Se lamenta Rivi (Rivi siempre se lamenta de algo) de la mala
situación de las bibliotecas, en este caso, del personal de las bibliotecas
municipales ovetenses. Rivi, como concejal de Cultura, heredó una apreciable
red de bibliotecas que funcionaban bastante bien, por lo que tienes oído. No
puedes dar tu opinión personal porque no utilizas ninguna ya que te surtes de
la biblioteca pública del Principado, la el Fontán, que te queda más a mano.
Para no admitir que las anteriores corporaciones populares habían
gestionado bien los recursos disponibles, pone el dardo en las condiciones
laborales de los trabajadores que operan en las bibliotecas. Seguramente el
funcionamiento económico de las bibliotecas municipales no distará mucho del de
otros servicios. Ciertamente es impresentable que se utilicen las figuras de
los planes de empleo, planes juveniles o contratos de colaboración social cuando
se trata es de cubrir necesidades permanentes, como esta de la que estamos
hablando.
Lamentablemente ningún sector se sustrae de la precariedad
laboral circundante, pero si no se aumentan los recursos, quizá no haya más alternativa
que cerrar alguna biblioteca a cambio de una plantilla más estable.
De las manidas mejoras en la gestión se puede obtener bien poco. Al final, si hay que pagar mejor al personal hay que recaudar más tributos. "Tertium non datur".
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