Paras a veces a tomar algo en un bar que podría ser un filón
para Almodóvar. La clientela es prácticamente fija, con mesas y espacios de
barra respetados escrupulosamente.
Allí para el director comercial de la minorista de
alimentación, el sordo del aparato, el bigotudo de la esquina, las jóvenes con
un ligero retraso, el locutor polifacético, tu pescadero, el kioskero jubilado,
los gais, el mecánico del taller, la amante estrábica, el factotum de la ONG,
el vendedor del cupón, el policía de la estación, el consultor de recursos
humanos, el jubilado de la mina, el de la SGAE, el despedido de Santa Bárbara,
el accionariado,…
¿Quién te cree y a quien de confianza puedes susurrar si alguna
vez observó, como tú que andas con el escáner, delicadas caricias de viejo
verde a niña desvalida? Sí, delicado.
3 comentarios:
¿?
Dotes de observador. Un decir sin decir. Es mucho más que insinuar. Si una caricia la agradece hasta un perro, un caballo, estas caricias delicadas no las quiero yo para mi hija.
Un grupo carlista asturiano propone segregar las playas por sexos para evitar los pecados de la carne. "Católico, preserva tu decencia también verano: no acudas a playas mixtas". Con este lema, el Círculo Tradicionalista Pedro Menéndez de Avilés ha propuesto la creación de playas segregadas por sexos para evitar los pecados de carne. Este grupo carlista avisa de los supuestos peligros que traen el verano y la mezcla de sexos. Un peligro que, según se afirma, "no se atenúa porque las piscinas sean propiedad particular y aun familiares", por lo que sólo "pueden tolerarse" las piscinas mixtas infantiles. "Siempre que sean sólo para niños que no han llegado al uso de razón", se matiza.
El texto se titula "El veraneo" y recoge un fragmento de las Normas de decencia cristiana que promulgaron en 1958 obispos, gobernadores, párrocos, alcaldes y asociaciones de Acción Católica.
El otro extremo es la semana de festejos para celebrar el orgullo gay.
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