Te tomas te la mañana libre para recados que, una vez
terminados, te permiten dar un vuelta matutina por la biblioteca del RIDEA,
Real Instituto de Estudios Asturianos. Fuiste por allí por si se podía husmear
en alguna investigación sobre la genealogía lenense, por aquello aprovechar lo ya investigado. De momento sin éxito. El RIDEA te parece un mundo
amable y cerrado.
Sin embargo en el patio te encontraste con una exposición de
los Arenas, padre e hijo, pintores asturianos. Uno de los cuadros lleva por
título precisamente ‘Arbol genealógico’ y a su lado el siguiente lema, una
frase de Alejandro Jodorowski.
El árbol genealógico es a la vez nuestra mayor trampa y
nuestro tesoro más preciado, trampa que lleva a traicionarnos a nosotros mismos
por quedarnos apegados fielmente a contratos inconscientes, tesoro que nos
engendra y nos da la posibilidad de vivir desarrollando la conciencia. Los
condicionamientos emocionales y de conducta grabados por nuestro linaje en
nuestro inconsciente personal, el yo más desconocido y misterioso determinan
nuestra postura frente a la vida y conduce nuestros actos irremediablemente a
repeticiones de patrones dolorosos en distintos ámbitos personales de los que
difícilmente podemos escapar
Aunque habías oído hablar mucho de Jodorowski, nunca sin
embargo de su faceta de psicogenealogista: su convencimiento de que algunos
traumas y comportamientos
inconscientes se transmiten de generación en generación. Para que un individuo
pueda combatirlos eficazmente tiene que estudiar su árbol genealógico y los
arquetipos predominantes en él.
Mira por donde puedes encontrar una utilidad práctica y terapéutica a tu afición. ¿Será eso la creación de valor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario