A todos sorprendió la cantidad de billetes que esta mañana
se vendieron para Olloniego. ¿Qué pasaba en Olloniego, estación donde ni
siquiera todos los trenes tienen parada? El día anterior un conocido librero de
gran predicamento había relatado su experiencia de la última etapa como
peregrino entre Pola de Lena y Oviedo dejando para la historia una
descripción fabulosa de Olloniego, que movió los espíritus y removió los
culos de los respectivos asientos. Olloniego bien merecía un viaje. Todos los
ingresos son bienvenidos.
La descripción merece un análisis para enmarcar bien la noticia ¿cómo se llama ese recuadro de texto que emerge a veces de las tupidas letras
para oxigenar la lectura y la vista? Para unos es un sumario, para otros un
destacado, para unos terceros un intertítulo dependiendo de escuelas y
tratadistas y según por qué aguas del Atlántico estén inspirados.
Por si animas a alguien a una visita, anticipas qué se ve
desde ese paso subterráneo que vale la pena recorrer con calma porque tiene
mucho que observar. Está claro que la entrada al paso necesita un urgente
cepillado. El pueblo en sí, para el intertitulador, sumarista o destacadero, sobresale menos.
2 comentarios:
Y voy a ir a ese pueblo que lo más que tiene que observar es el paso subterráneo, del que se muestran estas fotos? Coño, si me dijeses que hacen buen cordero a la estaca en una casa de comidas, si tiene un buen paseo para ayudar a bajar el buche, si el paisaje que se divisa es espléndido....
Si no nos ponemos de acuerdo en lo objetivo, ¿cómo vamos a hacerlo en lo subjetivo?
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