍA
(Poeta en Nueva York)
La calidad de una poesía de un poeta no se puede apreciar
nunca a la primera lectura, y más esta clase de poemas que voy a leer que por
estar llenos de hechos poéticos dentro exclusivamente de una lógica lírica y
trabados tupidamente sobre el sentimiento humano y la arquitectura del poema,
no son aptos para ser comprendidos rápidamente sin la ayuda cordial del duende.
**
Yo nunca he leído mis versos delante de tantos espectadores,
no porque no sea capaz, puesto que lo voy a hacer ahora, sino porque es
indudable que la poesía requiere cuatro paredes blancas, unos pocos amigos por
una armonía de amistad y un dulce silencio donde gima y cante la voz del poeta
(…). Ante el gran público tengo siempre recelo de leer versos porque la poesía
es todo lo contrario a la oratoria.
EL DUENDE
Los grandes artistas del sur de España, gitanos o flamencos,
ya canten, bailen o toquen, saben que no es posible ninguna emoción sin la
llegada del duende. Ellos engañan a la gente y pueden dar sensación de duende
sin haberla, cómo os engañan todos los días autores o pintorescos modistas
literarios sin duende: pero basta fijarse un poco y no dejarse llevar por la
indiferencia para descubrir la trampa y hacerles huir con su burdo artificio.
En toda la música árabe, danza, canción o elegía, la llegada
del duende es saludada con enérgicos “¡Alá, Alá!”, “¡Dios, Dios!”, tan cerca
del ”¡Olé”! de los toros que quién sabe si será lo mismo.
EL DUENDE EN LOS TOROS
En los toros (el duende) adquiere sus acentos más
impresionantes porque tiene que luchar, por un lado, con la muerte, que puede
destruirlo, y, por otro lado, con la geometría, con la medida, base fundamental
de la fiesta. El toro tiene su órbita, el torero la suya, y entre órbita y
órbita hay un punto de peligro, donde está el vértice del terrible juego.
Se puede tener musa con la muleta y ángel con las
banderillas y pasar por buen torero, pero en la faena de capa, con el toro
limpio todavía de heridas, y en el momento de matar, se necesita la ayuda del
duende para dar en el clavo de la verdad artística.
El torero que asusta el público en la plaza con su temeridad
no torea, sino que está en ese plano ridículo, al alcance de cualquier hombre,
de jugarse la vida; en cambio, el torero mordido por el duende da una lección
de música pitagórica, y hace olvidar que tira constantemente el corazón sobre
los cuernos.
TOROS
Enrique Gómez Arboleya se enfrenta de sensible manera con
sus primeros poemas, que parte del público protestó por su falta de peso. Los
dejó convencidos de su elegancia en el poema Amanecer, donde recibió dos
ovaciones por el estilo de los dos cuartetos y una caja de cigarrillos ingleses
por el ultimo verso. Desde luego hay que reconocer que Arboleya y Banús están
mucho mejor en la prosa, con la cual caracolean casi como viejos jinetes.
LAS FUENTES
(En Fuente Vaqueros)
Y ya que estamos juntos no quiero dejar de elogiar vuestra
maravillosa fuente de agua fresca. La fuente del agua es uno de los motivos que
más definen la personalidad de este pueblecito. Los pueblos que no tienen
fuente pública son insociables, tímidos, apocados.
La fuente es el sitio de reunión, el punto donde convergen
todos los vecinos y donde cambian impresiones y airean los espíritus. Con
motivo de la fuente, hablan las mujeres, se encuentran los hombres, y a la vera
del agua cristalina crecen sus espíritus y aprenden, no sólo a quererse, sino a
comprenderse mejor.
El pueblo sin fuente es cerrado, como oscurecido, y cada
casa es un mundo aparte que se defiende del vecino.
Fuente se llama este pueblo; Fuente que tiene su corazón en
la fuente del agua bienhechora.
LOS MONASTERIOS
Los monasterios antiguos salvaron a la humanidad. Toda la
cultura y el saber se refugió en los claustros donde unos hombres sabios y
sencillos, sin ningún fanatismo ni intransigencia (la intransigencia es mucho
más moderna) custodiaron y estudiaron las grandes obras imprescindibles para el
hombre.
OPINIONES SOBRE ESCRITORES
A la familia. 1923
Yo estoy trabajando en mis estudios y yendo ya a algunas
clases, además de asistir por gusto a la clase de Ortega y Gasset, pues
aun cuando la asignatura que éste explica pertenece a la Facultad de Filosofía,
se aprenden sin embargo muchas cosas.
1933
-
¿Qué le parece Valle Inclán como poeta?
-
Detestable. Como poeta y como prosista. Salvando
el Valle Inclán de los esperpentos, ese sí, maravilloso y genial, todo lo demás
de su obra es malísimo. Como poeta es un mal discípulo de Rubén Darío, el
grande. Uno poco de forma, de color, de humo…, pero nada más…. Además, ahora
nos ha venido fascista de Italia. Algo así como para arrastrarle de las barbas.
¡Ya tenemos otro Azorín!
-
A propósito, ¿qué nos dice usted de Azorín?
-
Que merecía la horca por voluble. Y que como
cantor de Castilla es pobre, muy pobre. Viniendo ayer por Tierra de Campos me
convencí de que Azorín no encierra un puñado de esa tierra única. ¡Qué gran
diferencia entre la Castilla de Azorín y la de Machado y Unamuno! (1933)
**
Todo el mundo -nos dice- ha quedado entusiasmado. Unamuno
vio El burlador de Sevilla y tanto le gustó que, encontrándonos luego en
Zamora, quiso oír y ver de nuevo la obra de Tirso. ¡Qué grande es Unamuno!
¡Cuánto sabe y cuánto crea! El primer Español. Se abre una puerta en cualquier
parte, sale Unamuno por ella, con su cuerpo y su cabeza, y se ve en seguida
eso: es el Español, el primer Español. Todo lo crea y sabe por estar tan
arraigado en nuestro suelo y tener tanta luz en la mente (…) Pues Dámaso
Alonso también se quedó prendado viendo una égloga de Juan del Encina.
Quiere fundar un teatro como el de La Barraca en la Universidad de Barcelona, y
quiere que yo vaya por allí unos días, este otoño, para ayudarle. Claro que
iré, Dámaso Alonso lo merece.
1924
Me entero de que en Granada no se ha recibido como
corresponde al insigne don José Ortega y Gasset y al genial
novelista Baroja y lamento con toda mi alma lo ocurrido, como buen
granadino, pues hoy en Madrid se habla de nuestra querida ciudad en términos
desfavorables, pero desgraciadamente exactos. Ha sido un triste y estúpido
espectáculo, del que protesto enérgicamente en nombre de la belleza de Granada.
A Ana María Dalí. 1925
¿No conocías a Ernesto Halffter? ¿Verdad que es un
tonto muy interesante? Tiene la bobería suficiente para llegar a ser un gran
artista.
**
OPINIONES SOBRE PAÍSES O CIUDADES
¿Entra en sus cálculos una nueva visita a la Argentina?
¡Ojalá! Pero yo no quiero ir para estrenar ni dar
conferencias. Me gustaría ir para estar con mis amigos, para remar en el Tigre,
para oír el magnífico alarido de los partidos de football, para escuchar los
tristes bandoneones de notas verdes y acongojadas, para beber el vodka ruso en
las tabernillas de la calle 25 de Mayo con el grupo de poetas más sensibles y
más simpáticos que encontrado en mi vida.
**
Nueva York es terrible. Algo monstruoso. A mí me
gusta andar por las calles, perdido; pero reconozco que Nueva York es la gran
mentira del Mundo. Nueva York es el Senegal con máquinas. Los ingleses han
llevado allí una civilización sin raíces. Han levantado casas y casas; pero no
han ahondado en la tierra. Se vive para arriba, para arriba… Pero así como en
la América de abajo nosotros dejamos a Cervantes, los ingleses en la América de
arriba no han dejado su Shakespeare.
A la familia. 1924
La lucha literaria en Madrid es enorme porque está
todo acaparado por sinvergüenzas y malos escritores y dramaturgos pelafustanes
a quienes hay necesariamente que barrer.
A su familia. 1925
(Desde Cadaqués) La familia de Dalí me ha recibido
exquisitamente, toda vez que el padre es un hombre cultísimo y que sabe una
infinidad de poemas míos de memoria. (…) España está muerta, pero Cataluña
está viva, y como está viva hay vida literaria y política y social. En Barcelona
hablaré con el zorro sinvergüenza de Martínez Sierra. Ya os tenderé al
corriente.
A crítico. 1925
Tengo ganas de viajar largamente, pero nunca al tonto y
misterioso Japón ni a la India sucia y recién despierta
eternamente. Quiero viajar por Europa, donde se saca la moneda que se echa al
fondo del amor. (…) Podría ir a Italia, que es mi sueño, y no puedo
porque mis padres están enfadados. En cuanto termine este trabajo veré la
manera de ganar mi vida. Si puedo, pienso en unas oposiciones, y si no… ¡ya
veremos! Dinero creo que no me ha de faltar mientras esté fuerte.
A crítico. 1926
Granada está admirable. El otoño empieza con toda la
elegancia y la luz que envía la sierra. Ya ha caído la primera nevada. Los
amarillos empiezan infinitos y profundos a jugar con veinte clases de azules.
Es una riqueza que asombra, una riqueza que, estilizada y todo, es inabarcable.
Granada definitivamente no es pictórica, ni siquiera para un impresionista. No
es pictórica como un río no es arquitectónico. Todo corre, juega y se escapa. Poética
y Musical. Una ciudad de fugas sin esqueleto. Melancolía vertebrada.
A crítico. 1926
Como sabes, yo entregué la antipática Mariana Pineda a la Xirgu
para que la leyera. Esta señora quedó en contestarme. Pero no lo ha hecho. Se
le murió su padre. Yo le puse un telegrama de pésame. No me ha contestado. Le
escribí a Marquina (el sinvergüenza y fresco Marquina). No me ha contestado. Le
escribí otra vez. Tampoco me ha contestado. ¿Qué hago? Mi familia, disgustada
conmigo porque dicen que no hago nada, no me dejan moverme de Granada. Yo estoy
triste, como puedes suponer. Granada es odiosa para vivir en ella. Aquí,
a pesar de todo, me ahogo. Tengo varios proyectos, pero quiero dejar ultimada
esta desastrosa intervención mía en el antro del teatro, intervención que hice
para agradar a mis padres, y he fracasado con todo el equipo. Yo no lo siento
por mí. Pero sí por mi padre, que es tan bueno y que hubiese tenido tanta
alegría con el estreno de esta obra.
A crítico. 1926
Zaragoza está falsificada y zarzuelizada como la
jota, y para buscarla en su antiguo espíritu hay que ir al Museo del Prado y
admirar el exactísimo retrato que le hizo Velázquez (…) yo, que he pasado
Aragón en el tren, creo que el viejo espíritu de Zaragoza debe andar errabundo,
acribillado de blancas heridas, por los alrededores de Caspe, en las últimas
grises rocas, donde el viento duro tira al pastor y salvajiza la luz de las
estrellas grandes.
En cambio Barcelona ya es otra cosa, ¿verdad? Allí
está el Mediterráneo, el espíritu, la aventura, el alto sueño de amor perfecto.
Hay palmeras, gentes de todos países, anuncios comerciales sorprendentes,
torres góticas y un rico pleamar urbano hecho por las máquinas de escribir.
¡Qué a gusto me encuentro allí con aquel aire y aquella pasión! (…) Además, yo
que soy catalanista furibundo simpaticé mucho con aquella gente tan construida
y tan harta de Castilla.
(…) Me va pareciendo el ambiente literario de Madrid
demasiado gurrinica. Todo se vuelven comadreos, insidias, calumnias, y
bandidaje americano. Tengo gana de refrescar mi poesía y mi corazón en aguas
extranjeras para darle más riqueza y ensanchar sus horizontes. Estoy seguro de
que ahora empieza una nueva época para mí. Quiero ser un Poeta por los cuatro
costados, amanecido de poesía y muerto de poesía. Empiezo a ver claro. Una alta
conciencia de mi obra futura se apodera de mí, y un sentimiento casi dramático
de mi responsabilidad me embarga… no sé… me parece que voy naciendo a unas
formas y un equilibrio absolutamente definidos.
A su familia. 1926
El Corpus naturalmente os recordé mucho y fui a ver la
procesión, que en Madrid es extraordinaria de lujo y esplendor, pero a la que
falta toda la gracia del Corpus granadino.
A crítico. 1927
Aquí en Granada me siento tranquilo y algo triste,
limpio de ritmos fugaces y en paz conmigo mismo. Madrid me aturde mucho
y, aunque no hago en absoluto eso que se llama vida literaria, me asaltan
continuamente varios conflictos sentimentales, opuestos y dificilísimos que
desde hace dos o tres años tengo en pie, ya bajo el sol, ya bajo la nieve. Aquí
descanso. (…) Dalí el maravilloso sobre toda ponderación, me ha mandado
unos ensayos poéticos que son un encanto. Yo siento cada día más el talento de
Dalí. Me parece único y posee una serenidad y una claridad de juicio para lo
que piensa, que es verdaderamente emocionante. Su inteligencia agudísima se une
a su infantilidad desconcertante en una mezcla tan insólita que es
absolutamente original y cautivadora.
A familia. 1928
Me es necesario pasar siempre una temporada en Madrid
porque en Granada se pierde la perspectiva de las cosas.
A la familia. 1930
Yo creo que en el cielo todavía no ha entrado un norteamericano,
¡ah… pero en el infierno tampoco. No tienen espíritu, son buenos, sin
profundidad, y malos sin relieve personal.
Desde La Habana. 1930
La llegada a La Habana ha sido un acontecimiento ya
que esta gente es exagerada como pocas. Pero Habana es una maravilla, tanto la
vieja como la moderna. Es una mezcla de Málaga y Cádiz, pero mucho más animada
y relajada por el trópico. El ritmo de la ciudad es acariciador, suave,
sensualísimo, y lleno de un encanto que es absolutamente español, mejor dicho,
andaluz.
A mi paso por Miami me vino a ver el presidente de la
universidad y tuve por la tarde que dar una pequeña charla improvisada a los
alumnos de español, donde no sé qué cosas dije, pero en Norteamérica da lo
mismo decir una cosa que otra, ya que con ligeras excepciones son algo tontos.
A su familia desde Argentina. 1933
Aquí tengo la impresión de poder estrenar todo, por atrevido
que sea, pues el público es respetuosísimo con sus autores y no como el público
cerril de Madrid, que patea inmediatamente si no le dan una cosa que
pueda entender.
A crítico literario de confianza. 1921
En cama recibí tu carta, y hoy que me levanto te contesto en
esta carta colta, pero llena de cariño. He padecido unas terribles neuralgias y
fiebres; además me dolían las muelas. En fin, er cormo. En cuanto me leponga
pienso ilme.
GITANISMO
A Jorgue Guillén. 1927
“Mandaros algo no puedo. Más adelante. Y desde luego, no
serán romances gitanos. Me va molestando un poco mi mito de gitanería.
Confunden mi vida y mi carácter No quiero, de ninguna manera. Los gitanos son
un tema. Y nada más. Yo podía ser lo mismo poeta de agujas de coser o de
paisajes hidráulicos. Además, el gitanismo me da un tono de incultura, de falta
de educación y de poeta salvaje que tú sabes bien no soy. No quiero que me
encasillen. Siento que me van echando cadenas. NO (como diría Ors).
A crítico. 1927
Mis libros ya van a salir. Para muchos serán una sorpresa.
Ha circulado demasiado tópico de gitanismo, y este libro de Canciones,
por ejemplo, es un esfuerzo lírico sereno, agudo, y me parece de gran poesía
(en el sentido de nobleza y calidad, no de valor). N es un libro gitanístico.
Conferencia sobre el romancero gitano en Barcelona. 1935
Los gitanos no son aquellas gentes que van por los
pueblos, andrajosos y sucios; aquellos son húngaros. Los verdaderos gitanos
son una gente que nunca ha robado ni va andrajosa
ALUSIONES DE PASADA A LA HOMOSEXUALIDAD Y AL AMOR
A editor. 1928
Ahora me doy cuenta de qué es eso del fuego de amor
de que hablan los poetas eróticos y me doy cuenta, cuando tengo necesariamente
que cortarlo de mi vida para no sucumbir.
Granada. A crítico. 1930
He escrito un drama que daría algo por leértelo en compañía
de Miguel. De tema francamente homosexual. Creo que es mi mejor poema.
Granada. A Dalí. 1930
Yo haré una exposición en Nueva York, pues ya tengo galería
y una enorme cantidad de amigos idiotas, de millonarios maricones y señoras que
compran cuadros nuevos que nos harían agradable el invierno.
A Eduardo R. Valdivieso 1933
También yo estoy solo, aunque tú me creas acompañado porque
triunfo y recibo coronas de gloria, pero me falta la corona divina del amor.
Tengo una enorme gana de verte, un deseo de hablar contigo,
de viajar contigo, de llevarte a mundos que no conoces, donde tu alma se
ensancharía sobre los cuatro vientos. Pero estamos los dos atados, y aunque
tenemos por fuerza que romperlas cadenas, son muchas las horas en que estamos
el uno sin el otro. De todos modos siempre me asalta la duda de si tú no me
querrás como yo a ti. Eso no lo sé. De todos modos dímelo. Mi amistad vuela
como un águila y tú puedes matarla con un tiro de rifle.
(Guarda bien esta carta).
A su padre, entre el 15 y el 17 de agosto de 1936
Te ruego, papá, que a este señor (un miembro de las
escuadras negras) le entregues mil pesetas como donativo para las fuerzas
armadas.
(Según Gibson, el
padre pagó la cantidad pero la carta llegó al padre de Lorca cuando ya había
sido asesinado).
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